Cristian Mercado"Tulia Martínez, directora del Voluntariado de las Damas Grises, observa con vergüenza una bandera de EspañaObjetos como sacados de los cuartos de San Alejo de los barranquilleros han ido a parar a la sede de la Cruz Roja, donde se están recolectando ayudas para los damnificados del Sur del Atlántico.
Recientemente los voluntarios que se encargan de seleccionar y empacar las donaciones quedaron sorprendidos cuando encontraron un antiguo vestido de novia en una de las tantas cajas que reciben a diario.
“¿Qué utilidad puede tener un vestido de novia para un damnificado por las inundaciones?”, pregunta con asombro Tulia Susana Martínez, directora del Voluntariado de las Damas Grises.
“Ayudas” absurdas como esa se encuentran por doquier en las bodegas de la Cruz Roja. Un disfraz de tigre, que sería perfecto para el Carnaval que se aproxima, es lo más exótico que enviaron con la supuesta intención de beneficiar a algún atlanticense afectado.
También han llegado vestidos de gala empolvados y tiesos como un cartón por lo viejos que están. “Parece que la gente estuviera aprovechando esta campaña para deshacerse de sus chécheres”, comenta la voluntaria Lisley Vargas Parody mientras empaca unos alimentos no perecederos.
Insensibilidad. La solidaria joven cuenta que ha recibido donaciones tan denigrantes como una caja llena de ropa interior usada. Contenía tangas brasileras manchadas, rotas y apestosas y calzoncillos en pésimo estado.
“Ese tipo de prendas —indica— únicamente sirven si son nuevas. Me parece inhumano que envíen esas cochinadas para los damnificados. Y lo peor es que la caja vino marcada con un letrero que decía: ropa interior usada”.
Además de esa desagradable sorpresa, Vargas también encontró un paquete con retazos de papel higiénico y varios jabones chiquitos, por lo que cree que la encomienda proviene de algún motel.
“Nos vemos obligados a utilizar guantes quirúrgicos porque uno no sabe con qué se pueda encontrar”, puntualiza.
Sobre esta lamentable situación la Directora del Voluntariado de las Damas Grises hace un llamado a los donantes para que antes de enviar cualquier ayuda se pregunten: ¿yo usaría esa prenda?
