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“El man se portó bacano; tranquila, ya está lo tuyo, ya están tus 50 barras”: red de policías

Más de 5.000 llamadas interceptadas son la evidencia principal de la Sijín y la Fiscalía contra ‘los Plaqueteros’, red de policías que se valió de acceder al Runt para chantajear a conductores deudores del soat y la revisión técnico mecánica.

Un año, no menos, era el tiempo que llevaba una red de corrupción al interior de la Policía de Barranquilla que, de acuerdo con las autoridades, manejó a su antojo el Registro único nacional de tránsito (Runt) para chantajear a conductores que tuvieran vencido el seguro obligatorio de accidentes de tránsito (soat) o circularan sin tener al día la revisión la técnico mecánica. 

La existencia de la banda ‘los Plaqueteros’ está evidenciada en más de 5.000 llamadas interceptadas. “La antigüedad no se improvisa, papi, ya un año en esto”, se ufana uno de los uniformados, al hablar por celular con un compañero. 

Los diálogos se conocieron en las audiencias de legalización de capturas e imputación de cargos a los 15 policías y las tres mujeres que agentes de la Sijín arrestaron el miércoles, al igual que en las diligencias a las que compareció la abogada Sandra Macías Bravo, quien se entregó el jueves a la Fiscalía. 

“Esos uniformados estarían incurriendo en el delito de acceso abusivo a sistema informático, con el fin de buscar algunos beneficios personales a través de una herramienta que le permitía obtener información de la documentación de algunos vehículos y obtener a cambio, seguramente, una dádiva al no aplicar la norma”, explicó en rueda de prensa el general Gonzalo Londoño Portela, comandante seccional de la Policía. 

Una fuente

En junio se iniciaron las pesquisas, encomendadas a un grupo de agentes de la Seccional de Investigaciones  Judiciales (Sijín), luego de que una fuente informara de la existencia de una banda delincuencial liderada por el patrullero Luis Fernando Flechas Garzón, adscrito al Servicio de Tránsito (Setra) de la Mebar. 

El colaborador suministró seis números celulares que, según él, usaban la abogada Sandra Macías, llamada ‘la Doctora’; Stephanie Benítez, alias Estefani, y Flechas. La información resultó positiva. Así descubrieron que las irregularidades tenían raíces en Bogotá, donde el patrullero Jorge Eduardo Guerrero Arias obtuvo usuarios y claves del Runt, aprovechando su labor en el centro de información de estrategia vial de Bogotá. 

Se trata nada menos que de la oficina autorizada por el Ministerio de Transporte, como parte del convenio administrativo que firmó en 2009 con la Policía, para manejar la base de datos nacional de tránsito. De acuerdo al pacto, es de uso exclusivo y tiene una cláusula de confiabilidad. 

Con las interceptaciones telefónicas fue posible establecer, por ejemplo, que Guerrero y Flechas tenían un negocio: el primero le suministró contraseñas con las cuales el segundo, ayudado por esposa Erika Regina Flores Revueltas, montaron una central de comunicaciones ilegales. 

​Dicha oficina hacía de Centro Automático de Despacho (CAD), que no es otra cosa que las centrales de información de la Policía en cada capital. Los operadores suministran desde allí, por avantel o radio, los datos que todo funcionario –dependiendo su especialidad– requiera sobre antecedentes penales, información de vehículos y denuncias de hechos delictivos. 

En contraprestación, Flechas pagaba a Guerrero. “En la empresa Efecty se pudo determinar que le hicieron varias consignaciones. Le consignaban $700 mil y cifras similares”, se indica en el expediente del caso. 

Dos centrales

Flechas montó una central paralela en un apartamento suyo y de su esposa, en el quinto piso de un edificio ubicado en el barrio Boston (no Barrio Abajo, como se había indicado), diagonal a la sede del antiguo DAS, donde funciona la sede de fiscalías anti crimen organizado. 

En la jerarquía de ‘los Plaqueteros’, otro patrullero estaba al mismo nivel que Flechas: su socio Yerson Caballero Gómez, que también poseía una clave del Runt. 

​Entre las evidencias de la Fiscalía consta que Caballero sostenía una relación con Zaida Paola Pardo Quintero, alias Paola. “Paola decidió abrirse de la central ilegal y (con Caballero) abrieron una independiente”. 

Una fatalidad catapultó sin embargo a Pardo Quintero a la cúpula: la muerte el 16 de julio de este año de Caballero, en un accidente de tránsito en la carretera entre Barranquilla y el municipio Ciénaga (Magdalena). La mujer ascendió en importancia porque, dada su relación con el agente, conocía la contraseña a la base de datos. 

En las dos centrales, las operadoras consultaban por internet si a las placas de carros y motos que suministraban los uniformados, por turnos y a través de llamadas en modo conferencia, les figuraba alguna deuda por el soat o la revisión la técnico mecánica. 

​Dentro de las pesquisas, el término ‘plaquear’ (de placas) surgió de esa operación entre radio operadoras y agentes. Y, con ello, el nombre que la Sijín y la Fiscalía colocaron a la red: ‘los Plaqueteros’. 

Novedad 1 y 2

Una de las conclusiones preliminares de la indagación es: los agentes se dedicaban a realizar su trabajo, a través de esas radio operadoras, para obtener un ingreso ilegal. Como consecuencia, su verdadera misión de velar por la vida, los bienes y la honra de los ciudadanos, y velar que no se incrementara la delincuencia en la ciudad, se descuidó. Solo se dedicaban a estar ‘plaqueando’ para ver qué ciudadano había infringido las normas por no tener su revisión o tener el soat vencido. 

Una fuente explicó que los policías con el rol de ‘plaqueteros’ se estacionaban en cualquier sector de su cuadrante (zona de vigilancia) y, por teléfono, empezaban a dictar placas. Una vez el sistema arrojaba que el vehículo tenía alguna deuda, los patrulleros lo interceptaban y constreñían al conductor. Para identificar el tipo de incumplimiento, las operadoras se referían al soat como “novedad uno” y a la revisión técnica como “novedad dos”. 

En varios de los casos detectados por las grabaciones, los investigadores de la Sijín comprobaron a través del Runt y la Secretaría Distrital de Movilidad que, para la fecha de los hechos, a los conductores no se les impuso comparendos. 

Uno de los diálogos telefónicos que ilustran el negocio lo protagonizan dos personas identificadas por la Fiscalía como Stephanie Benítez, alias Estefani, y el patrullero Oswaldo Rafael Prent Alcázar. (Audio: El man se portó bacano)

Tarifas

Como jefes, Flechas y Pardo reclutaban por separado a operadoras u operadores, a la vez que decidían qué policías entraban a sus estructuras. Los aceptados debían pagar, cada vez que ‘plaquearan’, una ‘membresía’ diaria de entre $30 mil y $60 mil. 

Para la Fiscalía, los patrulleros de vigilancia abusaban de sus funciones y cometían prevaricato al realizar “una labor que no les estaba encomendada”, pues al no ser de tránsito no pueden verificar la vigencia del soat y/o de la revisión. 

Y, en ambos casos, policías de tránsito y vigilancia, habrían incurrido en peculado por uso debido a que utilizaban motos, radios, y gasolina pagada por un organismo del Estado para realizar actividades ilegales. 

A la operadoras, Flechas le ofrecía $40 mil por día trabajado, como se escucha en otro de los audios en los que dialoga con una mujer a la que llama Jenny, revelado por EL HERALDO en su edición del viernes. 

“Lo que tengo para ofrecerte es, sí, básicamente, trabajo de secretaria. Solamente necesitas saber manejar el computador, no más, y vas a cumplir funciones como de radio operadora. O sea, te van a llamar a un celular que te va a dar mi esposa, y te van a preguntar información, y Érika te va a dar la información que tú tienes que responder y no más. Trabajas de 8 de la mañana a 8 de la noche, y pagamos (a) 40 mil pesos el día”. 

El martes continúa

En una primera audiencia, el jueves, el juzgado 12 penal municipal declaró legales los arrestos de Flórez, esposa de Flechas, Pardo y Benítez; y de los 15 policías, quienes están adscritos a la Estación del barrio El Silencio, y los CAI Inem (Soledad), El Carmen y Recreo. 

Los uniformados son los patrulleros Flechas Garzón, Guerrero Arias, Prent Alcázar, John Rincón Parra, Daniel Rodríguez Sánchez, Rubén Angulo Mendoza, , Luis Díaz Gutiérrez, Robin Hernández Orozco, Elías Montes Sierra, Alfonso Lamadrid Villamil, Víctor Ribón Garibello, Dewin Realpe Gámez, Wilmer Estevez Simpson, Jair Pertúz Tilano, y el subintendente Roberto De la Ossa Wades. 

El despacho suspendió la diligencia y continuó el viernes con la imputación de delitos a ocho de los implicados. La formulación de cargos continuará este martes, a partir de las 8 de la mañana, en el Centro de Servicios Judiciales. 

La otra involucrada como radio operadora, la abogada Sandra Macías, se entregó el jueves en la URI de la Fiscalía. El mismo día un juez le impuso detención domiciliaria, en audiencia celebrada en el municipio Galapa. El único prófugo es el patrullero Hecler Ruíz Moreno.

Los uniformados afrontan cargos por concierto para delinquir agravado, prevaricato por omisión, peculado por uso, abuso de funciones públicas, concusión y acceso abusivo a un sistema informático. Las mujeres, por concierto para delinquir, acceso abusivo a un sistema informático y concusión. 

Conversaciones

Prent reporta que el conductor accedió a pagar el chantaje 

En este diálogo intervienen la radio operadora Stephanie Benítez, apodada Estefani, y el patrullero Prent, quien le informa que el conductor de un carro accedió al pago de un chantaje que le hizo, según la Fiscalía.

Estefani:  Aló 
Prent: UQGZ-942 (suministra otra placa).. 
Estefani:  ¿Cómo te fue? 
Prent:  El man se portó bacano. Tranquila, que ya está lo tuyo. Ya están tus 50 barras aseguradas. 
Estefani: Okey 
Prent: Jefa 
Estefani:  Sí, aquí estoy. ¿Me escuchas? 
Prent: GNN-940 (suministra otra placa). 

Escuche el audio aquí

En busca de patrullas para trabajen en el ‘plaqueo’.

De acuerdo con la Fiscalía y la Sijín, una radio operadora contacta al patrullero Lamadrid para indagar qué patrulleros de la Estación del barrio El Silencio están disponibles para ‘plaquear’ al servicio de la red.

Lamadrid: Aló. 
RP: Ven acá, una pregunta: ¿(Inaudible) a Bodoski (Realpe) y Ruiz? 
Lamadrid:  Sí. 
RP: Les estoy marcando y uno lo tiene apagado y el otro no me contesta. ¿En qué están entonces? 
Lamadrid: No sé, no sé. Por ahí me dio este man 40 mil pesos. 
RP: Dame el nombre. 
Lamadrid: Angulo, Angulo. 
RP: Mmm. Bueno, este… ¿qué te iba a decir? No eso, que estoy preguntando con quién están trabajando, como viene un cambio (inaudible). Daza hoy no está. Cambiaron a (inaudible) Angulo, están los dos hoy en patrulla. Quería saber lo de Ruiz y el cabo De la Ossa, saber cómo están. 
Lamadrid: Llámate a De la Ossa. De la Ossa él está con Rodríguez. 
RP: Con el cachaco, Rodríguez. Mmm… ¿Quién es Hernández, quién es Hernández? 

Aquí puede escuchar el audio de esta llamada.

Guerrero advierte a Flechas que le filtrará un usuario y una clave

En el expediente se señala que esta era la forma como el patrullero Guerrero filtraba a su homólogo, Flechas, los usuarios y las claves del Runt para que su red accediera de forma ilegal a la base de datos. 

Flechas: Dime, curso. 
Guerrero: ¿Cómo vamos? ¿Qué está haciendo? .
Flechas: Acá triste, marica. Usted me tiene triste, huevón.  
Guerrero: Oiga, póngale cuidao. 
Flechas: Dime.  
Guerrero: Le voy a enviar una clave y un usuario. ¿Sí?  
Flechas: ¿Para nivelar o qué? 
Guerrero: Sí. Entre hoy y mañana, que ya llegué. ¿Listo? Pa que lo utilice y lo camelle. ¿Bueno? 
Flechas: Mándamelas. Bueno.
Guerrero: Bueno. Pero mucho cuidado. ¿Listo?  
Flechas: Todo bien, todo bien.  
Guerrero: Bueno, hágale, pues. Chao. 

Audio de esta llamada aquí.

Flechas pide que en la portería le dejen los $80 mil

Un patrullero de la Policía y Luis Flechas acuerdan la manera como el primero hará entrega de $80 mil, de la tarifa que debe pagar para acceder al servicio ilegal de la red que el segundo es señalado de liderar.

Hombre: Sí, sí, sí. Ya te paso los 80. 
Flechas: ¿Bueno y cómo haces pa pasármelos? Yo creo que me los deja en la portería del edificio mío, pa yo dárselo a ellos más tarde. ¿No? 
Hombre: ¿Adónde vives tú? 
Flechas: Apúntame la dirección. Huevón, ya tú te la sabes. 
Hombre: (Risas) Qué hij… jajaja, este man si es bobo, llave. 
Flechas: Jodaaa y cule liga que está relío justo el cabo con el sargento, del mismo lado. 
Hombre: Ajá. ¿Y cómo es la dirección? 
Flechas: Calle 53 # 42-25, apartamento 510. 
Hombre: Listo, dale, dale. 
Flechas: Edifico Mururoa. Diagonal al Colombo Americano, frente al DAS. 
Hombre: Listo, dale, dale. Yo te los dejo allá, todo bien. 
Flechas: Me los dejas con el portero. 

Flechas llama a Jenny para ofrecer trabajo como operadora

Flechas: (Ahora se fue, que porque amaneció enferma y no sabe cuándo vuelva) Aló. Hola Jenny. 
Jenny: Hola, Flechas. ¿Qué más, mi vida? ¿Cómo estás? 
Flechas: Bien. ¿Y tú, cómo estás? 
Jenny: Bien, bien, gracias a Dios. 
Flechas: Imagínate que ando buscando una secretaria para mi esposa. La secretaria que teníamos amaneció disque enferma y nos dijo que no sabía cuándo volvía. Nos apagó el teléfono y no volvió aparecer. 
Jenny: ¿Sííí? 
Flechas: Jeje, je, jajajaja. 
Jenny: ¿Sí? ¿De verdad?  
Flechas: Sí. Jenny, lo que tengo para ofrecerte es, sí, básicamente, trabajo de secretaria. Solamente necesitas saber manejar el computador, no más, y vas a cumplir funciones como de radio operadora. O sea, te van a llamar a un celular que te va a dar mi esposa, y te van a preguntar información, y Érika te va a dar la información que tú tienes que responder y no más. Trabajas de 8 de la mañana a 8 de la noche, y pagamos (a) 40 mil pesos el día. 
Jenny: ¿Y la universidad? 
Flechas: Pues, tú cuadras el horario de la universidad en la noche y cuadramos eso con Érika, de tal manera que puedas salir de ahí de la casa a la universidad. Y queda cerquita a la universidad. 
Jenny: A ver, a ver, a ver. (Inaudible) ¿Solamente contestar un teléfono? 
Flechas: Sí. 
Jenny: Mmmm…
Flechas: Y buscar una información que Érika te da, por internet, no más. Es como un trabajo de radio operadora. 
Jenny: Mmjum. 
Flechas: ¿Sí? Entonces, te llaman a preguntar y tú respondes. Y ya. 
Jenny: ¿Y listo? 
Flechas: Sí. 
Jenny: ¿De 8 a 8? 
Flechas. Sí, pagamos (a) 40 (mil pesos) el día.

Este es el audio de la llamada. 

La tarifa diaria debe mantenerse: $30 mil y $60 mil

Érika: ¿Y cómo se le cobra a los nuevos? 
Flechas: 60 el día, 60 el día. 
Érika: ¿Mi amor, y por Galapa? 
Flechas: Igual, 30 y 60, 30 y 60. 

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