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¿Pékerman debe seguir?

El técnico argentino finaliza su contrato con la FCF, que todavía no anuncia si le renovarán el vínculo o comenzarán un nuevo proceso con otro entrenador. 

Todavía hay guayabo por la eliminación de la Selección Colombia. Aún el corazón se arruga. Todavía se dice mentalmente: “Si Mateus Uribe y Carlos Bacca anotan su penalti...”. Aún se lamenta que la explosión de alegría por el golazo salvador de Yerry Mina se hubiese apagado tan pronto. El dolor del adiós a Rusia y el orgullo por la buena participación del tricolor nacional están fresquitos. 

Sin embargo, en medio de esa mezcla de sentimientos, con la cabeza un poco más fría, ya se empieza a pensar y a debatir sobre lo que viene para el combinado patrio: la Copa América 2019, que se disputará del 14 de junio al 7 de julio en Brasil, y la eliminatoria al Mundial Catar-2022, que se iniciará en octubre del próximo año.

La pregunta que surge y se hace mucha gente después de la digna intervención en la cita mundialista, con miras a esos próximos desafíos, es la siguiente: ¿José Pékerman debe seguir como técnico de la Selección?

Pékerman, cuyo contrato con la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), se acaba después del Mundial, no quiso referirse a sus planes en ese sentido en la rueda de prensa posterior a la eliminación ante Inglaterra en definición por tiros desde el punto penal. Ramón Jesurun, presidente de la FCF, ha mostrado abiertamente su complacencia y tranquilidad con el trabajo que viene ejerciendo el entrenador argentino y su equipo de ayudantes desde el 2012, pero tampoco ha emitido oficialmente cuál será la decisión en torno al mando técnico del seleccionado.

Extraoficialmente se rumora que Pékerman no continuará por una decisión propia y que los directivos de la FCF ya empiezan a barajar probables candidatos para sucederlo, entre ellos Ricrado Gareca, pero la realidad es que formalmente ninguna de las partes se ha pronunciado al respecto.

En un sondeo de opinión realizado por EL HERALDO, a través de su página web, el 62% de las personas considera que Pékerman debe seguir y el 38% restante piensa que no. En otros medios los resultados son similares, lo que indica que existe una mayoría que apoya la continuidad del veterano timonel de 68 años de edad.

En enero de 2012, Vanesa, la hija de José Pékerman que nació en Medellín cuando él fue jugador del DIM en la década del 70, acompañó al entrenador al aeropuerto de Buenos Aires para despedirlo por su viaje hacia Colombia. Antes de partir le dijo: “Papá, sí o sí tenemos que ir al Mundial”.

Seis años y medio después, la hija del orientador se tiene que sentir más que orgullosa. Su padre ya ha llevado a Colombia a dos mundiales y en ambos su equipo tuvo gran protagonismo y dejó en alto el nombre del país. Bajo su mando, los nuestros redondearon la mejor participación en esta clase de torneos ecuménicos al llegar hasta cuartos de final en Brasil-2014.

Eran 16 años de sequía mundialista, de frustraciones en la eliminatoria y ausencias en Japón y Corea-2002, Alemania-2006 y Sudáfrica-2010. Siempre viendo el magno evento a través del televisor, en medio de polémicas y desaciertos en la conducción del balompié nacional.

La llegada de Pékerman, con virtudes y errores, como le puede acontecer a cualquier tipo de entrenador, significó un viraje en cuestión de resultados a nivel de mayores. Colombia dejó de lado las frustraciones y comenzó a consolidar una Selección que hoy tiene al país con satisfacción, a pesar del dolor de la despedida de Rusia al caer ante Inglaterra, el martes pasado en Moscú, en definición por tiros desde los doce pasos, después de igualar 1-1 en 120 minutos.

“No sé ustedes, pero para mí, Pékerman debe seguir. Hace cuatro años agarró un equipo maduro y lo guió, hoy formó prácticamente un nuevo equipo que todos los días mejora. ¿Que sí se equivoca? Obvio, comete errores, pero son muchos más sus aciertos”, considera el exfutbolista y ahora comentarista Julián Téllez.

“Pekerman suma seis años y medio al frente de la FCF, 78 partidos dirigidos, 62% de rendimiento, conformó un grupo sólido de amigos que luchó siempre por ganar. Serio, conocedor, nos llevó a dos mundiales bien jugados. Creo que debe seguir”, consideró el periodista César Augusto Londoño.

Los opositores de Pékerman señalan que se requiere un entrenador que trabaje más en la parte táctica y en el colectivo, que no se apele tanto al talento individual como salvación y que sea más osado en los momentos decisivos.

“En el partido crucial ante Inglaterra los miedos aplastaron al técnico. Como ante Brasil hace cuatro años, o como en Alemania cuando Pékerman dirigía a la selección Argentina. No fue Colombia un equipo. Sus goles llegaron por la vía de la pelota quieta y la fiesta del pasado se convirtió en sufrimiento, para ganar con muy poco”, comentó el periodista Esteban Jaramillo.

“Cuatro formaciones distintas, múltiples alteraciones en el medio del campo demostrando inseguridad e improvisación. Y pensar que Mina no era titular y Uribe tampoco. Al final la ilusión nos la trajeron los teóricamente suplentes. No se acertó en el onceno inicialista nunca”, señaló Carlos Antonio Vélez, uno de los más intensos críticos del técnico desde que llegó hasta estos días.

Todo el mundo opina y expresa lo que le parece, pero Pékerman, Jesurun y los demás miembros del Comité Ejecutivo de la FCF tienen la última palabra. 

Lo bueno

* Dos clasificaciones mundialistas, algo que los colombianos permanecieron sin disfrutar durante 16 años.

* El protagonismo en las citas ecuménicas de la mano de Pékerman. Colombia por primera vez en su historia llegó a cuartos de final de un Mundial.

* La objetividad de Pékerman para convocar jugadores. No se han visto las acostumbradas ‘roscas’ del pasado, el marcado regionalismo de otro tiempo. 

* La logística de la Selección es más sofisticada y profesional, menos folclórica e informal. Pékerman ha desconectado a las concentraciones de las distracciones y ambientes festivos de épocas de antaño. Exige garantías para su trabajo y la comodidad de los jugadores. Mantiene a la Selección distante de polémicas malsanas e improductivas.

* Supo reinventar y renovar el equipo después de Brasil-2014. Poco a poco insertó jugadores nuevos y los afianzó.

Lo malo

* Se equivocó en algunas decisiones sobre formaciones y planteamientos en partidos relevantes de la Selección.

* Se esperaba que de su mano Colombia pudiera ganar de nuevo una Copa América. Pero en dos participaciones, lo máximo que se logró fue un tercer lugar.

* Le faltó probar en partidos amistosos a algunos jugadores que se han destacado en sus clubes y que él no ha tenido oportunidad de conocer de cerca.

* La falta de información que existe en la Selección para casos puntuales, como las lesiones de los jugadores. Está bien el hermetismo para la concentración de los jugadores, pero la información oficial sobre algunos temas debería ser más fluida y clara.

* El llamado y la titularidad que le ha dado, en algunos momentos, a jugadores sin los méritos suficientes para ser tenidos en cuenta.

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