Bocatomas de Suan, Campo de la Cruz y Ponedera, en alerta por bajo nivel del río Magdalena

Desde que el Ideam declaró la alerta roja por el bajo nivel del río Magdalena (2,08 metros), la Corporación Autónoma regional del Atlántico, CRA, indicó que realiza revisiones diarias en las captaciones de agua de los municipios del Atlántico, con el objetivo de tener siempre un diagnóstico en tiempo real.

Alberto Escolar, director de la entidad ambiental, advirtió a EL HERALDO que, debido a la disminución del nivel del río, las bocatomas que se mantienen en alerta por el estado crítico de sus captaciones son las de los municipios ribereños de Suan, Campo de la Cruz y Ponedera.

Están más hacia el sur del departamento y sus estructuras de absorción de agua pasaron de ser fijas a móviles. Cada vez que baja el río, son las primeras en verse afectadas por El Niño, y por ello son más propensas a sedimentaciones y reubicaciones.

“En Atlántico, el nivel de la estación San Pedrito (Suan), que nos referencia la entrada del río, está alrededor de los dos metros. El problema es que para esta época del año, empezando la fase fuerte de la sequía, debería estar un metro por encima porque vienen tres meses de lo mismo” explicó Escolar.

Según el seguimiento de la entidad ambiental, los municipios que dependen de la bocatoma de Barranquilla, como Soledad, Galapa, Usiacurí, Tubará, Piojó y Juan de Acosta, tienen “maniobrabilidad para ejecutar acciones” frente a la sequía, pero los ribereños como Suan son los más afectados.

Escolar aseguró que realizan un diagnóstico que permite tomar medidas inmediatas, como adecuaciones, limpiezas o captaciones rápidas, y agregó que ayer  ninguna bocatoma presentó sedimentación.

Pese a que el año pasado la Secretaría de Agua Potable del departamento hizo unos mantenimientos preventivos en los municipios de Suan, Campo de la Cruz y Ponedera, el subsecretario de Prevención y Atención de Desastres, Edinson Palma, afirmó que por estos días ese despacho realiza una revisión para determinar si se requiere otro tipo de intervención.

“Diez carros tanques del sistema departamental (Bomberos, Ejército, Policía, Cruz Roja, Gobernación) están suministrando agua a los municipios que lo necesiten. Ayer (martes) estaban suministrando en Repelón”, puntualizó Palma.

En las veredas donde no hay acueducto, sino que los campesinos subsisten de los reservorios, indicó, están brindando mayor atención.

Navegabilidad
Luego de recorrer ayer varios tramos del río, el director de la Cormagdalena, Luis Álvaro Mendoza, señaló que en este momento la navegabilidad en el afluente va desde el puente Pumarejo hasta la ciudad de Barrancabermeja, un tramo de 630 kilómetros.

“Estamos navegando, con restricciones, pero navegando. Hoy (miércoles) abrimos el espacio del kilometro 590 y el martes abrimos el de Puerto Wilches, en el kilómetro 600”, aseguró  Mendoza.

Sobre los trabajos de dragado dijo que recientemente tramitó una draga de gran calado que va a limpiar un pequeño bajo que se forma en la boca del canal de Barranquilla. La corporación está dragando en diez puntos, entre el municipio de San pablo y Barrancabermeja, desde el kilómetro 590 y al 630.

“Dragamos por servicio, no por metro cúbico. Esto apenas están empezando. Los dragados no van a parar, hasta que el fenómeno de El Niño mejore”, concluyó.

Bombeo y dragado
“Si no hay cambios sustanciales en el régimen de lluvias, el Río y los cuerpos de agua seguirán debilitándose”, indicó el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa.

El mandatario explicó que la Administración está adelantando las gestiones pertinentes para contratar el bombeo que permita mantener el equilibrio en los cuerpos de agua, especialmente en la ciénaga  El Guájaro, y agregó que el bajo nivel del río representa un riesgo para la conexión de los cuerpos de agua y el subsiguiente abastecimiento del ecosistema de pesca.

“Para atender este frente, vamos a mantener una disciplina muy importante de bombeo, que ya lo estamos contratando, especialmente para El Guájaro, a fin de poder garantizar unos niveles mínimos de recurso hídrico y sostener la flora y la fauna de ese gran cuerpo de agua”, puntualizó el gobernador.

De igual forma, sostuvo que se realizarán los dragados necesarios para evitar problemas de abastecimiento en los acueductos de los diferentes municipios.

El fenómeno de El Niño mantiene a la administración departamental en estado de alerta total y orientando todos sus esfuerzos para que no se altere el equilibrio ecológico en los cuerpos de agua, mantener los niveles de los mismos para la actividad de la pesca y garantizar el abastecimiento de los acueductos del Atlántico.

Disminución constante
En enero de 2013 hubo una fuerte temporada de sequía que, según pronósticos del Ideam, se extendería hasta mayo. La Oficina de Prevención y Atención de Desastres del Departamento, vio con preocupación como el descenso diario del río pasó de 6 a 16 centímetros. En julio de 2014 el Ideha indicó que el nivel del río, a la altura del corregimiento de Calamar, entre Bolívar y Atlántico, había descendido dos metros, de tal manera que el nivel del río era de 3,5 metros sobre el nivel del mar. En enero de 2015 el Magdalena registró el segundo nivel más bajo en cinco años, según la medición diaria de la estación San Pedrito de Suan. El 20 de enero de ese año el caudal marcó 2 metros con 77 centímetros,  1 metro con 38 centímetros menos que en la misma fecha de 2014.