El Heraldo
La Guajira

Nueve años después se esclarece crimen de funcionaria de cooperativa de Riohacha

Por el hecho le fue dictada medida de aseguramiento a un hombre acusado de ser coautor del crimen, por el cual ya hay dos condenados, uno de ellos compañero de trabajo de la víctima, la cual iba a denunciar un desfalco de 200 millones de pesos en la entidad

El crimen de una funcionaria de la cooperativa Confiamos de Riohacha, se terminó de esclarecer con la medida de aseguramiento que le fue impuesta por un juez a John Jairo Bautista Romero quien fue acusado como coautor de este crimen por el cual ya hay otros dos condenados.

Este hecho ocurrió el 9 de diciembre de 2009, día en que esta capital se estremeció con el atentado del que fue víctima Ketty Karelia Ramírez Barros, una empleada de esa empresa, quien fue acribillada a balas por un pistolero que la esperaba a las afueras de su vivienda.

En 2010, en Valledupar fue capturado Luis Carlos Quintana Romero, quien confesó haber sido la persona que disparó en repetidas ocasiones contra la mujer, por orden de un hombre a quien identificó como Germán Alberto Fontalvo Jiménez, compañero de trabajo de la víctima.

Tras una investigación, este último  fue  capturado en agosto del 2017 en Soledad (Atlántico) y  ya se encuentra pagando una condena por este hecho.

La tercera persona involucrada en el asesinato era  John Jairo Bautista Romero, quien se entregó voluntariamente a las autoridades.

El día que fue asesinada a tiros, Ketty   se alistaba para presentar un informe financiero a los directivos de la cooperativa Confiamos, donde al parecer, iba a quedar al descubierto un desfalco de unos 200 millones de pesos.

En los hechos, estaban involucrados Germán Fontalvo, auxiliar contable de la entidad, y al parecer John Bautista Romero quienes en ese entonces eran concuñados.

Según el relato de la Fiscalía, por sugerencia de Germán,   Bautista abrió una cuenta en la entidad, a la que comenzaron a ingresar cantidades importantes de dinero, que poco a poco fueron afectando las arcas de la cooperativa.

Todo parece indicar que Ketty fue quien denunció ante los superiores el desfalco  y para salvar su responsabilidad presentaría el supuesto informe.

Dice la Fiscalía, según las declaraciones de los implicados, que Germán al verse en peligro llamó a su concuñado y este le dijo que tenían que quitarse ‘la piedra del zapato’ y que  él tenía a la persona indicada.

Luis Carlos Quintana confesó a la Fiscalía que se reunió en Riohacha con Germán Fontalvo y otra persona más. “Yo les pedí 11 millones de pesos, de los cuales me dieron $6’000.000 como anticipo y una foto de ella porque nunca la había visto”, fue el relato que hizo a las autoridades.

También reveló el sicario que desde el cinco de diciembre de ese año intentó ejecutar el crimen, y logró concretarlo el día nueve que era el último plazo.

En su versión, Germán Fontalvo aseguró que esa otra persona que se reunió con el sicario era John Bautista, quien hasta hace pocos meses ejercía labores como guardia de seguridad, laborando para varias entidades, entre ellas la Fiscalía en Riohacha.

A raíz de estos hechos, John contaba con una orden de captura vigente emitida desde el mes de marzo, y aunque se entregó de manera voluntaria, un juez de control de garantías determinó que lo más conveniente es que permanezca en un centro carcelario hasta que pueda demostrar su presunta inocencia, ya que no se allanó a los cargos de homicidio agravado y fabricación, porte y tráfico de armas de fuego.

Mientras avanza el proceso judicial, el juez del caso indicó que este es un mensaje para la comunidad, para que sepan que la justicia está actuando, y aunque pasen los años, el objetivo es llevar hasta las últimas consecuencias cada acto con el que se afecte la vida y la integridad de un ser humano, en este caso la nunca olvidada Ketty Karelia Ramírez Barros. 

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