El Heraldo
Freddy López Gutiérrez, de Ciénaga, y Freddys Echeverría, de Puebloviejo. GRACO y Cortesía
Judicial

Ciénaga y Puebloviejo están de luto por muerte de policías en atentado en San José

El cienaguero Freddy López Gutiérrez y el puebloviejero Freddys Echeverría Orozco se encontraban formados junto a sus compañeros en la Estación de Policía del barrio San José cuando fueron sorprendidos por la explosión.

El dolor de los familiares y amigos de los patrulleros de la Policía que fueron víctimas de un atentado explosivo en el barrio San José de Barranquilla, alcanzó a los municipios de Ciénaga y Puebloviejo, pues dos de los uniformados que perdieron la vida en este repudiable hecho eran oriundos de dichas poblaciones en el departamento del Magdalena.

El cienaguero Freddy de Jesús López Gutiérrez, de 27 años, y el puebloviejero Freddys de Jesús Echeverría Orozco, de 24, se encontraban formados junto a sus compañeros para el cambio de turno en la Estación de Policía del barrio San José, esta mañana, cuando fueron sorprendidos por la explosión que acabó con sus vidas, al igual que el patrullero Yosimar Márquez, Anderson René Cano Arteta y Yamil Rada Muñoz, las otras dos víctimas mortales del hecho.

Enterados del atentado, tanto en la casa de López Gutiérrez como en la de Echeverría Orozco se sumieron en la zozobra ante la peor de las posibilidades, la cual fue confirmada al poco tiempo tras recibir las llamadas en las que les informaban del trágico suceso.

Llevaba siete años de servicio

El patrullero Freddy López Gutiérrez nació 27 años atrás en el barrio San Juan, en el sur de Ciénaga, en el hogar de Freddy López Niebles y Marta Gutiérrez, siendo el único varón de los 4 hijos que tuvieron.

De acuerdo con sus familiares, López era un joven dedicado al servicio de la comunidad, además de ser un excelente miembro de familia y un padre amoroso, siendo precisamente esta una de las cosas que más les causa dolor, pues dejó un niño de su relación con Madeleine Márquez, los cuales viven en la calle 29 con carrera 13 del barrio Carreño, también en el sur de Ciénaga.

Igualmente, sus dolientes revelaron que López Gutiérrez llevaba siete años como patrullero de la Policía en Barranquilla, luego de haberse graduado en esta misma ciudad, donde aseguraba sentirse muy bien, además de lo cerca que los tenía para poder visitarlos cada vez que tuviera permiso.

“Es injusto que hayan sufrido una muerte así, víctimas de la violencia que vive el país en una guerra absurda”, comentó ahogada por el llanto una de sus familiares.

Por su parte, vecinos y amigos de López lo recuerdan como un hombre alegre, con mucha voluntad para ayudar a quien lo necesitara y preocupado por su familia y por brindar un buen servicio a la comunidad desde la Policía Nacional.

“Era un buen muchacho y un buen policía, estas muertes no se pueden quedar así, los responsables deben ser llevados ante la justicia y pagar con todo el peso de la ley por sus acciones”, acotó uno de sus vecinos.

Estaba recién trasladado

Al igual que los dolientes de López Gutiérrez en Ciénaga, los familiares de Echeverría Orozco están inconsolables, tras recibir la nunca esperada noticia de su deceso y en medio del desconsuelo, esperan la llegada del cuerpo al corregimiento de la Isla del Rosario, en Puebloviejo, para ser velado y sepultado.

De los 24 años de vida que tenía el patrullero Freddys Echeverría, llevaba los últimos cuatro de estos al servicio de la Policía Nacional en la ciudad de Manizales (Caldas), de la que pidió ser trasladado un mes y medio atrás para poder estar más cerca de los suyos, por lo que fue enviado a cumplir con sus servicio en la capital del Atlántico.

“Él estaba muy contento con poder visitar la casa más seguido, porque cuando estaba en Manizales solamente podía venir cuanto tenía vacaciones o permisos largos, pero ahora después de esto, hubiera sido mejor que no pidiera el traslado”, afirmó uno de sus dolientes.

Soltero y sin hijos, Freddys de Jesús Echeverría Orozco era el mayor de tres hermanos del hogar conformado por Enrique Segundo Echeverría e Isabel María Orozco, residentes en la calle 5 con carrera 2 del barrio Marín, en el corregimiento de la Isla del Rosario, donde es recordado por sus vecinos con mucho aprecio.

“Es muy lamentable que un joven como Freddys haya encontrado su final de esta manera tan cobarde, era un muchacho muy alegre y amable, todos en su casa estaban muy contentos desde que lo mandaron a trabajar en Barranquilla y ahora reciben este golpe tan doloroso”, manifestó una vecina del barrio. 

Familiares del agente cienaguero.

En espera de los cuerpos

Las familias de los patrulleros López y Echeverría aseveraron no saber cuándo van a ser entregados los cuerpos y trasladados a sus respectivas casas, pues debían esperar el término de los procedimientos del levantamiento de los cadáveres y la posterior necropsia en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Barranquilla.

Por su parte el mayor Freddy Varela Bombiela, comandante del Tercer Distrito de la Policía Metropolitana de Santa Marta, en el que están incluidos los municipios de Ciénaga y Puebloviejo, lamentó la muerte de los uniformados y aseveró que sus familias tendrán el total acompañamiento de la Policía Nacional en estos momentos de dolor y angustia, para ser inhumados con los honores que se merecen en cuanto sean llevados desde la capital del Atlántico.  

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