El Heraldo
El príncipe heredero Mohamed bin Salmán, 32 años, cuya influencia en el poder no deja de crecer.
Mundo

La purga entre la élite de Arabia Saudita

Más de 200 personas están retenidas e interrogadas por presuntos actos de corrupción, por un monto calculado en 100.000 millones de dólares, según el fiscal general saudí.

La purga sin precedentes entre las élites económicas y políticas de Arabia Saudita provoca cierta “preocupación”, afirmó el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson, días después de que su presidente Donald Trump mostrara su apoyo sin reservas a la operación llevada a cabo en la monarquía. 

Más de 200 personas fueron detenidas el 4 de noviembre, entre ellas 10 príncipes, 4 ministros, decenas de ex ministros  e importantes hombres de negocios, en una redada anticorrupción lanzada por una comisión presidida por el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán. 

“He hablado con el ministro de Relaciones Exteriores Adel al Jubeir para obtener aclaraciones”, dijo Tillerson en el avión que lo conducía a Danang, en Vietnam, donde asistió al Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC). “Y, basándome en esa conversación, creo que la intención es buena”. 

“Personalmente, creo que suscita cierta preocupación mientras no tengamos más claridad sobre lo que va a ocurrirles a esos individuos (detenidos)”, añadió sin embargo. 

El fiscal general saudita dijo esta semana que los arrestados, cuyo lugar de detención no ha sido indicado por las autoridades, comparecerán ante un tribunal. 

El jueves, las autoridades sauditas revelaron los primeros resultados de la campaña anticorrupción. “Un total de 208 personas han sido interrogadas hasta ahora. De esos individuos, siete han sido puestos en libertad sin cargos”, informó el ministerio de Información. 

“Según nuestras investigaciones de los tres últimos años, calculamos que al menos 100.000 millones de dólares fueron desviados a través de una corrupción y una malversación sistemáticas durante varias décadas”, añadió. 

El presidente Trump había expresado el lunes su apoyo a la redada. “Tengo mucha confianza en el rey Salmán y en el príncipe heredero de Arabia Saudita, saben perfectamente lo que están haciendo”, tuiteó entonces. “¡Algunos de los que son tratados duramente han exprimido a su país durante años!”, añadió.

El resuelto apoyo del presidente estadounidense a los dirigentes sauditas, especialmente ante Irán, su enemigo común, preocupa a observadores y expertos que lo consideran como una apuesta muy arriesgada. 

Detenido un multimillonario

Entre las personas retenidas está el  prominente inversor multimillonario Prince Alwaleed bin Talal. El anuncio de los arrestos se realizó sobre Al Arabiya, la red satelital de propiedad saudí cuyas transmisiones están oficialmente aprobadas. El arresto del Príncipe Alwaleed seguramente enviará ondas de choque a través del reino y de los principales centros financieros del mundo. 

Él controla la firma de inversiones Kingdom Holding y es uno de los hombres más ricos del mundo, que posee o ha tenido participaciones importantes en 21st Century Fox, Citigroup, Apple, Twitter y muchas otras compañías conocidas. El príncipe también controla las redes de televisión por satélite observadas en todo el mundo árabe.

La amplia campaña de arrestos parece ser la última acción para consolidar el poder del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman , el hijo favorito y principal asesor del Rey Salman.

Conflicto de intereses

En este convulso contexto regional, el primer ministro libanés, Saad Hariri, dimitió la semana pasada aprovechando una visita a Riad, donde criticó el “control” ejercido por Irán en su país y aseguró temer por su vida. 

Ante esta situación, Arabia Saudita y Kuwait pidieron el jueves a sus ciudadanos que abandonen Líbano lo antes posible y que no viajen a ese país, si bien no mencionaron ninguna amenaza específica.

En el avión que lo llevaba a Danang, Tillerson indicó que el ministro saudita de Relaciones Exteriores le había asegurado que Hariri había “tomado solo su decisión”, mientras que algunos alegan que esta dimisión habría estado orquestada por Riad.

El jefe de la diplomacia estadounidense afirmó “no tener ninguna indicación” de que el primer ministro libanés estuviera siendo retenido contra su voluntad en Riad, agregando que Estados Unidos lo animaba a volver a Líbano para presentar formalmente su dimisión.

En cambio, el jefe de Hezbolá acusó el viernes a Riad de “retener” a Hariri, un musulmán sunita cuyo partido es rival de Hezbolá en la escena política libanesa, pese a que haya ministros del movimiento chiita en su Gobierno.

“Le prohíben (...) volver a Líbano”, lanzó Hasan Nasralah en un discurso televisado, reclamando a Arabia Saudita que lo “libere”. 

Movida riesgosa

Incluso los observadores que ven con mejores ojos las reformas de Bin Salmán advierten que las siguientes semanas y meses son cruciales para el heredero y la Casa Blanca.  

Lori Plotkin Boghardt, experta en el Golfo Pérsico y relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita en The Washington Institute, resaltó la importancia que tiene la ola de arrestos.

Pero insistió en que “es un movimiento político arriesgado”, con el que el príncipe heredero “está tratando de eliminar a sus oponentes”.

Simon Henderson, también miembro del The Washington Institute y consultor de gobiernos árabes, está igualmente alarmado. “Estos acontecimientos no tienen precedentes y no sabemos qué desencadenarán y, francamente, creo que los saudíes tampoco saben dónde acabarán”, apuntó. 

“Una prisión 5 estrellas”

Hace unas semanas, la flor y nata del mundo de los negocios se reunía bajo los candelabros de las salas de baile. Ahora, tras unas purgas inéditas en Arabia Saudita, el palacio Ritz-Carlton de Riad parece haberse transformado en una jaula de oro.

El fiscal general saudí prometió hace una semana que ninguno de los arrestados procedentes de los círculos de poder recibiría un trato especial en el marco de una investigación anticorrupción. Entre los sospechosos, se encuentran ministros, exministros o el príncipe multimillonario Al Walid bin Talal.

Sin embargo, ironizan los internautas en las redes sociales, el hotel Ritz-Carlton, con sus majestuosas suites, sus pasillos en tonos pastel y sus estatuas de bronce se parece muy poco a las cárceles tradicionales reservadas para los saudíes de a pie.

“¡Llévennos con ustedes!”, bromeaban algunos internautas, que decían querer conocer tales lujos. Otros especulaban sobre quién sería el próximo en ser añadido a la “lista de invitados”.

Las personas detenidas, miembros de la élite saudí, “son tan suaves como la mantequilla y no podrían sobrevivir en una cárcel clásica”, escribía un saudí en Twitter. 

No se puede saber con certeza cuántos sospechosos estarían detenidos en el Ritz-Carlton. 

Los coches de policía custodian el establecimiento hotelero, cuyo imponente pórtico de entrada sigue cerrado. En la página web de Palacio, un mensaje indica que “las líneas telefónicas del hotel están cortadas de momento, hasta nueva orden”. 

El domingo, la página de reservas en línea del hotel indicaba que no había habitaciones disponibles hasta diciembre. El viernes, el Ritz-Carlton figuraba como no disponible hasta febrero de 2018. Un empresario saudí que pensaba organizar allí un acto este fin de semana fue informado de que todo había sido cancelado.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.