Mascotas: dolencias más comunes en la pandemia
Infecciones en la piel, en los oídos y trastornos digestivos son los más comunes. Veterinarias hablan de su situación y adaptación.
Mientras muchos de los servicios que utilizamos para el cuidado de nuestras mascotas no se encuentran disponibles y otros se siguen ofreciendo, pero de diferentes maneras, en casa nos ha tocado asumir varias de estas tareas para no descuidar sus rutinas de aseo y chequeos médicos.
Ese recambio ha afectado a la mayoría de lugares especializados en la atención de nuestros mejores amigos. Uno de esos es el hospital veterinario y peluquería MediVetz, ubicado en la carrera 59c con calle 79, que se vio en la obligación de cancelar los servicios de belleza por orden del Gobierno y reacomodar los horarios y métodos de atención clínica.
“Estamos trabajando de 8:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, y en la medida de lo posible manejamos lo que más se pueda por domicilio”, manifiesta el veterinario Belisario Roncallo. “La idea es que en caso de una emergencia se comuniquen con nosotros en ese horario y en caso de vacunaciones o casos de animales con vómito, diarrea o algún caso de dermatología, los vamos programando a una hora determinada”.
Sobre los casos más comunes que ha recibido en cuarentena, Roncallo señala que han sido trastornos digestivos y por ansiedad. En el primer caso se trata de dilucidar si es indigestión por comidas inapropiadas o si es un tema parasitario. En el segundo caso —explica— hay que identificar si la sobre atención sea la causa de su ansiedad, pues están todos los miembros de la familia mucho más tiempo en casa y eso afecta a algunos perros y gatos.
El experto profundiza en que se puede identificar el malestar en nuestro animal por cambios en su comportamiento o manifestaciones físicas como tener la cola retraída debajo de las patas, o el manejo de rutinas diferentes. También cuando se esconden mucho debajo de las camas, por ejemplo.
Igual que antes
Christian Pupi está igual de activo que antes de la cuarentena con sus servicios a domicilio en su negocio iPet, solo que ahora agenda citas previas y organiza rutas diarias para así solo salir y regresar a casa una sola vez.
Sobre los métodos de atención asegura que cumple con todos los requisitos de bioseguridad como guantes, tapabocas, desinfectantes y alcohol, y en la medida de lo posible atiende a las mascotas en la recepción de los edificios. Cuando son casas los examina afuera, si así lo determinan los amos.
“Son muy pocos los lugares en donde no me han permitido ingresar a las casas y eso ha sido por la comodidad del animal, porque no quieren que se les atienda al aire libre”, explica.
Pupi manifiesta que se ha encontrado con animales que presentan afecciones en la piel o en los oídos debido a malas prácticas a la hora del baño.
El veterinario y zootecnista reconoce que entre los dueños de las mascotas que ha atendido hay muchas inquietudes sobre la transmisión del coronavirus entre perros, gatos y humanos. Al respecto la OMS ha sido clara al informar de que no hay evidencia científica que señale que los animales transmitan a los humanos el virus, pero sí de estos a las mascotas.
Roncallo y Pupi coinciden en que sienten que la situación actual se va a extender por varios meses más y recuerdan que hasta el momento los servicios de peluquería están totalmente cancelados, mientras que las clínicas seguirán atendiendo solo emergencias o temas muy puntuales con el debido cuidado y recomendaciones que haya que seguir.
Guarderías
‘Como perro por su casa’ es una guardería en la que cuidan perros aún en esta cuarentena. Mónica Ortiz, su propietaria, tiene cuatro en este momento, de los cuales dos se los enviaron después del primer ciclo de cuarentena, pues sus amos son personas consideradas de alto riesgo y que les preocupaba no poder pasear a sus canes ni darles los cuidados necesarios. Los otros dos se quedan con ella varios días, hasta una semana, porque sus dueños no quieren que pierdan sus rutinas de socialización con otros animales.
“Cuando los recibo les limpio las patas, los collares y estoy muy pendiente de jugar con ellos, darles su comida”, explica Ortiz. Además, muestra preocupación sobre el futuro de este sector de la economía porque “las guarderías van de la mano del placer del humano y si no pueden viajar, por ejemplo, los perros no las necesitarán”.
