El Heraldo
Esta es la vivienda del barrio Vista Mar de Puerto Colombia que alcanzó a construir el italiano Bartolomeo D’addario en 2014.
Judicial

Indagan nexo de italiano en escándalo sexual de Altahona

La Fiscalía pidió aplazar la formulación de acusación contra Bartolomeo D’addario, investigado por pornografía infantil y explotación sexual de menor de 18 años, por un presunto vínculo con el exalcalde de Puerto Colombia.

Hace cuatro años la captura del italiano Bartolomeo D’addario, no trascendió tanto en los medios de comunicación porque se dio en pleno Carnaval. 

Ese viernes 13 de febrero, mientras la ciudad se encontraba semiparalizada y todo apuntaba al festejo, detectives de la Sijín realizaron en el sector de Vista Mar de Puerto Colombia, municipio perteneciente al área metropolitana de Barranquilla, el procedimiento de detención del napolitano D’addario, un hombre maduro que se presentaba como miembro de la ONU y que, según las autoridades, estaba involucrado en un caso de pornografía infantil y explotación sexual con menor de 18 años. La sorpresa fue para algunos vecinos de D’addario, que lo habían visto como comerciante y gestor de obras sociales en la población y en algunos sectores deprimidos de Barranquilla. 

Hoy, después de todo este tiempo, su caso vuelve a tener un foco de atención de los medios de comunicación a raíz de la decisión tomada el viernes anterior por la Fiscalía 12 CAIVAS del Atlántico. La dependencia decidió frenar la audiencia de formulación de acusación contra D’addario —la diligencia que se iba a llevar a cabo ante el juez Octavo Penal del Circuito con Función de Conocimiento, Álvaro Pájaro— porque se iba a indagar sobre una posible conexidad entre el caso del italiano y el del detenido exalcalde de Puerto Colombia, Carlos Altahona Arraut. 

Una fuente del ente investigador le dijo a este medio que existían unas “pruebas de orden técnico”, como los testimonios de unos jóvenes, “que podrían desvirtuarse o mantenerse en el proceso contra D’addario”, así como aportar elementos al caso de Altahona, recluido en la cárcel de Sabanalarga, penal que alberga a funcionarios públicos. “La idea es contrastar elementos de ambos casos”, aseguró la fuente consultada. 

Según las pesquisas de la Fiscalía, el italiano pagaba a muchachos y adultos para tener relaciones íntimas, y los grababa. En la inspección en la vivienda se halló en su momento material (2.000 archivos entre imágenes y videos) con contenido sexual. En el caso de Altahona, la situación fue “algo similar”, anotó la fuente, basada en el informe del policía judicial que adelantó el procedimiento de captura de 2015 y que, casualmente, fue el mismo que detuvo el 9 de marzo anterior al exalcalde. 

D’addario, de 57 años, hoy se encuentra en libertad por vencimiento de términos y, según su abogado, José Vargas Torres, este puede salir del país, pues dio poder para que fuera representado en las diligencias ante la justicia colombiana.

Una de las pruebas

EL HERALDO conoció uno de los interrogatorios que en los primeros días de febrero de 2015 entregó un joven de 18 años de edad contra el ciudadano italiano ante la Policía Judicial. Este fue uno de los tres testimonios que sirvió para encarcelarlo en la Penitenciaría de El Bosque por los delitos antes mencionados. 

“Para el mes de julio de 2014, por medio de un amigo conocí al señor Bartolomeo que es un extranjero italiano. Él me contrató para hacer unos arreglos en su casa que está ubicada en el barrio Vista Mar… Como a los dos meses de estar trabajando allí, como para finales de agosto de 2014 empezó (D’addario) a preguntarme que cuántos años tenía y yo le dije que 17. Me empezó a contar que él le pagaba a mi amigo de 17 años que se dejara hacer sexo oral, pero que este era muy interesado con la plata y eso no le gustaba a él…Por eso estaba interesado en mí, yo no desaproveché la oportunidad y empezó a regalarme dinero, celulares, ropa, me llevaba a Santa Marta…No volví a tener nada con él porque empezó a meter a un niño de 14 años de edad a quien le hizo un video que yo mismo observé en su computador ya que él posee cámara de video en su habitación, me llegó a mostrar aproximadamente unos 30 videos pornográficos”, indicó el joven, según el informe policial.

Sin embargo, algo que llamó hoy la atención de la autoridad y que podría ser de suma importancia es que para esa fecha la supuesta víctima dijo ante la Policía: “Quiero manifestar que el italiano Bartolomeo todo el mundo sabe que cuenta con el apoyo del alcalde de Puerto Colombia (Carlos Altahona) quien en muchas ocasiones ingresa hasta la vivienda de él…”. 

Raíces italianas

Un excónsul de Italia escribió años atrás en una columna de este medio que la comunidad italiana en Barranquilla fue una de las más numerosas, y contribuyó al desarrollo económico y cultural, no solamente de la ciudad, sino también de las sabanas de Bolívar y de la Zona Bananera.

 

No volví a tener nada con él porque empezó a meter a un niño de 14 años a quien le hizo un video que yo observé.
Bartolomeo D’addario es exfuncionario de la ONU.

Los italianos que se establecieron en esta zona del país y crearon establecimientos comerciales, industriales, bancarios, colegios y centros culturales, formaron hogares donde las buenas costumbres y principios morales fueron ejemplo en la comunidad. Barranquilla, como puerto y ciudad cosmopolita, era paso obligado de la mayoría de los extranjeros que, a través del muelle de Puerto Colombia, ingresaban a este país.

Y, según lo que se conoce sobre Bartolomeo, basado en la explicación de su abogado, es que este llegó a Barranquilla en 2014, “enviado por las Naciones Unidas para tratar de estrechar los lazos de los descendientes de italianos en la región con las familias que quedaron en tierras europeas”. El funcionario se presentaba como supuesto consultor de Naciones Unidas y cargaba un viejo pasaporte diplomático color azul que tenía el mapa insignia de las Naciones Unidas y decía en letras doradas “Laissez Passer”, que traduce de francés a español “dejar pasar”. 

En la capital del Atlántico D’addario alcanzó a dictar charlas en una universidad privada, entregó regalos a habitantes de la calle y se vinculó a uno que otro programa social con artistas locales.

“Su misión era reunir a las familias italianas con sus descendientes colombianos. En esa labor se enamora de Puerto Colombia, y decide renunciar a la ONU. Pero este monta una estrategia como empresa, lo mismo que hacía en la ONU, pero por su cuenta”, relata el abogado Vargas Torres. 

Empero, un informe del periódico El Tiempo publicado en febrero de 2015, tiempo después de la captura del italiano, señaló que funcionarios de la Organización de la Naciones Unidas en Bogotá “confirmaron la expulsión de D’addario del organismo”.

“Las investigaciones disciplinarias que llevan procesos de expulsión son estrictamente confidenciales. No es posible informar sobre esto. Podemos confirmar que fue expulsado de la ONU con fecha agosto de 2010”, comunicó en su momento el organismo. Además, sostuvo que “no tenemos ningún registro de que haya trabajado jamás en Naciones Unidas en Colombia”. Incluso informaron que “el pasaporte estaba completamente anulado y sin ningún tipo de vigencia y validez”. 

Su vivienda

Contrario a esa información, de acuerdo con el penalista, Bartolomeo decide echar a rodar su iniciativa ya por fuera de la ONU y por eso compra unos lotes en Puerto Colombia, con el fin de levantar en estos una casa para vivir. Otra de sus ideas, dice el apoderado, era abrir un hostal llamado “Bed and Breakfast”, que alcanzó a publicarse en la página virtual para viajeros AirBnB. 

Las investigaciones son estrictamente confidenciales, pero fue expulsado de la ONU con fecha agosto de 2010.
Carlos Altahona, exalcalde Puerto Colombia.

“Compra los lotes en mayo y empieza a construir. La construcción finaliza en octubre de 2014 y mi cliente se muda para Puerto. Antes lo había hecho en Barranquilla”, recuerda. 

Este dice que los problemas para su cliente vinieron en medio de la construcción de la vivienda. De acuerdo con su versión, Bartolomeo pidió al maestro de obra acelerar el trabajo ante demoras y este contrata a unos jóvenes de la población. 

“Así llegan los muchachos a la casa de Bartolomeo. Uno de ellos tuvo problemas con él porque se pierde con el dinero de unos materiales, después se perdió otro dinero de unos almuerzos. Por eso es que mi cliente llega a la Inspección de Policía de Puerto”, cuenta el abogado. 

Según Vargas ese es el muchacho que luego denuncia al italiano ante las autoridades por el tema sexual, pero en represalia por lo ocurrido con la construcción. 

El abogado además sostiene que su defendido tiene ahora además un pleito con una mujer que invadió uno de los terrenos que adquirió después de que fuera capturado en 2015. Hoy la casa fue vendida, según lo que expone. 

Relación con Altahona

El representante del extranjero dejó claro a este medio que su cliente “no tiene, ni tuvo” algún tipo de relación con el exalcalde Carlos Altahona. Aunque manifestó que en 2014, cuando Bartolomeo llegó a Puerto, Altahona era el mandatario y este pidió una cita para presentarle la misión que tenía como “representante de la ONU”. 

“Se conocieron por toda la labor desarrollada con los inmigrantes, esa fue la información que pidió en su momento mi defendido a la Alcaldía. No hay ninguna posibilidad de que las víctimas de Altahona sean las relacionadas con el caso de Bartolomeo”, afirmó. 

D’addario hoy se encuentra afrontando el juicio en libertad, como lo puede hacer cualquier persona que salga por vencimiento de términos (obtenida en septiembre de 2016). Mientras su abogado dice que se encuentra entre Pereira y Bogotá, en la red social Linkedin aparece desde junio de 2018 en Londres, Inglaterra, ahora como “asistente del mánager en un restaurante italiano”. 

“Ahora hay que esperar lo que defina la Fiscalía”, precisó el penalista, con respecto a la nueva determinación del ente investigador.

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