Ornela: por el milagro de una nueva familia
“Las terapias han sido muy buenas para seguir fortaleciéndonos”, dice Ornela Torregrosa, madre de Breiner y Lucas.
El recuerdo de sus hijos Breiner y Lucas José, de 8 y 4 años, respectivamente, mantienen viva a Ornela Torregrosa Pérez. Aunque reconoce que físicamente no los tiene, asegura que espiritualmente están donde quiera que ella se encuentre.
El siniestro del bus de Fundación, hace un año, la dejó sola con su esposo Breidis Rocha. Habían acordado no tener más hijos y ella se esterilizó.
Hoy, espera que Dios y la ciencia hagan posible el milagro de volver a procrear. En ese afán será intervenida quirúrgicamente para reconstruir sus trompas de Falopio. “Tengo que empezar a escribir un nuevo futuro; quiero formar una nueva familia”, manifiesta.
En el barrio Los Rosales, al suroeste de Fundación, en la casa que le regaló el Gobierno Nacional, se pasa largas horas atendiendo un negocio de bisutería y miscelánea, pero también criando sus 30 gallinas ponedoras. Mientras tanto, Breidis trabaja la ebanistería con contratos a domicilio.
En los momentos de soledad –que son muchos– Ornela echa la vista al pasado y es entonces cuando se vuelven los remolinos de sentimientos que la confunden. Es en ese momento cuando toma los consejos de sus psicólogas, Sandra y Julieth, y en una libreta redacta cartas a sus dos hijos. Cartas que solo ella lee.
Ornela, cuyo nombre significa la que trae la Paz, según la Biblia, acepta que la ayuda sicológica que ha tenido durante un año “ha sido clave” para soportar tan duro golpe. Escuchar a las profesionales, con quienes tiene terapias por separado dos veces al mes, ha sido fundamental en el proceso de fortalecimiento mental y espiritual.
“Ellas han sido, no solo para mí sino para todas las familias afectadas, el mejor apoyo que hemos tenido”, precisa la mujer.
Recuerda que antes iba todos los días al cementerio, hoy, por los consejos de las psicólogas, lo hace los domingos, acompañada de su esposo.
“Ellas siempre nos han inculcado que aunque sintamos que todo perdió su sentido, debemos tener presente que siempre habrá alguien en quien apoyarnos”, explica.
Por eso afirma que en “medio del cúmulo de angustias” que ha vivido encontró la “fuerza para luchar y salir adelante”. Este es su propósito sin olvidar lo que sucedió.
La cría de gallinas ponedoras es uno de los negocios que le permiten a Ornela Torregrosa subsistir. Foto: José Puente Sobrino.
