Trasladan al hospital de Riohacha a dos sobrevivientes de la masacre de la Alta Guajira
Una anciana wayuu presenta fractura en el fémur de las dos piernas por el impacto de las balas. Autoridades preparan para este viernes una comisión en el sitio de la tragedia.
En el hospital Nuestra Señora de los Remedios permanecen desde este miércoles dos de las tres mujeres que fueron heridas a bala en el atentado que se produjo en una ranchería de la Alta Guajira y en la que resultaron masacrados dos adolescentes y dos adultos de una misma familia.
Los hechos, ocurridos la mañana del martes, fueron adjudicados a un grupo de encapuchados que llegó a una ranchería aledaña a Irraipa, corregimiento de Uribia,
Las dos mujeres habían estado desde el día de la tragedia en el hospital Perpetuo Socorro de Uribia, pero ante la imposibilidad de un tratamiento efectivo, fueron remitidas al Nuestra Señora de los Remedios, donde solo hay un ortopedista para una buena cantidad de casos.
Fabiola Montiel, de 17 años, tiene una herida de bala en el hombro izquierdo y una fractura en el húmero, al parecer por el efecto de un golpe al caer a tierra tras los balazos.
En otra cama del mismo centro asistencial se encuentra Rosario Apsana, una mujer que según los registros tendría 67 años, pero su estado físico es el de una anciana de no menos de 80 años de edad.
Apsana tiene heridas en la rodilla derecha y en la pierna izquierda. También presenta lesiones de bala que destruyeron parte del fémur en ambas piernas, según los primeros estudios realizados.
Sobre la otra mujer herida, Petronila Ipuana, se informó que tras la pérdida de la criatura que estaba en su vientre y la grave lesión que tiene en una de sus piernas, también con un balazo que por poco la amputa de manera traumática la pierna izquierda, sigue interna en la Clínica Maicao.
Este jueves, las autoridades civiles del municipio de Uribia donde se presentó la tragedia, se reunieron con policías y militares en un Consejo de Seguridad en el que se tomó la decisión de conformar una comisión en la que tienen asiento cada uno de esos organismos, más el personero de Uribia, las secretarias de Asuntos Indígenas del departamento y Uribia, con el objeto de desplazarse, si es posible desde hoy mismo a Irraipa donde se produjo la masacre.
El objetivo es hablar inicialmente con los familiares de los asesinados para recolectar información sobre móviles y autores y luego buscar la manera de propiciar un alto en la confrontación armada que está provocando este grave derramamiento de sangre.
