El Heraldo
Alfonso del Cristo Hilsaca Eljaude y Donado (al fondo) no se allanaron a los cargos que el fiscal les imputó.
Judicial

“El Turco nos encargó la muerte del hijo de Emel”

EL HERALDO revela los testimonios de los exjefes ‘Rastrojos’, Juan Manuel y Brayan Borré Barreto, quienes señalan al empresario Alfonso del Cristo Hilsaca Eljadue como cerebro de un asesinato perpetrado por sicarios en Cartagena.

“Quiero hablar sobre un homicidio en Cartagena que le hicimos al Turco Hilsaca”.

El desmovilizado y confeso exjefe de ‘los Rastrojos’, Juan Manuel Borré Barreto, comenzó así el interrogatorio en el que señaló al empresario Alfonso del Cristo Hilsaca Eljadue como “el señor” que pagó $50 millones por un asesinato y les dio $100 millones anuales, de 2009 a junio de 2013, para el sostenimiento de la banda en

Atlántico, Bolívar y Sucre. La Policía y el CTI capturaron el miércoles en Cartagena al empresario, nacido hace 56 años en Mompox (Bolívar), por cargos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, y financiación de terrorismo y de grupos de delincuencia organizada. Por la misma investigación también fue arrestado el abogado Javier Donado Rueda, en El Carmen de Bolívar.

El testimonio de alias Pistón desde la cárcel de Acacías (Meta), donde está preso, no es el único. La Fiscalía también interrogó en la cárcel La Picaleña (Tolima) a su hermano Brayan Eduardo, apodado Tío Guillo o Jacki, su excabecilla de sicarios.

Los Borré pasaron de ser comandantes regionales ‘Rastrojos’, a testigos de las autoridades. “Los señores dijeron: no vamos más, hasta aquí llegamos; nos sometemos a los beneficios de la Ley 906”, dijo el Fiscal 48 especializado contra el crimen organizado en las audiencias de legalización de capturas, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento realizadas a Hilsaca y Donado.

EL HERALDO conoció las evidencias exhibidas por el delegado ante un juez penal municipal ambulante, entre el jueves y la madrugada del viernes. Se trata de extensos interrogatorios grabados en video que este año, entre julio y noviembre, rindieron Pistón y Tío Guillo.

JUANCHO DIQUE, ENLACE. La nueva investigación contra ‘el Turco’ Hilsaca se remonta a la masacre ocurrida el 13 de febrero de 2003, en la Torre del Reloj de Cartagena. Las víctimas fueron cuatro trabajadoras sexuales: Betsevit Espitia, Lourdes Lara, Ofelia Correa y Hendy Smith.

Hilsaca Eljadue fue arrestado y encarcelado a finales de 2009, debido a que desmovilizados lo señalaban como autor intelectual de la matanza. En marzo de 2010, sin embargo, quedó libre “por falta de pruebas”. Luego, en mayo siguiente, fue recapturado por presuntos nexos con paramilitares, mas volvió a salir de prisión por la misma razón.

Tras su reciente captura, el director nacional de Fiscalías contra el crimen organizado, Álvaro Sarmiento, declaró en rueda de prensa que “se tiene conocimiento que bajo la Ley 600 hubo algo oscuro frente a ese hecho, que está siendo investigado”.
Para la Fiscalía, parte de ese “algo oscuro” puede ser lo que detallaron los Borré sobre la muerte de John Edinson Ovallos, hijo de Luis Emel Ovallos Angarita, el único exparamilitar que no se retractó de sus acusaciones contra Hilsaca Eljadue en la investigación por la masacre.

Pistón contó a la Fiscalía que el crimen de Ovallos se coordinó después de que tres desmovilizados “echaron pa lante al Turco” en el caso de las prostitutas. “Geño y el otro muchacho se retractaron, pero el viejo Emel no quería”.

La negativa fue el motivo para que Alfonso del Cristo Hilsaca Eljadue, según Borré, les pagara a la estructura de ‘los Rastrojos’ que él comandaba por la cabeza del hijo del declarante.
Pistón se encargó de coordinar el homicidio desde la cárcel. La misión se la confió a su hermano menor, quien ya vivía en Barranquilla como jefe de sicarios de ‘los Rastrojos’.

En su testimonio, Tío Guillo sostuvo que el excomandante paramilitar Úber Banquez contactó a la banda por medio de Juan Manuel. “Para que le diéramos muerte a cualquier hijo del viejo Emel, el que dijo la verdad de la muerte de unas prostitutas: que ‘el Turco’ Hilsaca las mandó a matar con las Autodefensas”.

Según Jacki, el plan para desvincular al empresario del crimen consistió en que este “dio un billete” a Banquez, alias Juancho Dique, para que se retractara y contradijera la versión de Ovallos. “Me mandan $10 millones, me los entrega mi hermano; los manda ‘el Turco Hilsaca’ (…), y coordino todo ese operativo con mi hermano y Chino Turbaco”.

Tío Guillo declaró que el homicidio y la estrategia jurídica se planearon en la Cárcel Modelo de Barranquilla. En la reunión “estuvo el abogado del Turco, mi hermano, Juancho Dique y otros personajes”. E insistió en que Banquez “fue intermediario” del encuentro.

El supuesto “encargo” se cumplió el 20 de agosto de 2009: John Ovallos fue baleado dentro de una tienda, propiedad de su padre, en el barrio Nelson Mandela de Cartagena.

EL APORTE DEL TURCO. El otro capítulo que investiga la Fiscalía es si Alfonso del Cristo Hilsaca Eljadue financió con $400 millones a los Rastrojos durante cuatro años y seis meses. Tío Guillo explicó que “el aporte” de $100 millones anuales venía de “una amistad” del empresario y su hermano. “Hasta una vez (Juan Manuel) iba a asesinar al viejo Emel en el patio de Justicia y Paz –en la Modelo–, por una orden del ‘Turco’ Hilsaca, coordinada por Juancho Dique”.

El dinero lo entregaba el administrador de un matadero de ganado en Turbaco, “del que ‘el Turco’ Hilsaca es dueño o socio”, dijo. El menor de los Borré pidió al fiscal que indagara con Pistón por más detalles de los presuntos aportes de Hilsaca Eljaude a la banda criminal.

En su declaración, Juan Manuel Borré aseguró que el vínculo surgió de las extorsiones que “la organización” hacía al ‘Turco’. “A través de eso hubo el medio, el enlace”.

“¿Ese asesinato lo pagaron, fue un favor?”, preguntó el delegado a Pistón. “Como ya (Hilsaca) nos ayudaba a financiar la estructura, nos dio 50 millones de pesos en efectivo (…) y nosotros hicimos el asesinato en retribución, lo hicimos como un favor”.

La muerte de Ovallos es uno de los 657 homicidios reconocidos por Rastrojos en Atlántico, Bolívar y Sucre, informó el Fiscal en la audiencia. “Estamos decantando los ordenados por personas, como el caso que nos ocupa, que no son delincuentes o integrantes de una estructura criminal, sino que eran víctimas y después las apoyaban”.

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