El Heraldo
En esta habitación, la tercera de la casa, murieron calcinadas las pequeñas Antonella y Kilery. Johnny Olivares
Judicial

Mueren dos niñas al incendiarse el cuarto donde dormían en el barrio San Luis

Bomberos presumen que un abanico pudo haber generado la conflagración que se registró a las 12:10 de la madrugada de este martes. Otros familiares quedaron heridos.

Un corto circuito en un ventilador sería la causa del incendio que le costó la vida a Antonella Sánchez Salazar, de 4 años, y Kilery Ibarra Salazar, de 9 años. Las dos niñas murieron incineradas durante una conflagración que ocurrió en la casa donde vivían, ubicada en la carrera 2C N° 92-39, en el barrio San Luis de Barranquilla.

Las pequeñas niñas fallecieron en la habitación donde dormían.

De acuerdo con las autoridades, el incendio empezó a las 12:10 de la madrugada de este martes y fue sofocado antes de la 1:00 a. m.  

El comandante del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, capitán Jaime Pérez, explicó que, al parecer, el ventilador que estaba en el cuarto de las niñas “se quedó pegado” y la fricción originó un corto circuito. Luego las llamas consumieron el cuarto.

“Es lamentable que estas cosas sucedan. Por la hora sabemos que estaban dormidos y no se percataron de lo que estaba ocurriendo. En estos casos, el humo deja inconsciente a las víctimas a los pocos minutos y luego las llamas terminan por incinerarlas. Además, la habitación donde ocurrió todo es pequeña, de 3.5 x 2 m², estaba retirada del cuarto de los padres y había muchos elementos inflamables, como ropa”, señaló el capitán Pérez.

“El Cuerpo de Bomberos recibió la llamada de alerta casi de inmediato y dos máquinas llegaron al sitio; sin embargo, es muy triste que no pudimos salvar esas dos vidas”, se lamentó.

Momento en que trasladan al bebé de un mes de nacido a la clínica Portoazul.

Papás y hermanito en clínica. Los papás de las niñas y el hermanito, un bebé de un mes de nacido, también resultaron afectados en el incendio.

El hombre es el más grave, se llama José Antonio Sánchez Naranjo, de 30 años, natural de Venezuela, y presenta quemaduras en diferentes partes del cuerpo, sobre todo en el rostro y los brazos.

Su esposa y madre de dos de los niños, Julieth Salazar Reales, de 32 años, y su bebé, sufrieron afecciones respiratorias debido a la inhalación de humo.

La pareja y el bebé recibieron atención médica de urgencia en la Clínica San Ignacio y en la mañana de ayer fueron trasladados a otros centros asistenciales: Sánchez Naranjo a la Clínica de la Costa y el bebé a la Porto Azul. Julieth permaneció en la San Ignacio.

Betsaida Martínez, madre biológica de la pequeña Antonella, llorando la muerte de la niña.

Se quemó por rescatarlas

EL HERALDO entrevistó al venezolano David Graterol, amigo y compañero de trabajo del papá de las niñas, que estaba dentro de la casa, durmiendo en uno de los tres cuartos, cuando empezó el incendio.

“Estábamos durmiendo y escuche que las niñas gritaban que se estaban quemando. Cuando salimos, ya la candela estaba muy alta, sacamos al bebé que estaba en el otro cuarto con los padres y después nos metimos a la habitación de las niñas, pero no logramos entrar porque las llamas eran muy elevadas”.

Agregó que José Antonio (el papá de las niñas) se quemó “la cara y las manos” porque trató de entrar a sacarlas. “Las niñas dormían en el último cuarto, ubicado al fondo de la casa”, dijo. 

“Nosotros llegamos a la casa a las 6:00 de la tarde, muy cansados de hacer un trabajo de herrería. Cenamos, nos bañamos y cada quien se fue a dormir a eso de las 8:00. Cuando ya llevábamos un rato durmiendo escuche las niñas gritando y pasó todo lo que le cuento”, recordó Graterol con ojos enrojecidos por el llanto y el humo.

Otro testigo, Arnulfo Rodríguez Contreras, vecino, contó que estaba viendo televisión y pasada la medianoche escuchó los gritos de auxilio, al salir de su casa observó que del techo de la vivienda del frente salían llamas y salió rápido a ayudar.

“Llegué de primero pero la reja estaba cerrada, un vecino se voló y en eso ellos abrieron la puerta y le pasaron un bebé, él me lo pasó  y yo lo llevé hasta donde un vecino, luego abrimos la reja, no sé cómo, no recuerdo, pero la abrimos”, explicó.

Con la ayuda de varios conductores que se detuvieron y entregaron los extintores de los carros los vecinos empezaron a combatir las llamas; la gente también sacó mangueras y baldes de agua para sofocar el fuego y entre todos sacaron a las otras personas que estaban dentro de la casa.

David Graterol, amigo y compañero de trabajo del papá de las niñas, fue testigo de los hechos.

Hermanas de crianza

En la mañana de este martes a las instalaciones de Medicina Legal llegó un hombre, identificado como Kelvin Ibarra, quien es el padre biológico de la pequeña Kilery Ibarra Salazar, una de las niñas que murió quemada.

Kelvin fue la primera pareja sentimental de Julieth Salazar Reales, la mujer que resultó herida en el incendio y estaba en Medicina Legal realizando los trámites para retirar el cadáver. 

Arianis Ibarra explicó que su hermano Kelvin es técnico de laboratorio y describió a Julieth (su excuñada) como “una buena mujer, buena persona, tratable, chévere, en su tiempo fue una buena cuñada, ella trabaja en costura”, dijo.

Recordó a su sobrina Kilery como una niña muy inteligente que cursaba tercero de primaria. “La vi hace 15 días que la llevaron a mi casa y el papá la sacó al parque con sus otros sobrinos, era muy alegre”, relató.

Al mismo sitio y casi al mismo tiempo a Medicina Legal también arribó la venezolana Betsaida Martínez, la madre biológica de la pequeña Antonella, de 4 años, la otra niña que murió calcinada.

La mujer contó que hace cuatro meses no veía a su hija porque la tenía el papá. “Me dicen que tenemos que esperar para hacerle exámenes al cuerpo y determinar que yo soy la mama biológica de la niña”, expresó visiblemente perturbada por la muerte de su hija. 

La mujer confirmó que la niña mayor, es decir Kilery, era hija de Julieth y su primera pareja Kelvin; mientras que Antonella era hija de José Antonio y ella, pero fue registrada en Colombia como si fuera hija de Julieth, y por eso es necesario hacer el estudio de ADN y comprobar que ella es la madre biológica.

“Nosotros vivíamos en Valencia, en Venezuela, una ciudad, y nos vinimos para Colombia hace un año por la situación económica que teníamos allá. Hace 6 meses nos trajimos a las niñas, pero José Antonio decidió formar un nuevo hogar acá, con Julieth y registraron a Antonella como si fuera hija de ellos dos, pero ella es mi hija”, manifestó.

Betsaida Martínez recordó a su hija como una niña inteligente, amable y muy decente.

Así las cosas, el único hijo concebido por la pareja que forman José Antonio y Julieth es el bebé de un mes de nacido que, de acuerdo con las autoridades de salud, tiene quemaduras leves en el 15% del cuerpo.

“Sus signos vitales permanecen normales y se encuentra bajo observación”, informaron.

En esta casa de San Luis ocurrió la tragedia.
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