Murió la niña herida durante ataque sicarial en Los Olivos
Autoridades ofrecen una recompensa de $10 millones para quien dé información sobre los asesinos de Los Olivos.
Luego de ser sometida a cirugía para suturar los órganos que las balas le destruyeron y permanecer dos días internada en la unidad de cuidados intensivos del Camino Universitario Distrital (CUD) Adelita de Char, la pequeña Keivis Michelle Romero Diago, de tan solo 1 año y dos meses de edad, falleció en la mañana de ayer.
María Eugenia Quevedo, gestora del CUD, confirmó que el deceso de la menor se registró a las 10:40 a.m. debido a las heridas por arma de fuego que recibió en su cuerpo.
Keivis Michelle resultó con tres disparos en tórax, abdomen y pelvis e ingresó la misma noche del ataque al Paso La Manga, inicialmente, y después fue remitida al CUD donde le fue practicada una laparotomía exploratoria para suturar las heridas causadas en uno de sus intestinos.
También le fue practicada una resonancia magnética para revisar si uno de los proyectiles también había afectado la columna vertebral de la niña.
Sin embargo, las esperanzas de vida eran pocas y el pronóstico reservado en el que permanecía finalizó ayer con su fallecimiento.
Escenas de llanto y dolor se vieron entre los familiares de la niña a las afueras del centro asistencial. Entre abrazos y lamentos se observó a cuatro mujeres y un hombre que cargaba una pañalera.
Keivis Michelle resultó gravemente herida en un atentado sicarial contra su madre, Durley Patricia Romero Diago, de 19 años.
Ambas se encontraban a las 7:40 de la noche el pasado 2 de abril en la terraza de su casa ubicada en la calle 108 con carrera 23A del barrio Los Olivos, cuando sicarios en moto las abordaron.
El parrillero descendió del vehículo y llegó hasta la reja de la casa y la sentenció con las siguiente palabras: “Mira cómo las pagas”, acto seguido le disparó en múltiples ocasiones.
La mujer recibió un mortal impacto en el pecho que la dejó sin vida en el acto, mientras la pequeña, con tres heridas, sobrevivió hasta ayer.
Sobre este crimen las autoridades manejan la hipótesis de que se debió a una venganza en contra de Franklin Romero Vargas, quien actualmente tiene casa por cárcel y en su prontuario judicial tiene antecedentes por tráfico de estupefacientes y extorsión.
De igual manera, la expareja sentimental de Durley Patricia, de quien se desconoce la identidad hasta el momento, también tiene casa por cárcel.
Nidia Vargas, abuela paterna de las víctimas, aseguró ayer en conversación con EL HERALDO que el ataque al parecer iba dirigido contra la joven de 19 años porque los sicarios se dirigieron a ella antes de asesinarla.
Recompensa. El coronel Yecid Peña, comandante operativo de Policía Metropolitana de Barranquilla, señaló que las investigaciones avanzan a toda marcha para dar con el paradero de los responsables del crimen de Durley Patricia y su hija Keivis Michelle.
“La Fiscalía designó a un fiscal experto en el tema de homicidios y un grupo de la Policía Judicial como apoyo están desde el momento en que ocurrieron los hechos al frente de toda la investigación y en este momento manejamos dos hipótesis que muy seguramente van a conducir a la captura de estos individuos”, aseguró Peña.
Por esta razón, la Policía Metropolitana en conjunto con el Distrito y la Fiscalía anunciaron una recompensa de hasta $10 millones por información que conduzca a los responsables del doble crimen.
La línea 310 432 0029 fue habilitada las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para que la ciudadanía comunique cualquier indicio que conlleve al lugar donde se encuentren escondidos los asesinos de la mujer y su hija, garantizando absoluta reserva.
Ultimo adiós. Decenas de personas entre familiares y allegados a Durley Patricia Romero acompañaron su féretro hasta su última morada.
En la tarde de ayer, sus restos fueron llevados al cementerio Calancala para cumplir sus exequias.
En los rostros de los acompañantes quedaba evidenciado el profundo dolor causado por una muerte que consideran “absurda”.
La marcha iban en silencio y solo fue interrumpida por aplausos como un homenaje a la mujer que el próximo 9 de abril hubiera cumplido 20 años de edad.
En lo corrido del año, en Barranquilla y su Área Metropolitana han asesinado a cuatro menores cuya edad era inferior a los cinco años. Todas las víctimas han sido niñas.