Bernardo Álvarez Cervantes, abogado denunciante. "

En el Antiguo Testamento, segundo libro de Samuel (11:1 a 12:25), el personaje de Bethsabé fue el de una mujer que traicionó a su esposo con el Rey David. Irónicamente, hace poco apareció una mujer con el mismo nombre que, según denunció un abogado, habría engañado a cientos de personas en Barranquilla y en otros lugares del país, prometiéndoles una jugosa suma de dinero, producto de una herencia dejada por su esposo.

El abogado Bernardo Álvarez Cervantes, exdirector regional del extinto Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, fue quien trajo a la luz pública el nombre de Bethsabé América Ceballos Navarro, la supuesta autora de cientos de estafas logradas mediante el uso de la Palabra de Dios. Como una historia de fantasía, según lo narrado por el profesional del derecho, esta mujer les hizo creer a muchos feligreses que estaba dispuesta a compartir una herencia dejada por su esposo, un viejo ‘rey’ de la ‘bonanza marimbera’, que, al morir, le dejó por escrito la instrucción de que la repartiera solo con el pueblo cristiano.

Y parece que Bethsabé ha seguido al pie de la letra la orden de su compañero, ya que según Álvarez Cervantes entre los incautos solo hay personas que pertenecen a iglesias cristianas, muchas de estas situadas en el norte de Barranquilla.


El jurista, quien representa a seis víctimas de la gigantesca mentira, explicó que Bethsabé envolvió a los feligreses con “un proyecto llamado Fundación Aleluya o Betzago, el cual consistía en conseguir beneficiarios para que aportaran dinero y, a la vuelta de un tiempo, esa colaboración se les convertiría en una cuantiosa suma. Ella y su equipo de trabajo disfrazaban el dinero que recibían de las víctimas con los términos diezmos, semillas, donaciones y siembras. Después, la millonaria suma que vendría multiplicada la llamaban ‘bendición’. Políticos, funcionarios públicos y militares, han caído en la estafa que hoy es del resorte de la Fiscalía”.

El abogado añadió que Bethsabé Ceballos lleva al menos 14 años estafando a gente de todo el país. “Tengo entendido que ahora último la vieron por Montería, el Eje Cafetero y los Llanos Orientales”, puntualizó.

Testimonio de víctima. Patricia* dijo que cayó en la red de estafados, luego de que una amiga le hablara sobre el proyecto Aleluya. La mujer, administradora de empresas, mencionó que corría el año 2009 cuando escuchó por primera vez de las supuestas ‘bendiciones’, las cuales recibiría no sin antes aportar una ‘siembra’ para liberar la herencia caída del cielo. Sí, liberar, pues Bethsabé pedía los jugosos aportes a los beneficiarios de su fundación para adelantar los trámites ante el Gobierno Nacional, ya que este tenía bajo custodia el dinero de su marido.

“Yo la conocí (Bethsabé), cuando ya me habían hablado del proyecto. Pidió que le dijera Betsy; supuestamente el esposo le dejó una herencia, y ella recibió la instrucción de Dios para repartirla con el pueblo cristiano. Mencionaba que había pasado por muchas necesidades, pero ahora el Señor la había iluminado con el dinero y lo que más quería era bendecir al pueblo. En su relato, siempre recordaba que estuvo casada con un narcotraficante, que al morir le dejó una millonaria suma. Según ella, los dineros quedaron congelados en una cuenta en el extranjero y para tener acceso a estos, ella tenía que hacer unas vueltas con el gobierno que le valían mucho. Entonces, uno tenía que colaborarle para que pudiera sacar el dinero que estaba depositado en un banco en el extranjero, y con ese dinero que tu dabas ella te lo multiplicaba”, relató Patricia, quien luego reconoció haber entregado 20 millones de pesos a la fundación Aleluya.


“Me dijo que por esos veinte, yo iba recibir 20.000 millones de pesos”, agregó.

Reuniones y capacitaciones. Con voz entrecortada, tras recordar la pérdida de su plata, Patricia comentó que al dar la ‘siembra’ quedó comprometida con la fundación y, de inmediato, la invitaron a asistir a charlas en un hotel en el barrio El Prado.

“La señora habla muy bien en público. Venía todas las semanas de Bogotá, o eso nos hacía creer, y hacía reuniones con los miembros de la supuesta fundación. En estas incluía a asesores financieros, quienes tenían la misión de capacitar a los beneficiarios, pues nos metían en la cabeza que la bendición que íbamos a recibir era grandísima y no se podía despilfarrar. Incluso, en ese lapso fuimos a la Notaría Séptima a firmar papeles y a bancos a esperar chequeras que nunca llegaban. Hasta Bogotá fui a parar a una reunión”.

Hoy, cuatro años después, Patricia renunció a las bendiciones de Bethsabé. Aparte mencionó que ha dejado todo en manos de Dios, y que será él el encargado de imponerle el castigo a este personaje de llamativo nombre.

*Nombre cambiado por solicitud de la víctima.

¿Será la misma?
El pasado mes de junio, la Fiscalía en Bucaramanga imputó cargos por estafa agravada y concierto para delinquir a 18 presuntos miembros de una banda delincuencial que, a través de engaños, se apropió de 25.000 mil millones de pesos, creando una pirámide financiera que dejó 4 mil víctimas. Según la Fiscalía, la cabeza de las estafas es María Elvia Rodelo Zambrano, quien se allanó a los cargos imputados. Rodelo hacía creer a las víctimas que al entregar una suma de dinero le estaban ayudando a liberar una herencia dejada por su esposo. EL HERALDO conoció que esta mujer estafó en Barranquilla a cientos de personas en 1998 y en 1999, incluidos rectores de colegios, docentes y comerciantes. En el resto del país habría actuado en ciudades como Riohacha, Zipaquirá, Sincelejo, Cartagena y Bogotá. Al consultarle a las víctimas de Bethsabé Ceballos si ella y María Elvia Rodelo serían la misma persona, las opiniones fueron divididas: unos dijeron que sí son la misma por el similar modo de estafa, pero otros mencionaron que no, pues Bethsabé aún envía correos electrónicos a sus víctimas, diciéndoles que “no se desesperen que las bendiciones llegarán”.

Por Kenji Doku

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