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Judicial

Piden revisar condiciones de preso con COVID-19 en Cárcel Modelo

Uno de los internos con problemas pulmonares previos aseguró que cumple su aislamiento en un patio que está en remodelación.

Una madre preocupada elevó, a través de EL HERALDO, su petición de mejores y más seguras condiciones de aislamiento en las que se encuentra su hijo, quien está preso en la Cárcel Modelo de Barranquilla, tiene los pulmones afectados por varias enfermedades y, además, resultó positivo para contagio por coronavirus.

De acuerdo con Jeny Puello, su hijo José Alejandro Ripoll Puello, de 26 años —quien cumple una pena por porte ilegal de armas de fuego desde septiembre de 2017—, se encuentra en “condiciones alarmantes” en el penal desde que por orden de un juez fue puesto en aislamiento al ser una persona de alto riesgo en medio de la pandemia.

“Ese pabellón no está adecuado para enfermos, hay mucha humedad y polvo, y todos esos enfermos con problemas de pulmón duermen en el piso. Además, el Inpec no cuenta realmente con un verdadero protocolo de bioseguridad y el servicio médico es deficiente”, contó Jeny a EL HERALDO.

El pabellón al que se refiere es al patio 8 de la Cárcel Modelo, donde solían estar los presos involucrados en procesos de Justicia y Paz, y que, según pudo conocer este medio, ahora está en obra negra por remodelaciones.

José Alejandro, el hijo de Jeny, aseguró que el patio y su celda están llenos de escombros, polvo, cemento y hasta ladrillos, y que además hay plagas que afectan aún más su salud. Además, se conoció que en ese mismo patio, pero en un área distinta, son aislados los presos que han salido de la cárcel por consultas médicas y regresan a cumplir una cuarentena de 15 días de manera preventiva.

“En lugar en el que me encuentro me visitan las ratas, me saludan las cucarachas y los mosquitos quieren pelear conmigo. Estoy rodeado de tierra y piedras. Para mí esto no es aislamiento de prevención, es algo que a cualquiera perjudica. Esto está lleno de bloques y ladrillos, y eso es lo que más le afecta a uno los pulmones, el polvo rojo. Por favor, esto no es justo”, contó el joven.

Para él, el haber llegado al patio 8 ha resultado en una calamidad desde que la juez Sexta de Ejecución de Penas  le negó la libertad a pesar de haber cumplido la mitad de su condena y ordenó que se le aislara de los demás debido a sus antecedentes de problemas pulmonares y el aumento de los contagios de COVID-19.

A Ripoll Puello le dio tuberculosis en 2013, que le afectó el pulmón izquierdo, y en 2015 le dio un derrame en el pulmón derecho que lo dejó “al borde de la muerte”, según su mamá.

A dicha situación se le suma un agravante: si bien no ha presentado síntomas graves, José Alejandro Ripoll Puello dio positivo para coronavirus en una primera prueba tomada el 2 de junio y cuyo resultado fue comunicado el 6 de junio y, aunque han pasado casi 15 días, teme que su condición de salud empeore drásticamente.

“Lo único que pido es que me colaboren y que me confinen en un lugar en el que de verdad pueda estar, porque yo siempre le doy gracias a Dios de que me ha salvado dos veces los pulmones, pero uno no sabe si la tercera enfermedad pueda traer la muerte”, aseguró Ripoll Puello.

Un proceso legal

Para su mamá y su abogado, Cesar García Ortega, la situación es un poco más compleja, pues buscan que el juzgado le conceda una libertad transitoria en detención domiciliaria al ser una persona “altamente vulnerable” en cuanto a su salud.

El abogado García Ortega explicó que desde mediados del mes de mayo se solicitó la salida de la cárcel de Ripoll Puello apelando al cumplimiento de la mitad de la pena y al riego de contagio; pero el 14 de mayo el Juzgado Sexto de Penas y Medidas de Seguridad de Barranquilla emitió un auto en el que negaba la solicitud debido a que todavía había un proceso judicial pendiente por el delito de lesiones personales.

“En el auto, por otro lado, la juez ordena que se aísle de manera inmediata a mi cliente para evitar que se contagiara de COVID-19; sin embargo, se contagió (…) Él está en peligro ahí, no soy médico, pero es evidente que él está vulnerable, por eso solicitamos nuevamente la excarcelación”, indicó el defensor.

En respuesta a ello, la juez emitió un nuevo auto el pasado 16 de junio en el que recordó que desde mayo se había ordenado aislar al preso  y “se tomen las medidas necesarias para proteger el derecho a la salud y vida, y en cualquier caso disponer lo necesario para sacarlo del establecimiento”, cuestionando el hecho de que, a pesar de la orden preventiva, Ripoll Puello hubiese resultado contagiado.

“Me causa extrañeza que el ente carcelario, al parecer, no acató lo ordenado por el despacho, toda vez que el fin de esta decisión era evitar el contagio de las personas más vulnerables al virus, mientras el Instituto de Medicina Legal realizaba la valoración”, quedó plasmado en el documento.

Con base en ello, y asegurándose de no fallar a la hora de tomar una decisión sobre la libertad de Ripoll Puello, el juzgado solicitó al Inpec informar si se acató lo determinado en el auto anterior y sobre las medidas que ha tomado el penal para la protección de la salud del condenado, así como de elementos de bioseguridad que le hayan entregado.

Mientras eso ocurre, la madre de Ripoll Puello hace un llamado a reflexionar sobre “el trato humano que realmente se merecen estas personas que están privadas de la libertad”, pues asegura que su hijo está “preso por cometer delitos, pero no para que se le dé pena de muerte”.

“Les pido que por favor revisen el caso de mi hijo”, concluyó la mujer en diálogo con EL HERALDO.

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