Capturan a los Rastrojos de Cali dedicados a extorsionar a comerciantes
Los delincuentes jefes operan desde las cárceles y en cada ciudad utilizan delincuentes para ablandar a sus víctimas
Cinco personas, entre las que figuran tres mujeres, fueron capturadas en operativos desarrollados por la Policía Nacional, Gaula y la Fiscalía General de la Nación en conjunto con el CTI, logrando desvertebrar una banda que estaba dedicada a la extorsión.
Dicha estructura delincuencial estaba liderada —según por las autoridades— por sujetos que se encuentran detenidos en cárceles, principalmente del interior del país, desde las cuales se mueven y terminan doblegando a sus víctimas hasta obligarlos a hacer giros millonarios.
La aprehensiones se concretaron gracias a la denuncia de varias víctimas de extorsión.
El operativo para capturar a estas personas fue realizado de manera casi simultánea en las ciudades de Barranquilla, Armenia, y Ocaña Norte de Santander, con cinco diligencias de allanamiento, que permitieron la captura por el delito concierto para delinquir agravado y extorsión.
La orden de captura fue emanada del Juzgado Segundo Penal Municipal con Función de Control de Garantías Ambulante de Riohacha.
De este estructura criminal se dijo que era integrada por Brayan Adam Pedrozo Issa, Diana Milena Toro Contreras, Edy Johana Sánchez Sanguino, Erika Yanid Manzano Pérez Y Luz Marina Osorio Marín.
Estas personas, hoy capturadas, hacían llegar panfletos a las tiendas y locales comerciales, posterior a ello realizaban disparos a estos locales, con estos estos actos delictivos buscaban doblegar y presionar los pagos de exigencias económicas a los comerciantes.
Cuando ya habían sumido en la zozobra y la incertidumbre a sus víctimas, realizaban llamadas telefónicas y mensajes desde la aplicación de whatsApp.
Las exigencias económicas que hacían no eran muy aterrizadas pues oscilaban en un valor de $ 5.000.000 hasta $ 15.000.000 a cambio de no atentar contra de la vida de los familiares o de las mismas víctimas.
Se pudo establecer que estos pagos extorsivos eran realizados a través de las diferentes empresas de giros. Las personas que recibían estos dineros son oriundas y residentes en Norte de Santander. Además, se conoció que estos pagos pasaban por una cadena de reenvíos y que el destinatario final eran familiares o allegados de algunos presos de las cárceles.
Los capturados registran antecedentes por los delitos de: concierto para delinquir agravado, fabricación y tráfico de armas y municiones de uso privativo de las fuerzas armadas y extorsión.
