LA CASA GRANDE DEL VIEJO MOYO Y DEL ESCRITOR
Con aprecio al Señor Modesto A.Correa, quien cumplió su deseo de regalarle una Casa Grande a su familia; como reconocimiento a la gran obra: La Casa Grande de Álvaro Cepeda Samudio, quien antes que Gabo se refirió a la Matanza en las Bananeras de 1928
LA CASA GRANDE DEL VIEJO MOYO Y DEL ESCRITOR
Don Modesto A.Correa cuando llegó a Aldea grande quiso comprar una casa bien grande, tan grande como cómoda donde cupieran y vivieran todas sus hermanas, cuñados, sobrinos y cuanto familiar llegare por estos lados…
Después de varios meses de recorrer el pueblo y no encontrar la vivienda ideal a sus aspiraciones, decidió cerrar el caso y dedicarse a sus fincas y a la Logia Masónica, institución por la que tenía un respeto muy especial, a la que dedicó buena parte de su vida.
Un día estando en “La Dolores” (en honor a su mamá), finca con gran extensión de terreno, adornada con muchas cabezas de reses y sembrada de varios cultivos, una voz fuerte lo sacó de sus labores, era su capataz y hombre de confianza, que apeándose de su yegua le comentó: ---- Señor Modesto, patrón, le conseguí la casa que usted necesita, vamos al pueblo y se la muestro…
Tiempo después, en pleno centro de Aldea Grande, el viejo Moyo negoció la casa soñada; ubicada al lado de un Hotel de republicana construcción, lo que le daba más valor, por accesibilidad y situación geográfica privilegiadas.
Todas las tardes pasaba a su Casa Grande para visitar a toda la familia allí albergada, compartiendo largas tertulias, acompañadas de grandes tazas de café, boyo de yuca y queso blando elaborado en la mismísima finca del Viejo Moyo; esto era un ritual sagrado casi todos los días, con excepción del jueves por la tarde, ya que ese día era la reunión en su querida Logia.
Posteriormente la casa acogió nuevos huéspedes, siendo visitada con mucha frecuencia por una familia residente en Barranquilla, que por recomendación médica tenían que visitar a una ciudad costera, con aroma marino, para aliviar el estado pulmonar de su hijo, por ese entonces de 8 años de edad y de nombre Álvaro; su madre una aristocrática dama de la sociedad barranquillera, Doña Sara Samudio viuda de Cepeda y Roca, además de visitar la Casa Grande del Viejo Moyo, dirigía la administración del famoso Hotel vecino, lo que hacía más frecuente su estadía en Aldea grande.
Como nada ocurre por casualidad, ya que todo es un plan divino, ese niño posteriormente se convirtió en compadre del Señor Modesto A.Correa, ya que lo puso de padrino de su hijo menor, un monito colorado con cara de tomate maduro, con un genio de pocos amigos y de nombre Herman. Es decir la Casa Grande extendía aun más su hospitalidad…
En el año 1962, aquel niño con problemas respiratorios agudos, se convirtió en todo un Señor, con las venas de escritor circulando por todo su cuerpo, publica su primera y única novela, ese Señor es nadie menos que el ilustre y fugaz escritor barranquillero: Álvaro Cepeda Samudio, quien desde su niñez ( 1928 tenía dos años de edad) contempló la famosa Matanza en las Bananeras, obra que transcurre en La Casa Grande de su compadre: Don Modesto A.Correa, donde pasó muchos fines de semana, contemplando el entorno mágico macondiano, con mariposas amarillas, vientos yodados broncodilatadores, con sabor a pócima antiasmática que aminoraba sus crisis ,ese mismo entorno que posteriormente dio pie para el nombre de su Novela, en ese momento La Casa Grande de Don Modesto, era también la “suya” pues había motivado sus recursos de escritor para su Gran Novela; Cepeda Samudio plasmó la problemática social de la Matanza Bananera, tratándola como Objetivo Central de su obra, un episodio poco conocido hasta entonces por fuera de la Costa Atlántica, siendo Aldea Grande epicentro de la huelga y posteriormente de la citada Matanza.
La Casa Grande, como se llamó la novela aparecida en 1962 y como la llamó el Viejo Moyo con mucha anterioridad, son el mismo punto arquitectónico, repito: sin coincidencia ni casualidad alguna, simplemente continuidad emotiva o memoria cósmica existencial paralela, de todas maneras Álvaro trató el episodio de violencia desde las complejas implicaciones sicológicas que tuvo en una familia de clase alta de la zona Bananera del Magdalena.
La Casa Grande de Álvaro, dijo Gabo: "es una novela basada en la matanza de los peones bananeros en huelga, realmente efectuada por un comando del ejército en 1928, La Casa Grande no exhibe muertos, y el único soldado que recuerda haber matado a alguien 'no tiene el uniforme empapado en sangre sino de mierda'...” repito, esto lo dijo Gabo, no yo.
De todas maneras querido lector, la Casa Grande de Modesto A.Correa es el mismo sitio, lugar, edificio, donde vivió su familia y fue motivo de orgullo para Él, porque logró mantenerlos unidos en un solo espacio cómodo y agradable, murió con la satisfacción del deber cumplido; correspondiendo después a La Casa Grande (la obra) de Álvaro Cepeda, donde se alberga una familia aristocrática como núcleo familiar básico del desarrollo de su novela. Una Casa Grande con dos historias complementarias en el tiempo y en el espacio…
Atte.:
VICTOR HUGO VIDAL BARRIOS