El Heraldo
Así lucía la casa en el barrio Buena Esperanza de Santo Tomás que fue demolida en el operativo policial. Luis Felipe De la Hoz y cortesía
Judicial

Más de 80 “ollas de microtráfico” en proceso de ser demolidas en el Atlántico

En Santo Tomás, Valledupar y Montería fueron derribadas algunas de las 55 viviendas con las que se inició el Plan Nacional de Demolición en 30 municipios del país, que busca recuperar espacios donde se comercializan estupefacientes.

Una casa de madera azul y techo de zinc en el barrio Buena Esperanza de Santo Tomás fue demolida por una retroexcavadora que era observada por 14 agentes de la Sijín. 

La razón de la demolición de este inmueble, que no poseía nomenclatura, según el coronel Raul Riaño, comandante de la Policía del Atlántico es que “se estaba llevando a cabo la comercialización y el consumo de estupefacientes”. 

De acuerdo con las autoridades esta ‘olla’ funcionaba desde el 2015 y había sido allanada en dos oportunidades anteriores por agentes de la policía judicial. 

Este derrumbe funciona en el marco del ‘Plan Nacional de Demoliciones’ que lleva a cabo la Policía en conjunto con las alcaldías de diferentes municipios del país. 

El jueves,  primer día que entró en funcionamiento el operativo, 55 predios fueron demolidos en 30 ciudades de Colombia.  

Este nuevo proyecto busca, por medio del apoyo de las autoridades administrativas, tomar decisiones de expropiación de los terrenos para construir predios que “beneficien a la comunidad”. 

El coronel Riaño manifestó que comenzaron con 15 solicitudes de procesos de extinción de dominio en los diferentes municipios del Atlántico, sin embargo, comentó que esto es solo el inicio de la ofensiva contra el microtráfico.  

“Hay, al menos, 80 inmuebles identificados, lo más importante es tener todos los antecedentes que jurídicamente nos permitan inferir que allí hay una comercialización permanente, es decir, que han sido allanados dos o más veces y el fenómeno persiste”, explicó. 

Luis Escorcia, alcalde de Santo Tomás, afirmó que solo en el mencionado municipio tienen 13 viviendas reseñadas como expendios de estupefacientes. 

“Los altos índices de inseguridad que tenemos se ven afectados directamente por la venta de drogas”, recalcó Escorcia. 

Riaño también se refirió a las viviendas de interés social que están siendo utilizadas en estas situaciones. En dichos casos no serán demolidas, sino que los inquilinos perderán el privilegio y serán devueltas al Estado. 

Dueños de la casa

Según los habitantes del sector, Obdulio Pizarro Pérez, un zapatero de 74 años, era el único ocupante de la casa que fue demolida en Santo Tomás. 

Su nieta, María Díaz Pizarro, afirma que la casa la compraron hace un año y que poco a poco la habían construido. 

“No le dejaron ni sacar las cosas, la tumbaron con su cama, su ropa y su abanico adentro”, protestó la mujer, quien se dirigió a la Procuraduría a interponer un reclamo por lo sucedido. 

“Yo aceptaría lo que pasó si me mostraran qué droga encontraron”, sentenció María. 

La casa derrumbada en Valledupar. Luis Felipe De la Hoz y cortesía

En Valledupar

Las autoridades derribaron otra vivienda en la margen derecha del río Guatapurí, en Valledupar.

La operación se cumplió en el barrio Pescaíto, hasta donde funcionarios de la administración municipal en coordinación con la Policía, verificaron la destrucción del inmueble como una forma de combatir el microtráfico en la ciudad.

“Con estas acciones enviamos un mensaje claro y contundente a los delincuentes, nuestra lucha frontal contra el narcomenudeo continúa firme, esta será la primera de muchas demoliciones de bienes inmuebles utilizados para esta actividad”, dijo el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía. 

En Montería

Dos viviendas fueron demolidas en el barrio Nuevo Horizonte, al sur de la capital de Córdoba. 

La actividad fue encabezada por el comandante de la Metropolitana, coronel Carlos Rojas Pabón y por el alcalde, Marcos Daniel Pineda, quienes afirmaron que por ese mismo delito otras 33 propiedades están en la mira de las autoridades, de las cuales al menos siete correrán con la misma suerte en los próximos dos meses. 

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