
Los temores que rodean un abuso o acoso sexual
Casos de mujeres que señalan a Alberto Salcedo, Ciro Guerra y docentes de Unimag invitan al análisis profundo de una problemática.
Las acusaciones de supuestos acosos y abusos sexuales formuladas por varias mujeres contra el cronista Alberto Salcedo, el cineasta Ciro Guerra y tres profesores de Cine de la Universidad del Magdalena ponen sobre la mesa el debate acerca de las posiciones de privilegio de un género sobre otro.
Tres especialistas en materia de género consultadas coinciden en la necesidad de denunciar, pero también en la obligación de la sociedad de no revictimizar a las mujeres que han sido vulneradas en su libertad sexual.
Carmen Mendivil, investigadora y consultora en equidad de género, explica que las denuncias tienen dos razones. Una, identificar y coartar el abuso de poder del acosador, ya que “una vez que está en la mira es difícil que siga con la postura opresora”; y la otra, evitar que se registren más víctimas.
De acuerdo con Mendivil, la sanción moral debe ser ejemplarizante para promover una cultura de respeto y cumplimiento de la ley “siempre que dicho comportamiento ya haga parte de un delito consignado en la legislación”.
La especialista en temas de equidad de género explica que las víctimas llegan a sentirse intimidadas por la posición de poder de su agresor, llegando a pensar que si no cumplen sus caprichos pueden verse afectadas en su vida profesional.
“Imaginemos, por ejemplo, a una estudiante de último semestre que está haciendo sus prácticas y se encuentra frente a un personaje con trayectoria y reconocimiento. Negarse, para ella, puede significar que arruine su carrera, le haga pasar vergüenza porque no dio la talla ante ese personaje importante que todo el mundo admira”, describe Mendivil.
Para la docente, luego de experimentar este tipo de eventos, es muy difícil que la afectada se reconozca como víctima y para hacerlo debe “romper varias barreras internas”.
Greys Jiménez, psicóloga que ha trabajado con víctimas, afirma que “lamentablemente el abuso y el acoso sexual son experiencias comunes en casi todas las mujeres, en sus variadas formas en que se presenta en la vida social”.
¿Por qué no denuncian?
Jiménez explica que el principal motivo por el cual las mujeres no denuncian a tiempo es porque el abuso ha sucedido en un contexto de relación desigual de poder respecto a su victimario, quien “por lo general ostenta una posición de autoridad, prestigio público y reconocimiento frente a la inferioridad de las víctimas quienes son asistentes, estudiantes, practicantes, etc”.
La psicóloga explica que las víctimas llegan a sentir miedo de perder el semestre, su puesto de trabajo o hasta poner en riesgo su propia reputación.
Otro de los puntos que toca Jiménez es el prejuicio que existe alrededor de que una mujer hable de manera tan abierta sobre un tema sexual, ya que existe una cultura que “permite y justifica” estas conductas en los hombres, bajo un “manto de conquista y deseos que no pueden reprimirse, sumado a la consideración del cuerpo de las mujeres como un objeto al que se puede acceder” y una generalizada percepción de que ellas deben tener una actitud puritana.
“Bajo este hecho cualquier acto que demuestre cierta autonomía o libertad (como tomarse unas cervezas, acceder a entrar al apartamento del hombre, etc) es suficiente para desprestigiarla y negar el valor de sus denuncias”.
Por otro lado, Jiménez indica que el miedo a no ser escuchadas hace que muchas mujeres se abstengan de denunciar.
“Temen que su testimonio no sea creíble y que esto las lleve a ser señaladas o incluso culpadas. Por eso vemos en los casos citados que el problema se evidencia cuando no es solo una persona la que denuncia, sino un grupo”.
Denunciar. La abogada Flor Borda, del Movimiento Amplio Social de Mujeres, afirma que es importante hacer visible esta problemática para que se desarrollen políticas públicas en torno a la prevención y “atacar este fenómeno”.
“Muchas de las instancias competentes no tienen un enfoque de género”, indica, por lo que considera que las víctimas se ven expuestas a una revictimización.
De acuerdo con la jurista, también defensora de derechos humanos, lo ideal es instaurar una denuncia ante la Fiscalía para activar la ruta y de esta forma iniciar el proceso contra el presunto abusador.
De acuerdo con la miembro del Amplio Social de Mujeres, los colectivos, debido a la falta de garantías judiciales han acudido al escrache”, una forma de manifestación pública en la que exponen al presunto agresor. Este tipo de acción se ha visto también reflejada a través de las redes sociales, donde muchas mujeres han dado a conocer las situaciones de las que han sido víctimas de abuso o acoso encontrándose con otras que han experimentado lo mismo.

En junio, el cineasta Ciro Guerra fue acusado por dos periodistas por acoso y abuso sexual. La denuncia fue hecha a través del portal web feminista ‘Las Volcánicas’. Según la investigación dada a conocer por las periodistas Catalina Ruiz Navarro y Matilde Londoño, los hechos se registraron entre 2013 y 2018.
Luego de darse a conocer las acusaciones, el cineasta publicó un video desmintiendo los señalamientos.
De acuerdo con los testimonios recogidos por las periodistas, las situaciones de acoso se presentaron en reuniones, fiestas, citas de trabajo, festivales de cine y durante el rodaje de algunas películas.
Según Navarro y Londoño, las presuntas víctimas no quisieron entablar ningún tipo de acción judicial por temor a una “revictimización”.
Esta semana se dio a conocer que las periodistas de ‘Las Volcánicas’ fueron citadas a procesos de conciliación que fueron fallidos, pero además fueron llamadas a rendir indagatoria en la Fiscalía.
En su momento Ciro Guerra afirmó que acudiría a las instancias de ley necesarias para proteger su honra, dignidad y buen nombre. Hay que recordar que el cineasta fue atacado en redes sociales una vez fue dada la noticia sobre los supuestos abusos.

El cronista barranquillero Alberto Salcedo Ramos fue objeto de acusaciones de presunto abuso sexual por las periodistas Alejandra Omaña (Amaranta Hank en la industria del porno) y Angie Castellanos.
La acusaciones contra el escritor se dieron a conocer en el canal de Youtube de Las Igualadas, de El Espectador. De acuerdo con el portal, la investigación se basó en siete testimonios de diferentes mujeres que acusaron a Salcedo de valerse de su prestigio para llevarlas a practicar actividades sexuales en contra de su voluntad.
El cronista respondió en un comunicado a través de su cuenta de Twitter afirmando que los hechos narrados por Omaña y Castellanos se dieron en una “relación de adultos”.
En la cuenta de Twitter de Las Igualadas se expresó que debido al video en el que se hicieron públicas las denuncias, 15 mujeres más se animaron a contar sus testimonios. Debido a la situación suscitada por el video, Salcedo Ramos contrató a un equipo de juristas para defenderse y estudia emprender acciones penales y civiles en contra de El Espectador, medio que acoge a Las Igualadas y que para él lo condenó antes de escuchar sus argumentos o someterse a juicio ante las autoridades competentes.

Por: Agustín Iguarán
Un escándalo por denuncias de acoso y abuso sexual se dio a conocer en la Universidad del Magdalena. Tres profesores del programa de Cine y Audiovisuales son acusados por varias estudiantes por estos delitos.
Los casos aparecen registrados en un informe de un colectivo de estudiantes y egresadas de la facultad llamado ‘Yo denuncio cine’.
Durante varios meses, el colectivo se dio a la tarea de recopilar los testimonios de varias afectadas dando como resultado un documento de
31 páginas en el que se registran cerca de 39 casos de acoso y abuso contra mujeres de este programa.
Tres profesores de dicha facultad están involucrados en 14 de los 39 casos.
Las mujeres del colectivo le solicitaron a la Universidad del Magdalena asumir un proceso de investigación sólido con acciones radicales.
El rector de la universidad, Pablo Vera, al conocer la situación pidió que de inmediato se tomaran medidas disciplinarias preventivas para frenar dicha problemática. Así lo hizo saber por medio de un comunicado de prensa emitido a la opinión pública.
“Internamente con el fin de prevenir la revictimización y garantizar su debido proceso, los docentes que se mencionan en estas denuncias han sido separados de su vínculo con estudiantes y una vez se avance en la investigación y de acuerdo con los resultados procederemos a definir su desvinculación definitiva o terminación del contrato que corresponda”, reza en el comunicado.
El directivo manifestó su respaldo a las víctimas y les ofreció disculpas.
El académico también le manifestó a la comunidad estudiantil que será drástico con las medidas que se van a tomar.
Vera recalcó que debido a la situación presentada no se puede estigmatizar a todo el cuerpo docente, al considerar que muchos de ellos son profesionales respetuosos con sus estudiantes.
“La mayoría de nuestros docentes son íntegros, respetuosos y asumen la labor de enseñanza como un proyecto de vida en el cual sabemos que muchos de los hijos de las personas de la sociedad confían en nosotros para recibir la mejor formación posible”, concluyó.