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El adiós a Naudin, un hijo de Quibdó con alma barranquillera

La familia de Córdoba Mena, el policía asesinado en Caribe Verde, contó detalles en exclusiva de la vida del uniformado. Sus allegados piden que el crimen sea esclarecido “lo antes posible”.

De familia humilde y honrada, con ganas de salir adelante, de ayudar a su mamá para que no se preocupara por la comida cuando aún vivía en Chocó, de estar pendiente de todos sus seres queridos y de ser honesto. Si a Naudin lo acusan de algo es de ser “buena persona”. Así lo dejaron ver los allegados de Córdoba Mena, el uniformado de la Policía que fue asesinado a manos de sujetos armados que lo balearon en Caribe Verde, el pasado lunes.

EL HERALDO dialogó en exclusiva, durante las exequias de la víctima, con sus hermanos, así como con su esposa, quienes además de resaltar su manera de ser, pidieron justicia a las autoridades por el crimen.

Uno de ellos es Juan Carlos Córdoba Mena, el segundo de los tres hijos de la familia.

“Él solamente me llevaba dos años, desde pequeños compartíamos juntos, nos protegíamos el uno al otro, fuimos creciendo y el amor de hermanos fue creciendo mucho más, por supuesto habían momentos de discusiones, pero algo normal”, dijo el hombre, quien llegó de Chocó en días recientes acompañado de sus progenitores y otros parientes.

Juan Carlos no dudó en dejar claro que Naudin “desde pequeño demostró que era una persona muy humilde, porque nosotros somos una familia muy humilde y así lo hemos demostrado con los valores de casa. Mi hermano era ejemplo de todo eso, era una persona honesta de buen corazón, buen hijo, buen hermano, buen padre, realmente podría hablar horas de lo bueno que era él”, y aprovechó para destacar que “hay mucha gente que lo apreciaba acá en Barranquilla, así como en Quibdó”.

El hermano del patrullero detalló que “Dios no nos dio plata, pero sí nos dio grandeza y honradez, y con eso hemos sido felices”. Finalizó contando que “cinco años pasaron desde la última vez que visitó a la familia; sin embargo, por mi trabajo no pude verlo esa vez”. 

De acuerdo con Juan Carlos estuvo Cristian, el menor de todos los Córdoba Mena, uno de los familiares que vino de Chocó a despedir a Naudin.

Él quiso destacar las cosas “buenas” que definían al uniformado: “De mi hermano destaco su nobleza, su bondad, él era una persona que estaba con uno en todo, eso lo puede decir aquel que lo conoció”.

Señaló que en Barranquilla conocían mucho al patrullero porque todo su servicio en la institución lo prestó en la ciudad.

“Mi hermano salió de la escuela en 2004 y lo enviaron para acá y de acá no se fue, y acá se queda. Nosotros somos gente que viene de abajo y él siempre se iba a trabajar para ayudar a mi mamá”, dijo.

Entre suspiros y palabras engarrotadas, Cristian Córdoba culminó destacando que su hermano Naudin “siempre se preocupada por mí que soy el último, para que saliera adelante. Él se fue, pero siempre estará en nuestros corazones”. 

“Tal vez lo confundieron”

Un amor de 16 años que durará para toda la vida. Así lo definió Jennifer Aráoz, esposa de Naudin Córdoba.

Ella, quien estuvo al lado del patrullero cuando dio su último suspiro, sigue sin saber qué o quién está detrás del homicidio del hombre.

“Yo me enteré por la llamada de un tío, que fue quien me dijo. Yo no lo creía porque media hora antes de eso recibí un mensaje de él en el que me decía que ya iba para la casa”, relató. 

Aráoz, frente a las incógnitas que le han robado el sueño, ha sacado sus propias conclusiones: “Yo pienso que el atentado no era para él y que tal vez lo confundieron, pero tampoco estoy muy segura de ello. No sé si tal vez le habrán propuesto algo, y como él era tan correcto a lo mejor pensaron que podía representar un problema, yo todo eso lo he pensado, porque qué más puede ser, solo me queda confiar en Dios para que se esclarezca el caso lo más rápido posibles”.

La mujer, quien tenía una relación con Córdoba Mena hace 16 años, lo recuerda como un “excelente papá”.

“Él siempre estaba pendiente de sus hijos, de mí, era un hombre que no se molestaba por nada, siempre estaba sonriendo, era muy tranquilo, muy tierno y dulce. Yo recuerdo todo, en particular cuando discutíamos que él me decía que se iba por el momento para no pelear, y luego me llamaba a preguntar que si ya se me había pasado la rabia (…) su sonrisa era la más linda, pero hoy ya está apagada”, dijo.

Que se haga justicia, esa es la única petición de la familia a las autoridades competentes, pues hoy, Naudin, catalogado como un policía ejemplar por la misma Metropolitana de Barranquilla, fue víctima de un cobarde armado que lo atacó a traición.

“Es lo que pido, que lleguen hasta lo último, que me den un motivo por el cual le hicieron eso (…) lo único que yo pido es que no vayan a dejar el caso impune”, culminó Aráoz.

Cabe recordar que el uniformado se movilizaba en su motocicleta de camino a su vivienda cuando fue sorprendido por sujetos desconocidos, que tras balearlo huyeron con rumbo desconocido. Luego del ataque Córdoba fue llevado al Paso El Pueblo y posteriormente remitido a la Clínica Adelita de Char, donde en la noche del pasado miércoles murió.

Por lo ocurrido, las autoridades locales ofrecieron una recompensa de $50 millones para aquella persona que dé información que permita dar con los homicidas.

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