Archivo"Álvaro Gómez Hurtado, derecha, se saluda con Luis Carlos Galán. Los dos líderes fueron asesinados por la alianza narco-política que existe en el país.s:3A cinco meses de cumplirse los 16 años del crimen del dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, su familia sigue en una “constante lucha” para que el caso no quede impune.
Enrique Gómez Martínez, sobrino del líder asesinado en la época del escándalo del Proceso 8.000 por los dineros del narcotráfico que ingresaron a la campaña del presidente Ernesto Samper, dijo ayer a EL HERALDO que han tenido que enfrentar dos grandes obstáculos en busca de la verdad.
El primero, el lento o mínimo avance de la investigación en la Fiscalía General; el segundo, las amenazas, intimidaciones y la eliminación de testigos.
“Esta es una investigación compleja que lleva un solo fiscal quien, por más que quiera y decrete pruebas importantes, debe atender una fuerte carga (de trabajo) por otros casos”, explicó Gómez, cuyo hermano, el representante a la Cámara Miguel Gómez M., abandonó el país por amenazas derivadas del interés de descubrir a los responsables del magnicidio.
Pese a haber pedido que se conforme un grupo instructor con más fiscales e investigadores, teniendo en cuenta los testimonios del extraditado capo Hernando Gómez Bustamante o alias Rasguño y del exministro Fernando Botero Zea, el ente acusador no ha atendido esa petición.
El mafioso, preso en EU, ha dicho, en varias declaraciones juradas, que Samper y funcionarios de su gobierno estuvieron, presuntamente, vinculados al asesinato. Botero, quien formó parte de la administración samperista, también dijo en 2007 que el homicidio fue un “crimen de Estado” y afirmó que al interior de dicho gobierno se pensaba que “un incendio como el 8.000 solo se apagaba con otro incendio”.
Enrique Gómez manifestó que por el homicidio como “determinador mediato aparece señalado, reiteradamente, Ignacio Londoño Zabala. Hemos pedido que se le vincule a la investigación pero no hay ambiente en la Fiscalía para hacerlo”. Se trata de un abogado y político vallecaucano a quien definió como “una figura poderosa en el mundo de la mafia colombiana, y se ha caracterizado por controlar la corrupción en la Fiscalía”.
El sobrino de Gómez considera que los testimonios de Rasguño y Botero apuntan a que el crimen fue ordenado por una alianza narco-política. “Las evidencias apuntan hacia allá”, afirmó y dijo que debe tenerse en cuenta lo dicho por paramilitares como Carlos Castaño, Éver Veloza, o HH, y Freddy Rendón, El Alemán.
Manifestó desconocer si Rasguño, a quien en 2010 le mataron a su sobrino Diego Buitrago para evitar que hablara, ha mencionado que hubo una colecta entre mafiosos para pagar el homicidio. “Él dijo que entrego $2.000 millones para la campaña de Samper y el guajiro Santa Lopesierra fue quien declaró que Orlando Henao, el llamado Hombre del Overol, le pidió 500 mil dólares para el crimen de mi tío”, reveló.
Un coronel fue el autor
El expresidente Ernesto Samper ha rechazado las acusaciones de ‘Rasguño’ y las calificó como una infamia. “A nadie más que a mí le interesa que se aclare el homicidio”, dijo en su momento sobre los señalamientos en su contra.
El coronel de la Policía Camilo González, quien está muerto, fue quien materializó el crimen del dirigente conservador, de acuerdo con las revelaciones de ‘Rasguño’.
En 15 días se publicará un libro sobre el magnicidio. La publicación dará a conocer testimonios y pruebas recogidas durante el proceso investigativo. También se analizarán las hipótesis del homicidio.
Por José Granados Fernández
jose.granados@elheraldo.com.co
