Homicidio de jugador de Unión atemoriza a sus compañeros
El técnico afirmó que Ferley Reyes era pieza clave del equipo. Cinco millones de pesos de recompensa para quien entregue información sobre los sicarios.
Con el dolor a cuestas por el asesinato de su compañero Ferley Reyes, el Unión Magdalena viajó ayer a Cartagena para enfrentar un doblete amistoso con el equipo de esa capital. (Lea Sicarios matan a jugador del Unión; otro resultó herido).
“Somos como los payasos del circo que tienen que hacer reír, aunque por dentro estén llorando”, dijo el técnico Fernando Velasco.
La decisión de desplazarse a la ‘ciudad heroica’ para rivalizar con el Real Cartagena fue de los jugadores, quienes consideraron que “es la mejor manera de hacerle un homenaje al amigo”.
El asesinato de Reyes, de 23 años, se produjo la noche del miércoles en una improvisada peluquería ubicada sobre un andén, de la calle 17 con carrera 11 del corregimiento de Gaira.
Dos pistoleros en sendas motos, llegaron al sitio y dispararon indiscriminadamente. Ferley recibió cuatro impactos; mientras que su compañero, el delantero Luis Enrique Díaz Asprilla, resultaba herido con tres tiros. El defensa Julio Murillo y el mediocampista, Carlos Ángulo, salieron ilesos.
Triste amanecer. Ayer los futbolistas llegaron temprano al estadio Eduardo Santos para reflexionar sobre lo sucedido y definir el paso a seguir. Las caras de tristeza y de temor invadían el escenario deportivo, los integrantes del plantel se ensimismaban en sus pensamientos.
“En mi vida esto ha sido lo más duro que me ha tocado enfrentar. Esa misma tarde, cuando salimos de entrenamiento, nos dimos chanzas”, dijo el volante Andrés Casañas.
Comentó que la fatídica noche del miércoles, luego que mataran a Ferley, se dirigió a la morgue. “Le quité la cadena y el reloj para dárselas a su familia”, anotó.
Casañas le hizo saber a su mujer que a raíz del hecho quería irse de Santa Marta. “Luego pensé mejor, me dije que soy hombre de retos y que debía quedarme”, indicó.
Erwin Carrillo, quien compartía con Ferley Reyes, la ofensiva samaria, dijo que está emocionalmente afectado y que “esto produce un temor general”. “Aún me pregunto por qué, si era un excelente muchacho”, aseveró.
Sollozante, el guardameta Aldair Arrendó recordó que con Ferley se molestaban porque eran los más gordos del equipo. “A él lo apodamos el Tanque, por la contextura que tenía”, manifestó.
En medio de la pena, los jugadores del Unión Magdalena recibieron una buena noticia, que Luis Enrique Díaz Asprilla, herido en el ataque criminal, fue intervenido quirúrgicamente y se encuentra estable.
Buscan pistas. Las autoridades buscan pistas que logren determinar las causas y móviles del crimen del jugador bananero, oriundo de Unguía, Chocó.
El comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Fredy Tibaduiza, dijo que por el momento solo hay hipótesis, pero nada en concreto. Se investiga si la víctima habría tenido algún problema en otra parte, pues es difícil creer que en 10 días de estar en esta ciudad hubiese tenido problemas personales que conllevaran al ataque criminal.
Por lo pronto se determinó una recompensa de 5 millones de pesos para quien entregue información, que conduzca a esclarecer el crimen y a dar con los autores.
Futbolistas asesinados
Con su muerte, el delantero Ferley Reyes se sumó a la larga lista de jugadores y dirigentes del fútbol colombiano víctimas de la violencia.
Los asesinatos más famosos de futbolistas fueron los del zaguero Andrés Escobar, en 1994 en Medellín, luego de la eliminación de Colombia del Mundial de Estados Unidos, el del goleador Albeiro ‘el Palomo’ Usuriaga en 2004 en Cali.
Otro caso notorio fue el asesinato del árbitro Álvaro Ortega, baleado después de un partido en noviembre de 1989 en Medellín.
Desde principios de la década de los 80, la lista de futbolistas víctimas de la violencia incluye a Omar Cañas, Felipe Pérez, Lucio España, Juan Guillermo Villa, Norberto Cadavid, Carlos Zulbarán, Edison Alvarez, Miguel Mosquera Torres, Jorge Carmona, Edson Becerra y Edison Chará.
La lista de dirigentes asesinados igualmente es frondosa y entre otros aparecen Octavio Velásquez, Oscar Upegui, Héctor Mesa Gómez, Pablo Correa Ramos, Carlos Arturo Mejía, el médico Diego Arbeláez, Guillermo y Germán Gómez, Oscar López, Arturo Bustamante y César Villegas. La mayoría de las muertes han quedado en la impunidad. AP
