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¿Qué hay detrás de las cruces negras en Juan de Acosta?

Seis casas del municipio amanecieron con el símbolo marcado en el frente de sus viviendas. Autoridades investigan lo ocurrido.

¿Un rito satánico, vandalismo o una amenaza de muerte? Es el interrogante que pasa por las mentes de seis familias que viven en diferentes barrios del municipio de Juan de Acosta, uno de los pueblos más tranquilos del Atlántico, luego de que en la mañana del lunes amanecieran pintadas en el frente de sus viviendas unas cruces de color negro.

En el caluroso pueblo los rumores corrían de un lugar a otro: unos decían que “iba a haber muertos”, mientras que otros afirmaban que “se trataba de un rito demoníaco”.

Ricardo Arteta es propietario de una las viviendas ubicadas en la Calle Grande de ese municipio donde aparecieron las cruces. Aseguró que se llenó de temor al ver la figura, pero que oró a Dios para que lo protegiera. Al igual, dio aviso a las autoridades.

“Yo me desperté a las 5:00 de la mañana y estaba con mi papá acá en la terraza. Yo miré para el frente de la casa y vi una cruz pintada con aerosol entre la puerta y la ventana de mi casa”, explicó el hombre en diálogo con EL HERALDO.

Arteta sostuvo que no solo fue que pintaron la figura sino que además lanzaron una piedra en la terraza de su vivienda.

Una de las fachadas en las que apareció la cruz.

“Tiraron la piedra que cayó sobre la puerta y la reja de la casa. Hasta la marca quedó”, añadió.

En medio de su relato, el hombre, un poco acalorado por la temperatura que hacía, dijo que cree en una posible secta satánica, pues muy cerca está el corregimiento de Isabel López, donde anunciaron la “venida del Mesías”.

“Quizá sea una secta satánica porque usted sabe que eso aún se ve y nada se puede descartar. También podría tratarse de vandalismo, pero la Policía debe ejercer más controles para evitar este tipo de situaciones”, puntualizó.

A unas cuantas cuadras de la casa de Arteta está la residencia de Julia Alba Rocha, quien lleva más de 70 años viviendo en el pueblo y quien la madrugada de este lunes también se encontró lo mismo  en el frente de su casa.

“Yo salí a barrer la puerta de la casa como es costumbre a las 5:00 de la mañana, cuando me encontré la cruz negra en la pared de mi casa”, dijo la señora de la tercera edad sentada en una mecedora de madera en el interior de su vivienda.

Julia Rocha retiró la cruz que pintaron en su vivienda en cuando dio aviso a las autoridades. Luis Rodríguez Lezama

Los vecinos de Juana aseguran que la mujer lloraba porque temía que algo le pasara a sus hijos o que fuera brujería.

“La señora lloró casi que toda la mañana del lunes hasta que llegó el hijo y le pintó la casa para que se tranquilizara un poco”, dijo una mujer del barrio que no quiso decir su nombre.

Maribel Molina Charris, una modista también del sector, vivió la mañana más misteriosa de toda su vida, porque no supo el por qué de la cruz en la parte externa de su residencia.

“A mí me avisó mi hija que salió desde temprano a trabajar. Nosotros no tenemos problemas con nadie, pero igual llamamos a la Policía, cuando llegaron tomaron fotos y después nos dijeron que la podíamos borrar (la cruz)”.

Añadió Molina que “con esponja lavé el pedazo de pared, uno queda con la intriga de saber qué pasó”, afirmó.

Ricardo, Juana y Maribel, al igual que otras tres familias más quedaron con el interrogante ¿por qué me pintaron una cruz de color negro en mi casa?

Ahora serán los uniformados de la Policía del Atlántico los encargados de esclarecer lo ocurrido en esa tranquila y calurosa población atlanticense. 

“No van a perder la tranquilidad”. Ante los hechos, el secretario del interior del municipio, Juan David Rojas, sostuvo que se encuentran trabajando para evitar que la tranquilidad de los habitantes de Juan de Acosta se vea afectada.

“Rechazamos este tipo de situaciones. No sabemos cuál es la intención de estas personas, pero no vamos a permitir que se intimide a nuestra gente”, precisó el funcionario.

Asimismo, informó que en las viviendas donde ocurrió la misteriosa aparición no viven personas con antecedentes judiciales que hayan podido ocasionar este tipo de actos.

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