Golpe de Estado frena transición en Birmania
La frágil democracia del país asiático que había realizado elecciones en noviembre de 2020 se ve amenazada por la acción militar ejecutada este lunes.
Un golpe de Estado ha abortado la incipiente y frágil transición democrática en Birmania, después de que el poderoso Ejército arrebatara este lunes el poder al Gobierno y detuviera a su líder y premio nobel de la paz, Aung San Suu Kyi.
Los militares, que a pesar de iniciar una “democracia disciplinada” hace una década, nunca habían renunciado del todo al poder en el país asiático, declararon el estado de emergencia y acusaron al Ejecutivo de cometer fraude en las elecciones del pasado noviembre.
El golpe, del que había rumores desde la semana pasada, fue ejecutado el día en el que el Parlamento tenía previsto celebrar su primera sesión de la legislatura tras las elecciones de noviembre de 2020, en las que la Liga Nacional para la Democracia (LND), formación de Suu Kyi, consiguió revalidar el poder con una abrumadora victoria.
El triunfo electoral de Suu Kyi demostró su gran popularidad en Birmania, a pesar de su mala reputación internacional por las políticas contra la minoría rohinyá, a la que gran parte se le niega la ciudadanía y el voto, entre otros derechos.
El Ejército birmano, que gobernó el país desde 1962 hasta que en 2011 se inició una transición controlada hacia la democracia, había garantizado en un comunicado el pasado sábado su compromiso con la defensa de la Constitución.
La jornada golpista comenzó con la detención de la líder de facto del país asiático, consejera de Estado y Nobel de la Paz y del hasta ayer presidente birmano, Win Myint, además de varios ministros y presidentes regionales.
Entre la treintena de detenidos se encuentran además activistas, escritores, cantantes y directores de cine, según una lista extraoficial.
Tanto Suu Kyi como Myint se encuentran en arresto domiciliario en sus residencia de la capital del país, Naipyidó, según fuentes de la LND.
El anunció de estado de emergencia por un año llegó horas después de las detenciones a través del canal Myawaddy News, controlado por los uniformados, que confirmaron que el vicepresidente Myint Swe -nombrado por los militares- asumía la presidencia interina y le cedía todos los poderes al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing.
Los militares justificaron el golpe por un supuesto fraude en las elecciones del pasado noviembre y aseguraron que la Comisión Electoral había sido “incapaz de resolver el problema”.
El Ejército insistió además en que, una vez se acabe el periodo de un año del estado de emergencia, se celebrarán “elecciones generales libres y justas” y “el poder será traspasado al partido ganador que haya cumplido con los estándares democráticos”.
La respuesta de la LND, el partido hasta ahora gobernante, llegó a través de una carta publicada en Facebook en la que en nombre de Suu Kyi se pide a los ciudadanos que no acepten el golpe de Estado perpetrado por los militares y que protesten.