El Heraldo
Karenis Milagros Moreno, madre de Esneider, muestra una fotografía de su hijo en medio de su funeral. Jhonny Olivares
Judicial

“A 10 días de terminar el servicio me devolvieron a mi hijo en un cajón”

La madre de un joven de 19 años denunció que no ha habido claridad por parte del Ejército en cómo murió su hijo cuando prestaba el servicio en un batallón ubicado en San José del Guaviare.

Un acta de defunción con el escrito de “muerte violenta” junto a un breve relato de su deceso dado por un compañero son los únicos detalles que tiene la familia de Esneider Anillo Moreno, de 19 años, sobre su muerte. 

El cadáver de este joven volvió días atrás a su natal Barranquilla en un féretro y, según su familia, no hubo explicaciones desde el Ejército Nacional, en sentido de que Esneider llevaba un año y cinco meses prestando el servicio militar en el Batallón De Infantería No. 19 Joaquín Paris, en San José del Guaviare.

Según el relato de sus allegados, y cuya versión también es escasa por la poca información que les fue suministrada, al parecer, al joven lo encontraron tendido en el suelo del baño de dicha institución armada luego de que no se presentara a la formación correspondiente el día martes en horas de la tarde, por lo que fue llevado a un centro asistencial, donde habría llegado sin vida.

“El lunes festivo él (Esneider) me llamó, me dijo que se sentía mal, que tenía fiebre y otros malestares, por lo que yo le dije que hablara allá y mencionara todo lo que tenía para ver si le daban descanso, pero dijo que no porque, según él, lo regañaban mucho donde estaba. El martes a mí se me hizo raro que no me llamara en todo el día, de hecho se lo dije a mi esposo y ya yo tenía un palpito negativo (…) como a las cinco de la tarde me llaman desde su teléfono, era un compañero de él, quien me dijo que lo encontraron desmayado en el baño y que se lo llevaron a la clínica más cercana”, dijo Karenis Milagros Moreno, madre del joven, en conversaciones con EL HERALDO.

El hombre colgó la llamada dejando con un manto de dudas a la mujer, quien desesperada mencionó todo lo que escuchó en el barrio, donde su hijo se crió desde pequeño y era querido por todos. Desde ese instante buscaron los números de todos los batallones por internet, logrando contactarse con el que buscaban a eso de las 10:00 de la noche.

“La persona que nos respondió la llamada nos dijo que había que esperar que confirmaran la situación, que lo único que ellos sabían era lo mismo que nosotros, que habían llamado a formación en la hora de la cena, y Esneider no llegó, un compañero de él lo encontró tirado en el baño”, indicó la progenitora.

Luego de eso, se supo que el joven de 19 años fue trasladado hasta un centro asistencial ubicado a 90 kilómetros; sin embargo, llegó sin signos vitales. 

El cadáver de Anillo Moreno arribó a Las Américas a eso de las 10:00 de la noche: “ellos nos dijeron que llegaba el jueves, luego que ayer a las tres; luego a las ocho y terminó llegando casi a medianoche (…) la funeraria llegó, lo dejó y se fue, sin ningún reconocimiento de que prestó el servicio y sin ningún apoyo o acompañamiento del Ejército (…) mi hijo llegó envuelto como una momia, cuando eso no es un procedimiento, mi esposo se atrevió a destaparlo y le encontró golpes en la cara y un morado en el cuello como si lo hubiesen asfixiado”.

Dolorosos recuerdos

Karenis recuerda a su hijo como un chico alegre, hablador, que no se metía con nadie: “Era muy querido por todos los vecinos, ya él salía de prestar el servicio el 20 de este mes; sin embargo se retrasó un poco su salida porque se había enfermado a principio de año (…) Esneider quería continuar con la carrera porque quería hacerme sentir orgullosa y ayudarnos”.

“Él se fue a prestar el servicio un cinco de febrero, y me dijo, “mami yo me voy porque te voy a sacar adelante, voy a comprar una casa”, estaba realmente muy feliz (…) me mandaba bastantes fotos, videos, hacíamos videollamadas, realmente hablábamos todos los días sin falta”, dijo la progenitora.

Finalmente, Moreno hizo un llamado a la institución armada, clamando por una explicación. “Le pedimos al Ejército que nos dé una explicación de por qué murió mi hijo, porque ellos de aquí se lo llevaron bien, con vida y salud ¿por qué vino golpeado?, él me decía que habían personas que le tenían rabia a él (…) ni sus pertenencias me las han entregado”, aseguró.

La familia de Esneider lo despide por última vez. Jhonny Olivares
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