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Mascotas

Pirotecnia, una amenaza mortal para las mascotas

Por culpa de las detonaciones los animales de compañía pueden sufrir alteraciones en su ritmo cardiaco que desencadenen en su muerte.

Según los especialistas, las detonaciones por pólvora afectan directamente el sistema nervioso de las mascotas. Desde cuadros de ansiedad hasta crisis cardiacas pueden sufrir los animales en estas fechas en las que algunas personas utilizan la pólvora para celebrar las fiestas de fin de año.

El médico veterinario Roberto Muñoz Caparroso explica que tanto perros como gatos que no están acostumbrados a los estruendos de la pólvora son los que más afectados se ven en esta época.

El experto indica, por ejemplo, que los caninos al tener una capacidad auditiva mucho más sensible que la de los humanos son propensos a asustarse con ruidos como los de la pólvora o los truenos.

“Los ruidos que a nosotros nos divierten, como el de la pólvora, a ellos los estresan. Sobre todo cuando no nacieron en temporada de esos ruidos”, explica.

Es decir, cuando un perro nace en diciembre o en temporada de lluvias, cuando se presentan rayos y truenos, nace acostumbrado a estos fuertes estruendos porque “socializa” con ellos, mientras que uno que no lo ha haya hecho se asustará cada vez que los escuche.

Consecuencias

El desasosiego es un productor de daño en los riñones, según Muñoz. El especialista afirma que por culpa del miedo los perros pueden desarrollar cuadros de insuficiencia renal.

Además, estos animales de compañía, como consecuencia del mismo miedo, pueden sufrir inmunodepresión, razón por la cual sus defensas se debilitan y quedan propensos a otras enfermedades. En casos más graves podría causarles la muerte.

De acuerdo con Muñoz, en los gatos también se pueden presentar estas circunstancias pero en un menor grado, ya que como especie son menos sensibles.

El médico veterinario Deiby Iriarte, explica que no todos los individuos, refiriéndose a los animales de compañía, reaccionan de la misma forma ante “este tipo de estímulos”.

“Algunos solo pueden manifestar una leve intranquilidad mientras que otros pueden presentar un cuadro de ansiedad bastante marcado”.

Coincide con su colega Roberto Muñoz en que la pirotecnia afecta mucho más a los perros porque su sistema auditivo está mucho más desarrollado.

“Ellos distinguen sonidos mucho más leves que pueden ser imperceptibles para nosotros los humanos, así que ya se puede uno imaginar cómo perciben ruidos como el de la pólvora”, explica.

Según Iriarte, cuando un perro escucha una detonación de este tipo  puede quedarse paralizado, ponerse ansioso, temblar, aumentar su respiración, entre otras señales. Afirma que en casos más graves también se pueden presentar síntomas cardiacos.

“Un paciente sometido a esta alta tasa de estrés puede presentar una liberación alta de adrenalina. Este neurotransmisor puede generar un aumento de la frecuencia cardiaca que no es nada buena y es muy delicada. También puede darse una liberación de cortisol por el estrés, causando un aumento de la presión arterial”.

¿Qué hacer?

 Iriarte explica que ante una situación como esta, los cuidadores deben optar por una actitud calmada para brindarle seguridad a las mascotas.

“Uno no debe asustarse por la conducta que está manifestando el animal, siempre hay que mantener la calma para trasmitir esa sensación. Hay muchas cosas que podemos hacer en la casa como tratar de disminuir la entrada del sonido cerrando puertas y ventanas o yendo a un lugar donde el sonido no se escuche tan fuerte”.

Desde la Sociedad Protectora de Animales de Barranquilla afirman que las noches del 24 y 31 de diciembre es cuando más animales domésticos se extravían. “Los animales en su miedo y desesperación huyen en silencio y no vuelven a aparecer”, afirma la organización.

Impacto en otros animales

Los especialistas indican que todas las especies se ven afectadas por el ruido de la pólvora. En el caso de las aves, por ejemplo, cuando escuchan los fuertes ruidos pueden abandonar sus nidos y dejar a sus crías solas.

Otra de las consecuencias es que las aves que estén en proceso de migración al encontrarse con juegos pirotécnicos se desorientan y en el peor de los casos mueren.

El jefe del Departamento de Biología y Conservación de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, Christian Olaciregui, explica que las aves migratorias tienen unas rutas establecidas por lo que la interrupción por culpa de la pólvora es grave. “También hay un riesgo por impacto físico y otra afección por el estrés que causa la luz y ruido de la pólvora”, indica. Esta situación también podría desencadenar en la muerte de los animales.

El biólogo especialista en análisis y gestión ambiental de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), Joe García, también apunta a que la pólvora afecta a cualquier animal, desde mamíferos hasta aves, además aclara que el impacto en una determinada zona dependerá del punto desde donde se den las explosiones.

“La pirotecnia afectará a las aves que estén dentro del radio de acción de la explosión”, dice.

Vía Parque Isla de Salamanca es reconocido por ser un aeropuerto internacional de aves. Ahí reposan especies endémicas y exóticas y las detonaciones de la pólvora podrían afectar las dinámicas biológicas de los animales que allí habitan.

Para García, Parque Isla de Salamanca es un sitio que usan las aves y otras especies de fauna silvestre como refugio y “obviamente” se van a ver afectadas por las detonaciones en Barranquilla.

“Cualquier ruido o estropicio que se ocasione por causa de la pirotecnia afectará toda el área de influencia hasta donde los animales puedan captar el ruido que este produzca. La afectación es para cualquier animal y si la onda llega hasta Vía Parque Isla Salamanca los animales que estén allí se verán afectados”, puntualiza. 

¿Cómo manejar estas fechas con los perros?
123RF

De acuerdo con el Pet Food Institute, la capacidad auditiva de un perro es de 60 mil ciclos por segundo, es decir que es tres veces más alta que la de un humano y esto le permite captar sonidos a altas frecuencias. Los perros tienen la capacidad, además, de captar grandes densidades de onda por segundos, esto les permite escuchar los sonidos emitidos por animales como ratas y murciélagos que son casi imperceptibles al oído humano.

“En cuanto a la percepción de sonidos distantes, los perros pueden detectar vibraciones muy débiles a una distancia entre cuatro y cinco veces mayor que un ser humano”, indica la entidad.

El sufrimiento en esta época del año para los animales de compañía es casi inevitable, afirma el Pet Food Institute.

A través de la comida se puede lograr, según el instituto, que la mascota no se vaya de la casa, por eso recomienda que la noche de las celebraciones especiales el animal tenga alimentos que hagan parte de una dieta balanceada.

“Para evitar que la mascota se escape debe ofrecerle un lugar aislado y seguro”, recomienda.

El instituto desaconseja que los cuidadores le ofrezcan a sus animales las sobras de las comidas navideñas.

La proteccionista independiente Carolina Ragazzon, de la ONG 24Con, explica que algunos tenedores optan por ofrecerle calmantes a las mascotas con el fin de que se “tranquilicen un poco”, pero para esto el cuidador debe haber llevado a la mascota a su veterinario para que sea este quien determine cuánta es la cantidad de tranquilizante que se suministrara.

“Los calmantes tienen que haber sido identificados y testeados por el veterinario. El especialista debe determinar las dosis, pero antes debe probarlo en un ambiente tranquilo”, indica.

Otro de los consejos que ofrece la especialista es que a los animales no se les debe tener en brazos durante las detonaciones porque por estar nerviosos pueden ser capaces de morder a sus cuidadores por instinto.

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