Cobradiario, un negocio fuera de todo control

En los barrios populares de Barranquilla y de los municipios del Atlántico es común encontrar a cualquier hora a sujetos motorizados, con cascos y cubiertos con chaquetas o buzos para evitar el sol, apostados en las entradas de las residencias blandiendo una serie de tarjetas de cartulina.

Esta escena se repite en el mercado público, frente a locales o simples puestos de ventas menos organizados. Son los famosos cobradiarios, prestamistas que se han convertido en una especie de figura obligatoria en el panorama  local. Satanizados por algunos sectores y vistos como un “mal necesario” por otros, lo cierto es que pese a que se le ha puesto la lupa desde el mismo Gobierno Nacional esta práctica continúa dándose de manera descontrolada y afectando, muchas veces, el orden público, como lo reconocen las mismas autoridades locales. 

El pasado martes 25 de marzo un cobradiario protagonizó en Baranoa una riña con una clienta que desencadenó en disturbios dejando un saldo de 18 menores afectados por la inhalación de gases lacrimógenos y tres policías heridos. Mientras ella sacó un machete, él sostenía una varilla con la que la golpeó. La pelea obedeció a que la mujer se había atrasado con el pago.

Como si fuera mercancía. Un ama de casa contó que este tipo de préstamos llamados también gota a gota, se le han convertido en una necesidad.

“Mi marido y yo estamos en datacrédito y no podemos hacer préstamos en ningún banco, y como no estamos bien económicamente nos atrasamos en los servicios y esa gente no espera. Entonces le toca a uno prestar la plata donde puede”.

La mujer detalló que prácticamente todos los meses presta 200 mil pesos por los que paga diariamente 4.000 mil pesos durante un periodo de entre 60 y 70 días. “Con eso uno paga el capital y los intereses”, apuntó.
El cobradiario le entrega una tarjeta y él se queda con otra. En su caso suele firmar como si se tratara del pago de una mercancía, por ejemplo 200 mil por un multimueble o un electrodoméstico equivalente al valor del préstamo.

Otra persona que ha accedido a este tipo de préstamos aseveró que ha sido testigo de intimidaciones y de procedimientos de cobro violentos en su sector.
Al respecto contó que “hay unas familias que se han atrasado y les quitan el televisor, a otras se le llevaron la nevera, a otros los amenazaron y algunos se han tenido que ir del barrio, pero eso son otra clase de cobradiario porque yo le presto a una persona que conozco”, agregó.
Otra ama de casa, residente en inmediaciones del centro de Barranquilla, comentó que son tres los cobradiarios con los que tiene deudas en estos momentos. “Al principio daba hasta pena, pero uno se acostumbra. El problema es cuando uno no tiene para pagar porque hay unos que se ponen agresivos”.

Los motorizados suelen llegar a su casa desde las 9 de la mañana aproximadamente.

No más de 200 mil pesos. Un cobradiario que inició con la actividad hace doce años, reveló que inicialmente accedió a un préstamo de 20 millones de pesos, repartió volantes con sus datos de contactos en varios barrios del sur y la gente comenzó a llamarlo. “Esto es un trabajo como cualquier otro y yo tengo la empresa registrada legalmente en Cámara de Comercio  y pago impuestos tengo mi NIT,  todo legal”, aseguró.

Según el motorizado no es justo que todos sean estigmatizados por el mal obrar de algunos, y manifestó que sin lugar a dudas hay personas que tienen el negocio como fachada, pero su verdadera actividad está conectada al lavado de  dinero u  otras actividades ilícitas. “Esa gente está es en otro cuento y esos son los que cogen y ultrajan a las personas  en las casas cuando se atrasan en los pagos. Uno que trabaja legal y que sobrevive con esto, cuando el cliente se le atrasa hace las cosas a lo legal.  Uno va a  las inspecciones de policía y ahí se concilia con la gente”,  afirmó.

 Los préstamos de este cobradiario no exceden los  200 mil pesos, “para no tener problemas con nadie”. Sobre el interés que aplica a sus préstamos dijo que es “bajo”: del 12%.

“Uno presta a la gente que tiene negocitos, que venden fritos, que tienen tiendas, taxis, restaurantes, que venden minutos, gente que se rebusca. Yo tengo unos 300 clientes no más y de eso vivo”, explicó.

Disputa por rutas. Otra fuente relacionada con un negocio de préstamos gota a gota contó que si bien hay quienes trabajan con poco dinero y de manera independiente, hay muchos cobradiarios que dependen de jefes que cuidan sus sectores “a sangre y fuego”, con apoyo de delincuentes.

“Si ven que estás haciendo mucha plata en una ruta o sector que ellos tienen te amenazan y te sacan del camino como sea”. Incluso comentó que conoce de casos de venta de rutas por sumas millonarias.
Impacto en la percepción. De acuerdo con el coronel Edgar Muñoz, subcomandante de la Policía Metropolitana, esta práctica genera un impacto en la percepción de seguridad en la medida en que las personas que acuden a este tipo de préstamo se ven sometidas a una forma de cobro no convencional donde se presenta la voluntad, el capricho, la necesidad de hacer más rentable el dinero que  expone al usuario a acciones de fuerza e intimidaciones que afectan la seguridad.

Para el oficial, otra posible incidencia en la percepción de seguridad relacionada con esta actividad tiene que ver con la facilidad de entrega del dinero donde el cobradiario no adopta protocolos de seguridad para el traslado de cantidades significativas de dinero y eso los expone a la acción de la delincuencia, porque no cuentan con el respaldo y el debido acompañamiento de las autoridades.
En el Comité. Así mismo, el consejero para la seguridad del Distrito, Guillermo Polo, afirmó que se trata de una actividad ilegal que controvierte el orden económico y social porque tipifica la conducta punible que conocemos como usura. Recordó además que en el Comité de Orden Publico el Distrito ha venido llamando la atención sobre este problema desde hace varios meses.

En concepto de Polo, para abordar la problemática se necesita la intervención y la competencia de varias entidades y en el Comité de orden Público se va a volver analizar el tema para crear una estrategia donde se pueda vincular a la Dian, la Superintendencia Bancaria y Financiera para ejercer control desde estas entidades.

Según el consejero, además se va a solicitar a la Cámara de Comercio que revise la base de datos para descubrir las inversoras que utilizan empresas de supuesta venta de electrodomésticos, comercializadores y demás razones sociales usadas como fachada. “Con ello podemos hacer un mapa para saber cuánta gente tenemos en este negocio y compartir esta información con las entidades financieras y tributarias. El Estado debe desestimular estos préstamos informales con estrategias que faciliten el acceso a los créditos formales”, indicó.

Lo que dijo el presidente
El pasado lunes 6 de mayo de 2013 el presidente Juan Manuel Santos anunció medidas contra el  llamado préstamo gota a gota y la intervención de la Fuerza Pública en diferentes mercados de ocho ciudades del país incluyendo Barranquilla. En su momento el presidente dijo que en estos mercados era donde se aplicaría la acción de la Fuerza Pública para que los comerciantes no tuvieran  que pagar, tampoco acudir a créditos con usura. “Hoy en día el gota a gota, por bien que le vaya a cualquier persona, tiene que pagar el 10 o el 12 por ciento diario. Vamos a terminar eso”, enfatizó.