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El papa Francisco durante su discurso en el cierre de la primera cumbre mundial contra la pederastia en la Iglesia Católica. AFP
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Papa promete que abusadores irán a la justicia

El pontífice propuso, en el cierre de la cumbre contra la pederastia en la Iglesia Católica,  ocho criterios para combatir los abusos sexuales. Víctimas no estuvieron conforme.

El papa Francisco se comprometió este domingo a combatir todos los casos de abuso sexual en la Iglesia con la “máxima seriedad”, en el último día de la histórica cumbre contra la pederastia en la institución religiosa.

“Vamos a tomar todas las medidas posibles para que tales criminales no se repitan. Que la Iglesia vuelva  ser creíble y confiable”, clamó una hora después durante el Ángelus en la plaza de San Pedro y aclaró que colaborarán con la justicia de todos los países, “sin encubrirlos o subestimarlos”.

En un largo discurso, el pontífice argentino comparó la “plaga” de los abusos sexuales a menores con las prácticas del pasado de “ofrecer seres humanos” y reconoció que se trata de un problema “universal y transversal que desgraciadamente se verifica en casi todas partes”, dijo.

“Quisiera reafirmar con claridad: si en la Iglesia se descubre incluso un solo caso de abuso —que representa ya en sí mismo una monstruosidad, ese caso será afrontado con la máxima seriedad”, afirmó ante los líderes de las 114 conferencias episcopales de todo el mundo, secretarios de congregaciones, obispos y cardenales, reunidos en la Sala Regia del Vaticano.

El pontífice, que el jueves al abrir los tres días de debates prometió “medidas concretas y eficaces”, anunció que la jerarquía de la Iglesia aplicará las estrategias de las organizaciones internacionales, entre ellas la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS), para erradicar la pederastia “de la faz de la tierra”.

Inconformidad de las víctimas

El discurso fue mal recibido por algunas víctimas presentes en Roma para la contracumbre, que esperaban una respuesta más contundente.

“Sólo ‘bla, bla’. Todo culpa del diablo. No me sorprende, me decepciona”, comentó el suizo Jean Marie Furbringer, de una asociación de víctimas.

Sin embargo, durante la inédita cumbre, la cúpula de la Iglesia reconoció los propios errores tras haber encubierto el fenómeno durante décadas.  

Una revolución “copernicana” para la Iglesia como dijo la víspera el cardenal australiano, Mark Benedict Coleridge, al mencionar el momento en que se dejó de creer que el Sol giraba alrededor de la Tierra y se descubrió que era exactamente lo opuesto. 

“Ha llegado la hora de colaborar juntos para erradicar dicha brutalidad del cuerpo de nuestra humanidad, adoptando todas las medidas necesarias ya en vigor a nivel internacional y a nivel eclesial. Ha llegado la hora de encontrar el justo equilibrio entre todos los valores en juego y de dar directrices uniformes para la Iglesia”, adelantó el papa.

Nuevos criterios

Pese a que no había un documento final previsto, el papa enumeró los puntos esenciales de su lucha contra la pederastia.

El primero es la protección de menores, que se cambie la mentalidad de defensa para salvaguardad la imagen de la Iglesia antes que la vida de las víctimas.

El segundo es la seriedad impecable, el Papa dijo que harán los posible para llevar a la justicia a todos aquellos que hayan sido abusadores y reafirmó que no los subestimarán. 

El tercer criterio es la verdadera purificación, la propuesta del Sumo Pontífice fue transformar los errores en oportunidades para que“este flagelo no se repita”.

También hizo énfasis en la formación, el cuarto punto. Sobre este dijo que serían más exigentes.

El quinto criterio para combatir la pederastia es reforzar directrices de las conferencias episcopales. Con esto se busca que los parámetros de la Iglesia no solo tengan una función orientadora sino que sean normas y que a la vez, los casos de abusos nunca más sean infravalorados.

El sexto criterio es el acompañamiento a las personas abusadas, el cual debe ser apoyado por la Iglesia; pero también por personal experto.

Los últimos dos criterios son una mayor atención al mundo digital y combatir el turismo sexual.

Horror y dolor

La cumbre, la primera sobre ese tema que se celebra en la historia de la Iglesia, estuvo marcada por las historias de horror y dolor narradas cada día por algunas víctimas de abusos ante los líderes católicos, reunidos en la Sala del Sínodo del Vaticano.

Relatos dramáticos que sacudieron las conciencias de los obispos, pero que algunas víctimas, como el italiano Francesco Zanardi, tildaron de “mera estrategia mediática” .

Para evitar que sean destruidos archivos sobre los autores de abusos sexuales, algo denunciado en la cumbre, será aprobado un “vademecum” con los criterios que todo obispo tiene que aplicar. 

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