Después de 5 años, Las Compuertas deja los cambuches
Fondo Adaptación y Gobernación del Atlántico entregaron ayer en Manatí, sur del Atlántico, 122 viviendas a damnificados de la ola invernal de 2010.
Después de cinco años del desastre en el sur del Atlántico por el rompimiento del Canal del Dique, los damnificados por la ola invernal de Las Compuertas, en Manatí, recibieron este viernes sus nuevas viviendas de manos del Fondo Adaptación y la Gobernación del Atlántico.
Fueron 122 casas entregadas a igual número de familias que, hasta ayer, salieron de las improvisadas viviendas que construyeron en 2010 con plásticos, vigas de madera y láminas de zinc.
El acto de entrega de los nuevos hogares empezó a las 2 de la tarde y contó con la presencia de funcionarios del Fondo Adaptación, el Ministerio de Vivienda y el gobernador del Atlántico José Antonio Segebre, además de otras autoridades del Departamento.
La mudanza
Los beneficiarios empezaron el trasteo desde bien temprano. Eso dijo el pescador Albeiro Rafael Orozco Llenera, damnificado que dejó la ola invernal de 2010 y quien recibió uno de los nuevos domicilios.
“Este 6 de diciembre iba a cumplir 5 años de vivir en un cambuche con mi familia. Pasamos un sufrimiento, pero gracias a Dios recibimos la vivienda. El gobierno tardó, pero me imagino que como el compromiso era grande por eso se demoraron en darnos la casita”, señaló Orozco Llerena.
El pescador luego señaló que iba a tratar de acomodarse con los cinco familiares que llegaban a ocupar la casa: su esposa, una hija y tres nietos. “Ya pasamos todos los chismes esta mañana (ayer). Ahora vamos a ver cómo hacemos para meternos todos en los dos cuartos que tiene la casa”, anotó.
Del pasado, cuando tuvo que salir de su vieja casa a causa de la inundación, Orozco recordó que fueron muchas noches de “mal dormir” e incomodidad.
“Teníamos que dormir con un ojo abierto y otro cerrado para que no se nos perdiera lo poquito que pudimos salvar. La otra dificultad que siempre nos agobió fue el calor”, recordó.
Luego, el hombre agradeció nuevamente la entrega del domicilio y los enseres donados por la Gobernación, representados en colchonetas, abanicos, tanques para almacenar el agua y bombillas ahorradoras de energía.
Juan Tejeda, otro habitante de Las Compuertas y que al igual que Orozco resultó beneficiado, manifestó que iba a ser una “odisea” acomodar a sus siete familiares en las dos habitaciones de la nueva vivienda.
“Por ahora vamos a ubicarnos para al fin dormir bajo un techo. Luego veremos si podemos ampliar la casa para pasarla mejor, vamos a ver si le hacemos otra pieza. Hay que pensar en 8 personas”, mencionó.
Rosario Díaz Ahumada, de 58 años y otra de las beneficiarias, se mostró agradecida por la nueva casa y expresó que a partir de ahora retomará “una nueva vida”.
“Yo perdí todo con la inundación. Estuve de un lado a otro, fui a una finca y después llegué a la casa de unos familiares. Pero hoy me siento alegre. El gobierno tardó, pero le agradecemos al Gobernador por su ayuda”, dijo Díaz.
Las casas
El gobernador José Antonio Segebre señaló que el número de beneficiarios de las 122 casas alcanzaba los 550 habitantes del corregimiento.
Sin embargo, mencionó que aún faltan otros habitantes de Las Compuertas que recibirán su vivienda antes del 24 de diciembre, fecha en la que calculó serán terminadas.
“Hoy (ayer) salen todas la familias. Pero quedan unas sin casas, que fueron las familias que con el tiempo se conformaron en los cambuches. Para estas estamos construyendo 27 casas adicionales. Para Navidad las mudamos”, aseguró.
Con una inversión que está por el orden de los $10.000 millones aportados por el Fondo Adaptación, el Banco Agrario y la Gobernación del Atlántico, cada una de las viviendas cuenta con una extensión de 45 metros cuadrados y un área por familia de 200 metros cuadrados. La urbanización está ubicada en un lote de 11 hectáreas.
Además de las casas, la urbanización cuenta con todas las obras de urbanismo, obras de mitigación del riesgo, parques con juegos biosaludables y juegos infantiles, cancha múltiple, senderos para lúdica y esparcimiento y un área para el cementerio. Además fue construida una vía de acceso a un costo de $2.000 millones, que comunica al sitio en donde estaban antes el asentamiento con el proyecto habitacional.
