
El Parque Tayrona se va de descanso por un mes
El próximo 28 de febrero reabrirá sus ‘puertas’ al turismo. Cuatro pueblos indígenas harán limpieza, sanación y protección ambiental.
A partir de hoy y hasta el 28 de febrero el Parques Nacional Natural Tayrona, PNNT, cierra sus 'puertas' al ingreso de turistas. Se trata de darle un descanso al área protegida y se hace a solicitud de los cuatro pueblos indígenas Kogui, Wiwa, Arhuaco y Kankuamo, pertenecientes a la Sierra Nevada de Santa Marta.
Durante este lapso los aborígenes realizarán los procesos culturales de limpieza, sanación y protección ambiental y espiritual.
Además, la estrategia, concertada entre los pueblos indígenas y la entidad ambiental, busca darle un respiro a la fauna y flora del lugar y así permitir la regeneración de los procesos naturales de las playas, los ecosistemas y las especies que habitan.
Luz Elvira Angarita, directora territorial Caribe de Parques Nacionales Naturales de Colombia, informó que “gracias a los cierres realizados durante los últimos tres años, se ha podido verificar la recuperación de los suelos, arroyos, quebradas, zonas acuáticas y del aire; también la disminución del estrés de los ecosistemas y el aporte a la naturaleza, que por esa época del año enfrenta una temporada seca”.
“Es un mes de descanso y silencio que contribuye a los procesos de resiliencia de los diferentes ecosistemas terrestres y marino costeros del área protegida, lo que permite que se mitiguen las perturbaciones asociadas con el ecoturismo y aporte al mantenimiento de sus funciones en condiciones naturales”, precisó.
Datos
El PNN Tayrona hace parte constitutivas del territorio ancestral, y en él se encuentran los puntos de Línea Negra y los sitios sagrados, que se deben proteger y respetar, por tanto, las comunidades indígenas realizan sus pagamentos.
Durante el cierre los funcionarios del Parque realizarán recorridos de prevención, vigilancia y control, al igual que actividades de monitoreo de especies con importancia ecológica, como el paujil, caimán aguja y mamíferos como el jaguar.
Durante el cierre en sendero y playas transitadas por visitantes aumenta el avistamiento de estas especies.
Febrero para el área protegida, según datos del IDEAM, representa el mes más seco del año, por ello medidas de manejo como el cierre permiten la mitigación de los posibles efectos de esta condición climática acentuada por el cambio climático.
Es así como se realizarán actividades de restauración de ecosistemas marinos, tales como como instalación y mantenimiento de guarderías de corales de especies que se encuentran altamente amenazadas por el calentamiento global.
Además, jornadas de captura y extracción del pez león, que es una especie invasora predadora voraz de especies de peces, crustáceos y moluscos de los ecosistemas marinos.