El Heraldo
La Guajira

“A La Guajira lo que es de La Guajira y al Cesar lo que es del Cesar”

Las comisiones de Ordenamiento  Territorial de la Cámara y el Senado adoptaron el informe del Igac que resuelve, después de siete años de litigio, el diferendo limítrofe entre los dos departamentos.

La Guajira y el Cesar, departamentos vecinos, amigos, unidos por la cultura y la tradición musical del vallenato, los cuales dieron a luz los más grandes juglares y exponentes de este género, estaban en disputa.

Sin embargo, no fue el folclor vallenato el que los mantuvo enfrentados durante siete años, sino varios pedazos de tierra, entre las que está Carrizal, un corregimiento bautizado como la “tierra de poetas”, por el más célebre de sus hijos, el cantautor Diomedes Díaz, en su canción “26 de mayo”.

Ese diferendo fue resuelto y la tierra del Cacique de La Junta, seguirá siendo de La Guajira, así como los corregimientos de Veracruz y Potrerito que están en el municipio de San Juan del Cesar.

La decisión estuvo en manos de las comisiones de Ordenamiento Territorial del Senado y la Cámara de Representantes, que también otorgó al Cesar, los barrios Perú, Barablancal y Callejón del Rincón, del corregimiento de Patillal, que pertenece a Valledupar.

“Nosotros siempre nos hemos sentido guajiros”, afirma Rosa Elvira Díaz, la hija mayor de Diomedes, quien también explica que “mi papá siempre amó a La Guajira, se sentía orgulloso de ser de aquí y eso nos lo transmitió a nosotros”.

Sin embargo, el exrepresentante a la Cámara por el Cesar Juan Manuel Campo inició en el 2012 el litigio junto al concejal de Valledupar Wilber Hinojosa, precisamente porque afirma que “los habitantes de algunos corregimientos y veredas, se sentían sin arraigo, no sabían si pertenecían a La Guajira o al Cesar”.

 

Museo sobre la vida del Cacique Diomedes Díaz en el corregimiento de Carrizal, que fue ratificado como de La Guajira. Cortesía

Las pretensiones que tenía involucraban cerca de 8.079 hectáreas en cerca de 117 predios que hacen parte de la inspección de policía de Veracruz. Es decir, La Guajira cuenta con 20.848 km2 y el Cesar reclamaba como propios  80,7 km2 que se concentran en el municipio de San Juan del Cesar.

Después de conocer la decisión que benefició a La Guajira, el exrepresentante afirmó que las autoridades guajiras actuaron de manera decidida y comprometida para defender lo que consideraban suyo.

“Ese informe que elaboró el Igac fue en función de un ejercicio de defensa territorial  que hicieron los guajiros, pero también como resultado de la ausencia de una determinación por parte de nuestras autoridades, gobernadores, alcaldes, congresistas que no hicieron lo pertinente para defender nuestro territorio”, sentenció.

Campo se refiere al informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, con el que se definió el diferendo que mantenían La Guajira y el Cesar.

Según el representante guajiro Alfredo Deluque, quien hizo parte de la Comisión de Ordenamiento Territorial desde el 2010 hasta el 2018 y ha seguido de cerca el proceso, cuando los cesarenses presentaron la reclamación, la comisión de la Cámara solicitó al Igac llevar a cabo las diligencias técnicas y legales para solucionar el problema limítrofe.

Explicó que en el 2013 se iniciaron las diligencias de deslinde por parte del Igac y al año siguiente las partes presentaron sus propuestas, sobre las cuales no hubo acuerdo del límite común en terreno, por lo que se declaró cerrada la diligencia de deslinde.

En el 2015 el Igac presentó un informe técnico como propuesta para que se adoptara la decisión basada en pruebas presentadas por los dos departamentos y se redactó el borrador de un proyecto de ley.

El departamento de La Guajira y el municipio de San Juan del Cesar, aportaron pruebas y documentación conducente a demostrar la soberanía sobre estos territorios, tanto a nivel catastral como en la prestación de servicios de salud, educación, infraestructura y construcción de obras, para evidenciar la presencia institucional en la región.

Mientras que el departamento del Cesar y la Alcaldía de Valledupar no aportaron las pruebas suficientes que justificaran  sus reclamaciones.

Después de la decisión en el Congreso, La Guajira también reaccionó a través del gobernador encargado Wilson Rojas Vanegas quien manifestó “le dieron a La Guajira lo que es de La Guajira y al Cesar lo que es del Cesar”. Agregó que “somos dos pueblos hermanos, el acordeón entra por Riohacha y se aloja en Valledupar, por lo que los dos departamentos somos victoriosos. En Carrizal nació el máximo exponente de la música vallenata Diomedes Díaz y en Patillal, el maestro Rafael Escalona”.

Para recibir la noticia estuvo acompañado de un grupo de guajiros, entre los que estaba la representante a la Cámara por este departamento María Cristina Soto, quien también celebró la determinación tomada en las comisiones.

El alcalde de San Juan del Cesar  Luis Manuel Daza también estuvo en la reunión de las comisiones de Ordenamiento Territorial y agradeció por “esta decisión de entregarnos formalmente unos corregimientos que nos querían quitar cuando los guarismos indican que las obras realizadas allí son del departamento de la Guajira y del municipio del San Juan del Cesar”.

Dijo que estas poblaciones siempre han sido atendidas y lo van a seguir siendo ahora con más razón, “porque tenemos la legítima propiedad de dichos corregimientos aunque todo el tiempo hemos asistido a sus habitantes”.

En representación del Cesar intervino la asesora de Gestión Interinstitucional de la Gobernación, Karen Lobo. Ella expresó que “La Guajira y el Cesar siempre hemos sido dos departamentos hermanos que hemos vivido una cultura unánime y respetamos la decisión tomada, porque es claro que el corregimiento de La Junta siempre ha pertenecido a La Guajira, como Patillal al departamento del Cesar. Esperamos que ambos gobernadores hagan por sus pueblos así como el gobernador del Cesar, Franco Ovalle, no ha escatimado esfuerzo en elevar la cultura de Patillal”.

La ponente fue la senadora sucreña del Centro Democrático María del Rosario Guerra, quien dijo que la decisión “se basó en las costumbres de los pueblos y sus habitantes”.

Reclamación del Cesar

 Estas aspiraciones del departamento del Cesar no son nuevas, ya que en 1991 los constituyentes de ese departamento propusieron, a través de facultades especiales, ampliar el territorio para buscar una salida al mar afectando los intereses territoriales de La Guajira. La iniciativa no tuvo acogida y aunque logró discutirse en la Comisión de Ordenamiento Territorial no llegó a convertirse en norma.

Sobre la reiterada reclamación del  departamento del Cesar,  el exdirector de Planeación de La Guajira Cesar Arismendi, quien estuvo durante varios años al frente de las diligencias por el diferendo,  tiene  diferentes  hipótesis.

Según indicó, podría ser que el corregimiento de Patillal perteneciente al municipio de  Valledupar,  requiere  expandirse territorial y demográficamente para ser jurídica y administrativamente  elevado a  la categoría  de municipio y que de pronto Valledupar busque consolidarse como una región homogénea de la música de acordeón,   incorporando a Carrizal corregimiento de La Junta, como lugar emblemático en donde  nació  y se desarrolló musicalmente Diomedes Díaz, sobre todo por el auge que ha tenido en los últimos años en materia turística.

En esta hipótesis también cree Rosa Elvira Díaz, quien tiene en Carrizal una Casa Galería con los recuerdos de su padre Diomedes Díaz.

“El Cesar y La Guajira, son departamentos hermanos, compartimos una ruta folclórica y cada día es más el interés turístico en esta región, incluso en época del Festival Vallenato, los turistas se vienen para La Junta a visitar la tierra del Cacique”, aseguró.

Por eso se pregunta el por qué, si los límites existían desde mucho antes, el Cesar mostró interés en estas tierras guajiras solo hace unos años.

Arismendi también se aventura a decir que como Valledupar presenta una crisis de abastecimiento de agua, a través de  los poblados del piedemonte de la vertiente suroriental de la Sierra Nevada puede acceder a los 189 millones de m3  de agua  del río Ranchería existentes en la represa el Cercado.

“Es posible que a través de las áreas reclamadas,  el Cesar   buscara  la   articulación de las cuencas altas de los  ríos  Cesar y el Ranchería,   áreas que contienen  ricos yacimientos de carbón y gas, que son explorados y cuantificados  por la  Drummond”, añade. 

Explica que la primera hipótesis, parece aislada de las  otras tres. “Los territorios en donde se  encuentran los barrios El Perú, Baroblancal y el Campín, al norte del  arroyo La Malena que sirve de límite entre el Cesar y La Guajira,  están  vinculados social, económica  y políticamente al contorno urbano  de Patillal. Por la división territorial, esta población formalmente no es contabilizada como residente del poblado, que con su  incorporación aspira a cumplir con los requisitos para  ser municipio y  contar con una  administración territorial autónoma y sin la dependencia de Valledupar”, anota Arismendi.

El funcionario también explica que “lo que se estaba discutiendo eran los límites “tradicionales” y no “dudosos”, porque los límites vigentes existen por lo menos desde el año de 1976”.

En el informe del Igar, la cartografía oficial detalla con precisión los límites entre los dos departamentos y por lo tanto, no se puede considerar como dudosa, porque gráficamente no hay dudas, los límites son claros en todas las escalas, y a la falta de una descripción normativa del límite, se acepta la tradicional presentada por el Igac en su cartografía como límites oficiales claramente definidos.

Incluso después de que el organismo presentara su informe y la  Comisión de Vigilancia del Proceso de Descentralización y Ordenamiento Territorial del Senado no se pronunciara sobre el tema, este adoptó lo informado como límites provisionales en la cartografía  nacional, proceso que se cumplió y que se incluyó en las páginas web del Dane y del Igac, donde se pueden consultar.

Finalmente la decisión se tomó y ahora se espera que la ponencia vaya a las plenarias de Senado y Cámara para su estudio.

Casa galería que tiene Rosa Elvira Díaz, la hija de Diomedez Díaz en Carrizal.
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