Wayuu denuncian que ni a ellos los dejan pasar la frontera

Una mezcla de impotencia, rabia y preocupación sintieron los habitantes, comerciantes y cambistas de Paraguachón al enterarse del cierre permanente de la frontera con Venezuela por decisión del presidente Nicolás Maduro.

Para muchos la noticia fue sorpresiva teniendo en cuenta que se oficializó pasadas las once de la noche del lunes, después de una alocución de casi tres horas del mandatario venezolano. Por eso, los que estaban enterados amanecieron confiados en que podían desplazarse a cualquiera de las dos naciones.

Amaneció y Paraguachón no fue el mismo. Los cambistas se negaron a sacar sus mesas, las dueñas de restaurantes no cocinaron, mientras que los líderes se dedicaron a criticar la medida que consideraron “lesiva”.

Ayer se sentía un ambiente mucho más tenso que los últimos días, y conforme pasaban los minutos, la tristeza se iba haciendo más evidente entre viajeros y comerciantes.

Ricy Deluque, ex corregidora de Paraguachón, afirmó indignada que “el presidente Maduro no ha respetado a los wayuu, no le ha importado que este territorio no tiene fronteras y ha sido indolente con los derechos de quienes trabajamos y vivimos aquí”.

Consideró que el efecto del cierre del paso fronterizo se verá reflejado en toda la Región Caribe, pero “los más afectados seremos quienes sobrevivimos aquí del día a día, por eso pedimos ayuda no solo para los deportados, sino para los que ahora quedamos sin trabajo”.

El cambista Yuber Peralta no puso su tradicional puesto bajo uno de los árboles de la vía principal en Paraguachón.  “Este cierre nos perjudica en un 100% y creo que vamos a pasar una temporada amarga sin ningún ingreso para sostener a nuestras familias”.

Manifestó que fue  uno de los sorprendidos con el anuncio porque nunca pensó que esta frontera sería cerrada, a pesar de los problemas que había en la de Cúcuta.

Gustavo García y Dalniro Reyes, quienes trabajan hace más de 20 años cambiando bolívares en La Raya, pasaron el día sentados o caminando sin saber qué hacer ante la situación. Anocheció y Paraguachón ya no es el mismo.

Unidad móvil de registro
La Registraduría Nacional de Estado Civil llevará una unidad móvil a Paraguachón a partir de hoy para reforzar el trabajo de todos los organismos que están trabajando para atender a los deportados y colombianos que se vienen desde Venezuela.

El anuncio lo hizo el registrador nacional Carlos Ariel Sánchez, quien visitó ayer la zona de Paraguachón en donde indicó que un total de 2.000 ciudadanos han solicitado registros por primera vez para niños, cédulas y duplicados. “Estamos al día para atender a todos los que lleguen a la Registraduría”, agregó.

Peticiones al gobierno
“Las pérdidas por el cierre son incalculables y los perjuicios se van a presentar por igual para Colombia y Venezuela”, afirmó el gobernador de La Guajira, José María Ballesteros, al arribar a la población en donde empezará a despachar junto a sus secretarios.

El secretario de Gobierno, Wilson Rojas, indicó que harán una serie de peticiones al Gobierno nacional con el fin de que se sienta la soberanía en esta región.

“Sabemos que habrá desabastecimiento de gasolina, por eso queremos que se pueda expender el combustible colombiano al mismo precio que se ha estipulado en Cúcuta”, pidió .

También solicitará la suspensión por un mes del cobro de los peajes de la concesión Paraguachón-Riohacha-Santa Marta por cuanto son muchos los vehículos que hacen parte de la ruta de atención humanitaria que transitan por esta vía. “En Paraguachón no hay nada, aquí se trae el agua, los alimentos y la ayuda, por lo que hay que pagar dos peajes varias veces y no es justo en este momento”.

Agregó que es urgente implementar el programa de empleos temporales de emergencia del DPS, porque la mayoría de la población vive de la informalidad.

La rabia e indignación fue generalizada porque los venezolanos que se quedaron en Paraguachón esperando pasar a su país, se unieron a las muestras se inconformismo de los colombianos.

Pedro Plata no aguantó y después de consultar con los guardias si podía ingresar a su país, sacó su cédula y les gritó “aquí estamos los venezolanos pasando hambre por ustedes, por Maduro que no nos deja pasar a nuestro país”.

Fueron más de tres minutos en los que llamó la atención de todos en la frontera, no solo por su atuendo amarillo y rojo, sino por todo lo que gritaba con impotencia de no poder culminar su viaje.

Después de contarnos que estuvo varios días en Colombia y que cuando quiso llegar a Paraguachón, le avisaron del cierre, siguió gritando:“Cojan ejemplo de los colombianos que sí son cordiales, aquí no pasa eso”.

Otro venezolano que no quiso revelar su nombre, contó que vive en Maracaibo hacia donde pretendía viajar para llevar una mercancía. “Yo vengo dos o tres veces a la semana y ahora voy a ver si me voy por una trocha, porque aquí no me puedo quedar”.

No respetaron a wayuu
Pese al anuncio del presidente Maduro de que a los “hermanos wayuu” como los llamó se les respetaría la tradición de pasar de manera libre por la frontera, ningún indígena pudo atravesar por el paso fronterizo.

Dos de ellas, María González y María Ipuana, llegaron a Paraguachón con algunos alimentos que compraron en Venezuela. Tuvieron que regresarse por una de las noventa trochas.  “Es la única manera porque de lo contrario no pasamos”, afirmaron en un escaso español.

Así como ellas, muchos wayuu con niños, mercancías, alimentos y enseres han podido viajar por estos laberintos que parecen haber sido creados para estas ocasiones.

“Hoy he hecho muchos viajes, más de los que hago en un día normal”, afirma un mototaxistas wayuu de Guarero, quien a las diez de la mañana ya llevaba 40 mil pesos de ganancias.

En moto, camionetas y a pie los indígenas han hecho respetar su territorio ancestral o La Gran Nación Wayuu, en el que las fronteras no existen, tal como lo destacó EL HERALDO en su edición del domingo.

650 han retornado
Desde el 25 de agosto, desde que empezó la crisis con Venezuela, 909 colombianos han retornado de forma voluntaria al país a través de Paraguachón, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas.

El director de Migración Colombia,  Christian Krüger, de este este grupo, 16 permanecen en el albergue ‘Centro del Migrante de Maicao’, a la espera de ser trasladados a sus ciudades de origen.

En total, 1.467 colombianos han sido expulsados de Venezuela y 18.619 más han abandonado el país vecino.