Ocho comunidades wayuu se toman vía férrea en protesta por operador del ICBF
Dicen que les presta mal servicio y no atiende a 400 niños.
Ocho comunidades wayuu se tomaron la línea férrea del Cerrejón, en el kilómetro 50 de la vía a Uribia, para protestar porque, de acuerdo con sus denuncias, unos 400 niños quedaron por fuera del programa de desarrollo infantil modalidad familiar del ICBF, porque no estaban de acuerdo con el operador.
Las comunidades de Palenstu, Patalu, Irruain, Ulipa, Walatshimana, Kaspolimana, Jepen y Kawastagiasmana exigen al ICBF que restablezca el servicio a los menores, que el operador que presta servicios en sus territorios lleve a cabo una concertación con ellos y que el servicio sea con enfoque diferencial étnico.
La líder Sara Pushaina afirma que Wuinpala fue asignada para que atendiera estas comunidades desde comienzo de año. “Prestó un mal servicio, porque daba los paquetes alimentarios de los niños cada tres meses y no les cancelaba los honorarios a los docentes y hasta la fecha no ha entregado lo correspondiente a octubre”, asegura.
Explica que después los pasaron a Fundesol sin concertación con las autoridades tradicionales. “Le dijimos al ICBF que queríamos elegir nuestro operador como debe ser, pero nos negaron este derecho”, indicó.
Agregó que el 31 de octubre pasado las autoridades tradicionales radicaron en la regional del ICBF de Riohacha una carta manifestando su inconformidad con que hayan designación al operador sin consulta previa, lo que, según ella, debe realizarse ante cualquiera decisión que se tome en sus territorios. “Después de adjudicado el contrato es que convocan a las autoridades para la consulta y de las doce unidades de atención, ocho nos opusimos”, indicó Pushaina.
Las comunidades que protestan dicen que Fundesol no cumple con los requisitos para atender a los niños wayuu, porque, según ellos, el operador debe ser de carácter indígena, que conozca sus usos y costumbres y que pueda ofrecer un servicio con enfoque diferencial.
“Un ejemplo de esto es que Fundesol ofrece leche en cajita o pan a los niños, mientras que un operador wayuu entrega Yajaushi de maíz o ahuyama y esta bebida es llevada todos los días a la comunidad para que sean consumidas recién hechas”, explicó la líder Celinda Vangrieken Epinayu.
Al cierre de la edición el ICBF no se había pronunciado.
