“Lucy vendió flores por 12 años, al igual que mi mamá”: Hermano
Sicarios acabaron con la vida de Lucy Eduviges Paternina en su negocio ubicado en el barrio Manuela Beltrán. Familiares desconocen versión sobre una extorsión.
De rutinas muy marcadas, nada extrovertida y luchadora como ninguna, es como Lucy Eduviges Paternina fue descrita por sus familiares. La mujer de 50 años murió sobre el mediodía del domingo pasado luego de que dos sujetos que se movilizaban en moto le propinaran cuatro balazos.
Como lo venía haciendo desde hacía 12 años, Lucy Eduviges madrugó para exhibir en la terraza de su vivienda en la calle 30 con carrera 16B, barrio Manuela Beltrán (Soledad), el lote de flores y rosas que vendía a los clientes que se alistaban para ingresar al cementerio nuevo del municipio, situado a una cuadra de su casa.
La cotidianidad de esta madre cabeza de hogar se estremeció de forma abrupta cuando por la espalda se le acercaron dos pistoleros y la asesinaron a quemarropa. “No sabemos qué pasó o por qué la mataron. Ella no tenía amenazas, ni enemigos”, afirmó Freddy Alberto Paternina, hermano de la occisa.
Lucy, malherida, fue atendida en el Hospital Materno Infantil de Soledad, de donde la remitieron al Hospital de la Universidad del Norte, centro médico en el que falleció antes de ser atendida.
Mujer aguerrida
Paternina es el único apellido que identificó a Lucy Eduviges en su medio centenar de vida. Ocurrió así porque ella y sus seis hermanos fueron abandonados por su padre, quedando bajo el amparo de su mamá, quien encontró en el negocio de la comercialización de flores el método para suplir sus necesidades económicas.
“A mi papá ni lo conocimos. Mi madre nos sacó adelante vendiendo flores en el Mercado (40 años en el oficio) y siempre nos inculcó buenos valores”, explicó Freddy Alberto, de 57 años.
Lucy estudió hasta segundo grado de bachillerato en el Colegio Caldas de Soledad, donde también cursó la primaria. En su etapa adulta conoció a un hombre con el que se comprometió y tuvo dos hijos: una joven de 24 años y un niño de 12, residían en el barrio Hipódromo.
“Ella se mudó para esta casa (Manuela Beltrán) cuando se separó del marido –hace 12 años– y aquí puso el negocio de las flores y las rosas”, precisó Freddy. La barranquillera residía en calidad de arrendada, condición que hace unas semanas la llevó a tener una diferencia con la dueña del predio, pues lo había vendido y necesitaba el lugar.
Lucy, quinta entre siete hermanos, abría su negocio a las 7 de la mañana y lo cerraba a eso de las 3 o 4 de la tarde. Estaba disponible los siete días de la semana, “sobre todo los viernes, sábados y domingos, porque era cuando más vendía”, recalcó el hermano de la fallecida.
“Era una mujer maravillosa, una flor, una luchadora. La querían tanto que incluso tenía clientes que le daban regalos”, aseguró Aracely Caro, amiga de infancia de Lucy. “Nos conocimos desde los 5 años, siempre fue una gran persona”.
Aracely describió a Lucy como una mujer entregada al cristianismo y que leer la Biblia era su mayor pasión. “Le tocó muy duro, criar a sus dos hijos sola no fue fácil, pero lo hizo, siempre se aferró a ellos, a sacarlos adelante”, finalizó.
Sobre el presunto móvil del no pago de una extorsión, Freddy Paternina dijo que su hermana no tenía ese tipo de “problemas”.
