Muere instructor de gimnasio en accidente de moto
Familiares y amigos ya le habían pedido al joven de 25 años que vendiera la motocicleta, de la que ya se había caído en repetidas ocasiones.
Jorge Luis Barreto Benavides manejaba su Yamaha YZF-R15 por la calle 85 con carrera 45 de Barranquilla.
Este vehículo de alto cilindraje era “su adoración” aún cuando ya se había caído varias veces, según cuentan sus amigos.
Era viernes por la noche, conducía sin casco camino a la Fundación Entrenamiento Deportivo Colombia. En este lugar, que había fundado, ejercía una de sus pasiones: preparaba a entrenadores físicos.
“Él decía que un instructor debe enseñarle a las personas a tener energía y para eso hay que trasmitirla uno mismo”, comentó Iván Fortich, amigo y socio de la fundación, quien lo esperaba.
Eran las 7 de la noche del viernes. Venía de cobrar un dinero en un gimnasio donde daba clases. A esa hora firmaría unos diplomas para una ceremonia de graduación que se celebraría al día siguiente.
“Lo estábamos esperando pero ya vemos lo que pasó y por qué nunca llegó”, dice Fortich.
Jorge, de 25 años, perdió el equilibrio de su moto en la mencionada dirección del barrio Granadilla y chocó contra un árbol.
“Cuando escuchamos el ruido, salimos a ver y estaba el hombre sobre la acera. Llamamos a la Policía y una ambulancia quienes llegaron de inmediato”, narró un testigo.
Versiones indican que un mango caído de un árbol en la vía fue lo que causó la desestabilización de la moto.
“Me extraña mucho que no llevara el casco, era muy cuidadoso con eso, no sé qué le paso”, agregó.
Jorge Luis Barreto Benavides estudiaba Licenciatura en Educación Física y deportes en la Universidad del Atlántico y tenía programado graduarse en diciembre de este año.
Vivía en el barrio Las Nieves en compañía de sus abuelos y su mamá. Fue velado en la funeraria Los Olivos durante la tarde de ayer.
queríamos que vendiera esa moto. Barreto Benavides compró la Yamaha YZF-R15 hace cuatro años.
“El anterior dueño tuvo un accidente y por eso se la vendió”, recordó Fortich.
“Ya se había caído varias veces, por eso le decíamos: tienes que salir de esa moto pero no nos hacía caso, le encantaba”, dijo resignado frente al accidente, que dejó la moto en perfecto estado y a su mejor amigo muerto.
