Balacera en hospital deja un muerto
El hecho ocurrió en el municipio de Barrancas. La Guajira.El policía se salvó de la muerte por portar chaleco antibalas.
Un hombre que habría atacado a tiros a un policía que lo requirió por estar portando un arma de fuego dentro del Hospital Nuestra Señora del Pilar, del municipio de Barrancas, fue dado de baja por parte de los uniformados, quienes accionaron sus armas de uso privativo ante la agresión de la que estaban siendo objeto.
El hombre que recibió dos balazos fue identificado como Carlos Isaac Saltaren Pinto, contaba con 40 años de edad y había trabajado hace algunos años en el complejo minero Cerrejón, donde se desempeñó como operador de las maquinarias pesadas.
Según las versiones conocidas, cuando eran las 11:30 de la noche de este sábado ingresó a la urgencia del Nuestra Señora del Pilar un ciudadano a quien apodan Chinito, quien presenta una perforación en una de sus piernas producida por proyectil de arma de fuego.
El herido llegó en compañía de Saltaren Pinto, quien al parecer era su hermano, este, en un estado de exaltación penetró al centro asistencial portando una pistola, pese a que el personal del centro asistencial lo estaba persuadiendo de que no podía estar allí con un arma de fuego, por tratarse de un lugar público y de gran concentración humana, y además el estado que presentaba era de riesgo.
El hombre no atendió los requerimientos y cuando la patrulla motorizada de la Policía hizo presencia en el hospital, su estado sufrió una alteración peor.
Trascendió que el hombre entonces esgrimió el arma de fuego, pese a que los policías le pedían que entregara el arma, inicialmente solo le había apuntado a sus cuerpos, pero luego le disparó en dos ocasiones a uno de los policías, comentó uno de los testigos a las autoridades.
El chaleco de protección contra proyectiles de arma de fuego la salvó la vida al policía y la respuesta oficial fue inmediata. Uno de ellos para salvar sus vidas le disparó de manera certera en dos ocasiones neutralizándolo en el acto.
Después de eso varias personas, probablemente allegados al herido y ahora muerto, se metieron al centro asistencial con el objeto de agredir a los policías, pero ya se habían tomado las medidas conducentes y ellos fueron puestos a salvo.
Varias instalaciones del hospital como los vidrios del frente y zonas de consultorios fueron afectados, tanto por los disparos como por las reacciones de un sector de la comunidad que inició una especie de asonada contra los uniformados.
El cuerpo del hombre muerto fue llevado hasta las instalaciones de la morgue de Medicina Legal en el municipio de Fonseca, para que se le hiciera la necropsia respectiva.
