
En 2010 en Barranquilla, se rompieron tristes tradiciones de las fiestas de fin de año: no hubo quemados ni intoxicados con pólvora, ni con licor adulterado, ni afectados con balas perdidas; y se redujo un 17% la accidentalidad, y un 30% las heridas con arma de fuego.
La pólvora volvió a regar su drama a lo largo de todo el país, pero casi toda la Región Caribe disfrutó de las celebraciones libre de su flagelo. No fue el caso de Cesar. El centro regulador de urgencias de este departamento reporta cuatro quemados por manipular pólvora en la temporada festiva.
El último caso se presentó el 31 de diciembre en el municipio de Pailitas. La víctima es un niño de 7 años que sufrió quemaduras de primer grado en la mano izquierda, tras agarrar un ‘tote’ que había lanzando un vecino. Los 3 primeros casos ocurrieron en Valledupar y Bosconia, durante la celebración de la Noche de las Velitas y la Navidad, el 24 de diciembre.
Cambio de hábitos. “Estamos sobrados, nos fue muy bien”, dice Luis Tapias, secretario Distrital de Gobierno, al dar a conocer el reporte de urgencias atendidas en Barranquilla.
Evidencia una drástica mejora respecto al año anterior. Entre el 24 y el 31 de diciembre del 2009 hubo cuatro niños heridos por tiros al aire. Además, estuvo a punto de morir Carol Jaraba, una bebé de dos años que pasó 23 días en una unidad de cuidados intensivos por llevarse a la boca un papel de ‘traqui-traqui’. Ese año también se conoció el caso de Wilmer, un joven de 14 años que se quemó la pierna con las llamas de un muñeco de año viejo.
Así mismo, en 2010 se atendieron 7 heridas con arma de fuego, frente a 10 registradas en 2009. Solo se presentaron 2 intoxicaciones por exceso de alcohol, mientras que en 2009 fueron 5. En cuanto a accidentes de tránsito se atendieron 58 pacientes, una disminución del 17% respecto a las 70 de 2009,
“La ciudadanía está dando un gran paso para mejorar su conducta frente a las festividades. Hay que mantenerse así, porque se aproxima el Carnaval”.
Barranquilla, excepción en el país
La Secretaría Distrital de Gobierno reporta que en la temporada navideña de 2010 se decomisaron en Barranquilla más de mil kilos de pólvora, gracias a las denuncias ciudadanas. “La clave fue la integralidad de los programas, se logró la integración de las autoridades”, dice Luis Tapia.
En 2007 en Barranquilla se habían reportado 10 víctimas de la pólvora: 6 niños intoxicados y 4 otros quemados. Y en total en los últimos 15 años se contabilizaban 72 víctimas.
El buen resultado de haber mantenido la cifra en cero en 2010, contrasta con el reporte nacional de la Dirección de Emergencias y Desastres del Ministerio de la Protección Social. Hasta el cierre de esta edición, en todo el país se habían notificado 124 casos de personas lesionadas por pólvora entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. De éstos 49 son menores de edad y 75 adultos.
El acumulado general de todo diciembre muestra un total de 447 casos. 222 son menores de edad y 225 adultos. Dos menores han fallecido. Antioquia, con 33 casos, y Valle, con 26, son las regiones más afectadas.
Fruto de campañas
Las alentadoras estadísticas de diciembre de 2010 son, según la Alcaldía, resultado del trabajo conjunto desplegado en Barranquilla por las Secretarías de Gobierno, Salud, Movilidad y Espacio Público y Control Urbano, con el apoyo de la Personería Distrital y la Policía Metropolitana. “Antes, cada Secretaría trabajaba por su lado. Este año propusimos un Plan Integral Navidad Segura, incluyendo las campañas de tiros al aire ‘Todo lo que sube baja’, y de ‘Entregue las llaves’. Consolidamos un solo plan. Todos los inspectores y comisarios se concentraron en control de pólvora y campañas de prevención”, dice Tapias.
Por Iván Bernal Marín
y Martín Elías Mendoza