
La ONU envía misión a Chile, donde sigue la crisis social
Nuevas protestas se realizaron en las calles de Santiago. Cuestionan el uso excesivo de la fuerza, van 19 muertos.
Decenas de miles de personas volvieron a las calles ayer para protestar contra las desigualdades sociales en Chile, adonde la ONU decidió enviar una misión para investigar presuntas violaciones de los derechos humanos.
Ante la multiplicación de denuncias de supuestos abusos por parte de los militares, que desde el sábado fueron desplegados en las calles, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, anunció que había decidido enviar una misión de verificación para examinar la situación en el país.
Un ciudadano peruano murió este jueves por un disparo de arma de fuego recibido días atrás, y elevó a 19 la cifra de fallecidos en medio de la ola de violencia que afecta a Chile, informó la Fiscalía.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y una veintena de organizaciones sociales convocaron a una segunda jornada de paralización, pero muchos acudieron a sus trabajos y el comercio abrió tímidamente sus puertas. En la tarde, paulatinamente comenzaron a cerrar más temprano de lo habitual.
“Los problemas se han arrastrado en el tiempo, con todos los partidos políticos es lo mismo (...) Lo único es protestar. He venido desde hace tres días y voy a seguir protestando”, dijo a la AFP Pamela Rosas, de 26 años.
En un intento por bajar la presión, el presidente Sebastián Piñera informó de un plan para terminar con los toques de queda, impuestos por primera vez desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), aunque esa medida se decretó para este jueves por sexto día consecutivo en varias regiones del país. “Estamos trabajando en un plan de normalización de la vida de nuestro país”, dijo el mandatario en un mensaje a la prensa.
El canciller chileno, Teodoro Ribera, confirmó por su parte que el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se reunirá el 16 y 17 de noviembre en Santiago, tal y como estaba previsto.
Custodiadas por el ejército, tres líneas del metro metropolitano funcionan parcialmente junto a 6.000 autobuses. Hoy se sumarán algunas estaciones de otras dos líneas del subterráneo, seriamente dañado por ataques incendiarios.
El gobierno reportó una disminución de los hechos de violencia, que suman 18 muertos, pero los incidentes siguen presentes en varios puntos del territorio.
Los disturbios, saqueos e incendios -registrados especialmente en zonas periféricas de la capital- disminuyeron, no se registraron fallecidos en las últimas 24 horas y los detenidos suman 735, desde los 979 del día anterior. Pero los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad se mantienen en puntos álgidos de las manifestaciones, como la céntrica Plaza Italia.
El canto “Piñera, escucha, andate a la chucha (diablo)”, toma fuerza en las calles. Frente a los cuestionamientos, el ministro de Defensa, Alberto Espina, afirmó que los militares actuaban para proteger los derechos humanos de los chilenos, no para violarlos.