El Heraldo
El ‘mello’ Luis Escorcia enhiela algunos pescados en la plaza del mercado público de Barranquilla.
Barranquilla

"Si no entran camiones esta semana no habrá qué vender": trabajadores del mercado

Desabastecimiento de frutas y verduras comienza a ‘golpear’ la Región Caribe. Granabastos, la Plaza del Pescado y el Mercado Público de Barranquilla registran escasez de productos.

‘Los mellos’ Hugo y Luis Escorcia, de la Plaza del Pescado, están tan acostumbrados al olor de la mojarra que ya no lo sienten. Trabajan todos los días desde hace tres años en la venta, y de ver tanto pescado dejaron de comerlo. Sin embargo, el día que “no nos llegue la mercancía, ahí sí nos hará falta”, reconocen rápidamente.

Ese día, consideran “puede que esté cerca”. Ayer en la plaza se esperaban 200 toneladas de pescado, pero las consecuencias del paro camionero, que hoy completa 38 días, comienzan a salpicar con más fuerza a Barranquilla y, por eso, sólo recibieron 70 toneladas. De 20 camiones con mercancía que llegan normalmente, tan sólo arribaron 7.

“El desabastecimiento nos está perjudicando mucho. Hasta ahora hemos mantenido los precios estables, pero si esta situación continúa, entonces llegará el día que no tengamos qué vender”, advierte Jhon Manuel Gutiérrez, presidente de la Cooperativa Multiactiva de Distribuidores de Pescado y Mariscos, Coodipez.

La mojarra lora y la roja son las que comienzan a escasear más rápidamente. La libra de la primera se encuentra en estos días a $3.750 mientras la segunda ya ha aumentado un 14%. Costaba $5.500 y hoy está a $6.250.

“Nosotros las empezamos a comprar desde las 2 a.m. y apenas abrimos los negocios, desde las 3 a.m., se comienza a vender todo y hasta se pelean porque casi no hay”, cuenta Hugo Escorcia, el menor de los hermanos.

Ambas especies son traídas del departamento del Huila, que constituye un 30% del abastecimiento total de la plaza y a donde “ya ningún camionero se atreve a llegar”.

Entre los socios de Coodipez comentan las historias de los camioneros. “Llegan con los vehículos apedreados, vueltos nada, y los productos que casi se les echan a perder”, cuentan.

 

Álvaro Cantillo retira las frutas dañadas del estante, en Granabastos.

Plan de contingencia

De acuerdo con el presidente de Coodipez, ya se está estudiando un ‘Plan B’ para mermar la situación y que no pase lo “insólito”... “¿te imaginas una plazade pescado sin el pescado?”, cuestiona.

Por eso sostiene que aumentar la importación de este producto es la estrategia que “permitirá combatir con el desabastecimiento”.

“Será pescado traído del Perú”, asegura. Cerca del 60% de este alimento es importado del país vecino, así como de Argentina y antes, gran parte de Venezuela.

Caso frutas y verduras

En el mercado público de Barranquillita, las cuentas, los precios y los pronósticos también alarman. Tomate y cebollín son los que mayor variación han tenido en su precio.
Cuando los clientes llegan al negocio ‘La esquina de Nairos’ prefieren “bajarle a la cantidad de su mercado”.

“La gente se lleva poquitico porque no le alcanza para tanto”, explica Nairos Ayala.

La caja de tomate (22 kilos), que antes les costaba $25.000 ahora la compran por $80.000. Es decir, subió 220% en tan solo una semana. El cebolín, por su parte, es 257% más costoso. La caja de 30 kilos estaba en $28.000 y ahora está en $100.000.

Click en la imagen para ver infografía. 

La maracuyá, la granadilla, la ciruela criolla, la zanahoria y la guayaba hacen parte de las frutas que más escasean en el mercado y que por lo tanto, tienen fijados precios que resienten el bolsillo del consumidor.

Adicional a esto, se suma la poca vida útil de los productos que llegan a la ciudad, puesto que son perecederos y “tardan mucho para venir, por lo que muchos se dañan rápido”, indica Álvaro Cantillo, mientras retira algunas manzanas dañadas de unos de los estantes de Nairos.

Cabe resaltar que gran parte de estos alimentos provienen de ciudades como Bucaramanga (Santander), Cali (Valle del Cauca) y Tunja (Boyacá), en donde el paro camionero ‘golpea’ fuertemente.

De acuerdo con Juan Camilo Jaimes, gerente de la Gran Central de Abastos del Caribe, Granabastos, se trata de un “desabastecimiento histórico” puesto que “es la primera vez que se siente la afectación”.

“Esta es la única vez que hemos visto entrar tan poquita mercancía. Hemos enfrentado paros, pero digamos que el campesino no tiene el músculo financiero para decir que no vende. Con esto la comida se está pudriendo”, aseguró Jaimes.

Destacó que la central esperaba recibir ayer 960 toneladas de alimentos, de las cuales solo llegaron 600. De esa cantidad, 400 toneladas debían corresponder a frutas y verduras, pero tan sólo recibieron 90.

Un camión entrega mercancía en Granabastos.

Impacto en regiones

En Cartagena, las alarmas por el desabastecimiento se encendieron en el mercado de Bazurto y los comerciantes de esta central mayorista evidencian una preocupación al ver que pasan los días y no se llega a un acuerdo con los transportadores en el país.

Tras 38 días de paro EL HERALDO comprobó en un recorrido por el mercado que los productos más escasos y caros son el plátano, la papa, la verdura, el tomate y la cebolla, que llegan del interior del país.

Ramiro Miranda, uno de los vendedores del mercado, ve con impaciencia que en su puesto comienzan a escasear los alimentos y con el paso de los días no ha logrado encontrar un buen precio para reabastecerse.
“Yo creo que termino de vender esta papa y tendré que cerrar y esperar que se arregle esta, situación porque la gente no está llegando a comprar al mercado”, comentó Miranda mientras ve que en la bodega solo le quedan tres bultos de papa.

Para un consumidor como Ramón Herrera la manera para mitigar el precio exagerado de algunos productos es buscar los más económicos o los que han mantenido su valor como el arroz.
“Ahora lo que debemos es cocinar más arroz y repartirle una cucharada más a la familia”.

Cerca de veinte tractomulas con ventanas rotas, llantas espichadas y múltiples golpes llegaron a comienzo de esta emana en la madrugada al mercado de Bazurto. Los camiones fueron custodiados en La Troncal de Occidente por tropas de la Infantería para evitar saboteos y que pudieran llegar así a la central mayorista.

Un vendedor en el mercado de Sincelejo muestra las pocas verduras que están en sus canastas.

Sincelejo

La escasez de los productos a causa del paro camionero ha llevado a que el 30% de los negocios del Mercado Público de Sincelejo no abrieran ayer sus puertas.

Pedro Jaraba, minorista, manifestó que diariamente ingresaban entre 10 y 15 camiones con alimentos y desde el paro no superan los tres.

Uno de los productos más escasos y caros es el plátano, antes el ciento costaba 60 mil pesos, en la actualidad tiene un valor de 480 mil pesos. De acuerdo con los minoristas hasta hace dos semanas se vendían 10 plátanos por 2.000 pesos, pero ahora se entregan 4 por el mismo valor.

“Antes del paro una libra de zanahoria tenía un costo de 400 pesos, sin embargo, ahora es de $2.000, lo mismo sucede con el plátano que tenía un costo de 150 pesos la unidad y ahora tiene un precio de 1000 pesos”, dijo Antonio Martínez, comprador.

Valledupar

De acuerdo con el reporte de la Central de Abastos de Valledupar, el ingreso de alimentos se redujo en 50% en esta capital, como consecuencia del paro camionero en el país.

Productos como la cebolla, tomate, cebollín, plátano y papa, empiezan a escasear en esta localidad con el consecuente incremento de los precios. 

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