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La lucha de dos familias para conseguir justicia

 Antonio Santamaría y Luis Valderrama murieron en accidentes de tránsito. Los parientes piden que los conductores que los arrollaron se entreguen.

Las familias Valderrama Tapia y Santamaría Moreno no se conocen, pero comparten algo en común: las dos quieren que los conductores que arrollaron y mataron a sus seres queridos se entreguen ante las autoridades competentes.

Sus agonías y sufrimientos han sido tantos que buscaron, por sus propios medios, videos de cámaras de seguridad de los sectores donde ocurrieron los siniestros para recopilar las suficientes pruebas que ayuden a identificar los vehículos y posteriormente a quienes los manejaban.

En las filmaciones se pueden observan detalles como el color de los carros y la velocidad en que iban. Sin embargo, no se ven con claridad las placas de los mismos, lo que imposibilita la tarea de hallar a los “responsables” de las tragedias.

Taxi que estaría implicado en el accidente de tránsito de Valderrama y camioneta que habría arrollado el auto de Santamaría.

Destellos de dolor

El pasado 15 de agosto, Luis Carlos Valderrama Tapia, de 31 años, salió a eso de las 2:00 de la madrugada de turno en la empresa donde laboraba como técnico en refrigeración. Conducía su motocicleta rumbo a su casa en el barrio Por Fin, suroccidente de Barranquilla, pero cuando iba a la altura de la carrera 14 con calle 46, barrio Cevillar, sucedió la tragedia. 

Un taxi, según su hermano Miguel Ángel Valderrama Tapia, no hizo el pare correspondiente y Luis Carlos terminó chocándose con el automotor. 

“Pasó cierto tiempo en el piso, alguien se percató y llamó a una ambulancia y lo recogió. Lo trasladó a la Clínica La Victoria, donde duró cuatro días internado hasta que murió”, dijo el pariente.

Mientras la familia Valderrama Tapia recibió la devastadora noticia del deceso, el conductor del taxi huía y hasta el día de hoy no saben de su paradero, por eso piden que se “entregue”.

“Las autoridades se acercaron, hicieron el croquis de cómo ocurrió el accidente, vieron los videos, pero hasta ahí nada nuevo. Sabemos que no es el primero, ni el último caso donde suceden estas cosas. Solo les pedimos que sean más eficaces en cuanto al desarrollo de este tipo de accidentes y más habiendo formas de identificar plenamente al culpable de ello”, agregó Miguel Ángel.

Luis Carlos, la víctima mortal, dejó a dos hijos menores de edad y vivía con su esposa e hijos. 

Un sufrimiento similar

Diez días después de que ocurriera la desgracia para la familia Valderrama Tapia, Antonio Luis Santamaría Moreno, de 65 años, y su pareja Anabel Barrios, de 57, vivieron un suceso similar cuando iban en su carro rumbo a la casa de un familiar y en un tramo de la Vía al Mar una camioneta los golpeó por la parte trasera. 

“El carro donde va mi papá da unas vueltas. La camioneta no frena y se dio a la huida. A mi papá lo llevaron al Hospital de Puerto Colombia y a Anabel la llevaron para la Clínica de Fracturas”, contó Edwin Antonio Santamaría García, hijo de Antonio Luis.

Media hora después del siniestro, Edwin Antonio llegó al centro asistencial en el que se encontraba su progenitor, pero al entrar al hospital, a los pocos minutos el médico le informó que su papá había fallecido.

Por su parte, Anabel se encuentra recuperándose en su casa, a pesar de que tiene varias costillas fisuradas, la cabeza y un brazo roto y hematomas en todo el cuerpo.

Posible rastro

“Lo que me han dicho es que la camioneta entró por una trocha antes de pasar por Puerto Colombia. Al parecer, la camioneta entró a una casa”, aseveró el hijo de la víctima mortal, quien agregó que “lo que necesitamos es que alguien en el momento del accidente que haya visto todo nos colabore con la identificación de esa camioneta”. 

La familia Santamaría Moreno también espera que el conductor que causó este siniestro se “entregue”. “La persona que fue de seguro ya ha visto las noticias. Que tome conciencia, que se sensibilice y que se entregue. Ya las cosas se las dejamos a Dios y a la justicia”, señaló. 

Antonio Luis era electricista y, de acuerdo con su hijo, era un excelente ser humano. “Mi padre era el mejor de todos, como siempre le dije. Él tenía muchísimos amigos. Era una excelente persona y se quitaba el pan de la boca para dárselo a otro”. 

Santamaría Moreno, la víctima mortal, vivía en el barrio San Isidro con su pareja y un hijo.

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