
Dos muertos y 500 detenidos deja la celebración del título
Las autoridades reportaron detenciones por riñas provocadas por exceso de alcohol, dos fallecidos y un menor quemado con pólvora durante los festejos del domingo.
La celebración de la octava estrella de Junior, conseguida el domingo al ganar 5-4 a Independiente Medellín en el marcador global, fue un tanto desmesurada en Barranquilla y su área metropolitana. Cerca de 500 personas fueron conducidas por las autoridades a la Unidad de Prevención y Justicia (UPJ) de la ciudad, y otras dos personas resultaron muertas.
Uno de los hechos desafortunados fue el del motociclista Miguel Antonio Jaraba Vellojín, de 35 años, quien falleció cuando celebraba el título del equipo.
El accidente ocurrió a las 8:30 de la noche del pasado domingo en la avenida Circunvalar, en el tramo que está entre Ciudad Caribe y el puente de la Cordialidad.
Según el reporte de la Policía, al parecer Miguel iba en estado de embriaguez a bordo de su moto y fue embestido por un automóvil no identificado, que lo dejó muerto en la vía.
Sin embargo, Arain Rojano, cuñado de la víctima, señaló que Miguel era un hombre “dedicado a la palabra de Dios”, no acostumbraba a consumir licor y por eso la familia asegura que no iba borracho, sino que fue víctima de un conductor irresponsable que lo embistió y lo dejó abandonado a su suerte.
Rojano agregó que al momento del accidente otro familiar de Miguel (un taxista) pasó por el lugar y observó el cuerpo, pero no lo reconoció porque quedó boca abajo.
Luego, a las 6:00 de la mañana de ayer, otro allegado que entraba a trabajar escuchó un reporte noticioso en la radio informando que Miguel Antonio Jaraba Vellojín había muerto en un accidente de tránsito.
Inmediatamente se comunicó con el resto de familiares y se dirigieron a Medicina Legal, donde confirmaron la nefasta noticia.
Jaraba Vellojín trabajaba como mototaxista, residía en el barrio Villa Sol, en Soledad, dejó un hijo de 11 años, era separado y vivía en unión libre con una nueva compañera.
Hace 15 días había sepultado a su papá, Rafael Jaraba, quien murió de causas naturales.
Los familiares presumen que Jaraba Vellojín fue embestido cuando ya iba para su casa, después de haber visto la final Junior -Medellín.
Lo matan festejando
El otro homicidio que dejó la celebración de la octava estrella fue el de John Freddy Mantilla Escorcia, de 21 años, quien fue atacado a bala a las 9:30 p.m. en la calle 8 con carrera 7, por dos sujetos que lo interceptaron.
John Freddy recibió cuatro balazos: en la pierna y hombro izquierdo, tórax y un disparo más en la cabeza. Los aficionados tiburones que a esa hora celebran la obtención de la octava estrella corrieron de inmediato a socorrer a la víctima del atentado. Inicialmente lo llevaron al Paso Simón Bolívar, de donde lo trasladaron al Camino Adelita de Char.
“El herido recibió atención médica, pero a eso de las 3 de la madrugada (ayer) se produjo su deceso debido a la gravedad de las lesiones”, explicó la Policía Metropolitana, que hasta el momento no tiene una línea de investigación clara sobre el móvil del crimen.
María del Carmen Escorcia Rúa confirmó que su hijo John Freddy Mantilla salió de su residencia para departir con sus conocidos luego del triunfo de Junior y que de repente le informaron que lo habían herido a bala. “Lo que me dicen es que él estaba celebrando en la calle, aunque muy cerca de la casa, cuando pasaron dos tipos en una moto, el parrillero se bajó y con una 9 milímetros lo baleó. Lo llevaron a Simón, luego al Adelita de Char, donde murió”, confirmó María del Carmen.
La madre del occiso aseguró que este nunca tuvo problemas con nadie o amenaza alguna a pesar de haber estado preso. “En un paseo a playa uno de sus amigos le suplantó la cédula, este mismo tipo se puso a delinquir en Valledupar y a quien arrestaron fue a mi hijo, por error”, continuó María.
“John estuvo seis meses en Malambo y un año más en El Bosque. Después salió por vencimiento de términos, pero esto nada tiene que ver con el crimen”, finalizó María.
John Mantilla era cobradiario y no tenía hijos.
500 a la UPJ
El coronel Yecid Peña, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, manifestó que 500 personas fueron conducidas a la Unidad de Prevención y Justicia (UPJ) de Barranquilla por conductas indebidas que afectaron la seguridad y tranquilidad de la ciudadanía.
“La Policía hizo presencia en los puntos críticos durante la celebración y por eso la gran mayoría de las personas disfrutó en paz en Barranquilla”, indicó Peña.
El coronel señaló que tuvieron conocimiento de personas que fueron a cometer hurtos y actos vandálicos, pero no tenía un “consolidado” al respecto.
Quemados un menor y policía
Las autoridades policiales también sostuvieron que varias personas aprovecharon la consecución de la octava estrella para utilizar pólvora y como consecuencia terminar quemados.
Yecid Peña señaló que un caso ocurrió en Soledad, donde un menor de edad resultó quemado por la irresponsabilidad de personas que aún “utilizan los juegos pirotécnicos”. Asimismo, en el barrio Carrizal, un policía resultó quemado en su piel con un “artefacto” que aún se está investigando.
“El agente entregó turno y se desplazaba a su residencia con el fin de descansar (…) se pudo establecer que es algo parecido a un volador pequeño”, dijo el coronel.