“No sé hace cuánto tiempo no le pasaban revista a Ober”: director del Inpec
En diálogo con EL HERALDO, el coronel de la Policía Daniel Gutiérrez, jefe del instituto, dio detalles sobre los procedimientos que se harán frente a lo ocurrido con el preso que grabó videos y amenazó a jueces, fiscales y policías.
Los dos videos grabados por Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias el Negro Ober, dentro de la cárcel de Girón, en Santander, y que trascendieron el pasado fin de semana no solo mostraron la comodidad y los gustos de este hombre determinador de múltiples casos de extorsiones en Atlántico, sino también la crisis penitenciaria y carcelaria, pero desde el enfoque de la corrupción.
Frente a eso, en diálogo con EL HERALDO, el coronel de la Policía Daniel Gutiérrez, director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, sostuvo que una de las determinaciones tomadas a raíz de la difusión de los videos y, más allá, de los alcances del sujeto investigado por homicidios y descuartizamientos en Barranquilla fue la de “meter en cintura” al director de la Cárcel y Penitenciaria con Alta y Media Seguridad de Girón, Jorge Alberto Contreras Guerrero, y a los otros directores de los centros carcelarios administrados por el Inpec en el país.
“El Negro Ober se aisló. Está totalmente incomunicado. Se le hizo el operativo, el decomiso de todos los elementos y ya se envió una comisión desde el nivel central, de la oficina de control interno y disciplinario, para que investigue a todos los funcionarios que permiten que casos como el ocurrido pasen”, expresó el oficial.
En la mañana de este lunes 27 de marzo, el director del Inpec ya había anunciado en rueda de prensa desde Bogotá que se le había dado apertura a una investigación contra 15 funcionarios del Inpec para establecer cómo se dio el ingreso del teléfono celular de Ober y de los elementos que mostró en los videos, entre esos las joyas y un cigarrillo de marihuana. Pero además con el tratamiento de las revistas de los internos.
Expuso que “nos dimos cuenta de que allá (Penitenciaría de Girón) el director no cumplió con eso. Hay un letargo en el tema del control, seguramente. No sé hace cuánto tiempo no le pasaban revista porque tenía muchos elementos encima”.
Y sobre la responsabilidad del director del penal dijo: “los funcionarios públicos respondemos por acción o por omisión, no podemos decir que haya permitido o que haya dejado ingresar las cosas, pero él debería responder por lo que pasó en su establecimiento”.
Por otro lado, el coronel Gutiérrez explicó que “todos los establecimientos tienen un jefe de gobierno, que es el director, y esta mañana hicimos videoconferencia con todos los directores del país y los metimos en cintura. Cada director tiene que responder por lo que pasa en cada establecimiento tanto en seguridad, resocialización y disciplina”. “Seguramente habrá traslados, habrá cambios porque eso es falta de compromiso”, anunció.
El sábado anterior, Ober Martínez grabó dos videos en los que se refirió a la captura de su pareja sentimental Julieth Vanessa Martínez Cantillo, alias Vanessa o Johana, detenida en un apartamento del barrio Roma, en la localidad de Kennedy de Bogotá.
“A mi mujer no la van a pegar por los actos míos, yo pago por mis actos, mi mujer no tiene nada que ver en nada (…). Qué más le digo, pues se murió el fiscal Pecci (fiscal paraguayo asesinado en Barú) y ahora que no se muera cualquier fiscal en esta m*** (…) Estoy decidido a hacer lo que sea, o me sueltan la mujer o miramos cómo estamos o yo no sé (…) Que Dios me los bendiga grandemente, que me les dé larga vida, mucha protección y que usen chaleco antibala”, expresó el, hasta ahora, sindicado.
Ante la grabación, el director del instituto apuntó hacia los llamados “caciques”, que son presos que “hacen aseo, les prueban la comida, que están pendiente de ellos”.
Esto último con relación a que circuló una información de que fue un guardián del Inpec el que había servido de camarógrafo. “No creo que un guardián se haya prestado para eso”, añadió.
Sobre el nuevo lugar de reclusión de alias el ‘Negro Ober’, el cual se había planteado desde la misma noche del sábado, día en que se dieron a conocer los videos, el coronel Gutiérrez manifestó que “no podemos decir para dónde va por seguridad de la ciudadanía. Pero se va a mover, se va a desestabilizar y, si es necesario, se cambiará cada 15 días o cada mes. Se va a pasar por un establecimiento que ofrezca las medidas de seguridad porque no podemos permitir que un delincuente arrodille a una ciudad y a un país”.
“Si es necesario que el director general del Inpec le pase revista al Negro Ober semanalmente lo hará”, aseguró el oficial.
Las reacciones de expertos sobre el tema de la crisis carcelaria, derivada del video del Negro Ober, coinciden en que casos de corrupción no son nuevos dentro del Instituto Penitenciario y Carcelario e incluso se han registrado en los 30 años de existencia.
El abogado y director de la Corporación Excelencia en la Justicia, Hernando Herrera Mercado, mostró que en el caso de Ober Martínez “evidencia las grandes falencias administrativas en cuanto a la seguridad que tienen el Inpec. Van más de 20 directores, el actual es el número 23, luego de 30 años de creación de ese organismo. La rotación en ese organismo se da desde el alto nivel y también en la parte la guardia penitenciaria hay gran disfuncionalidad y caos”.
Así mismo, el especialista se centró en que este organismo tiene actualmente más de 70 sindicatos, con la concesión de múltiples permisos sindicales, “que también terminan afectando de alguna forma el cumplimiento misional que tiene ese ente y a ello habría que añadir una alta incapacidad de lo cual el país es testigo, en el día a día, para el mantenimiento del control de las penas intramurales”.
Otra opinión que se sumó fue la del docente e investigador de la Universidad Externado de Colombia, Andrés Macías Tolosa.
“El problema de corrupción en las cárceles y centros penitenciarios administrados por el Inpec obedece a muchos factores que han llevado, entre otras cosas, a cuestionar la pertinencia de reestructurar, modificar o reemplazar a la entidad. Esa corrupción no es nueva; por el contrario, lleva ya muchos años en curso, siempre con escándalos cada vez más complejos, pero no se le ha podido dar solución, entre otras cosas, por falta de voluntad política, por problemas presupuestales, y por problemas propios de la administración de justicia en Colombia”.
