Dos perros heridos tras estrellón de carro en veterinaria de Barranquilla
El caso quedó registrado en vídeo de una cámara de seguridad.
A Arnulfo Orozco le sonó el celular a las 4:00 de la madrugada de este jueves. El hombre, aún medio dormido, contestó y recibió una lamentable noticia: su veterinaria de razón social Wow Puppy –de la cual es propietario junto con un amigo- había sido destruida por un carro que chocó contra ella a toda velocidad.
Pero eso no fue lo peor, si no al escuchar que dos caninos que permanecían en el local habían resultado gravemente heridos. El hecho se registró este jueves en la carrera 60 con calle 79, barrio Paraíso, norte de Barranquilla.
Orozco, como pudo, se cambió y se fue para el local. Al llegar, confirmó que todo era cierto, pues la Policía había acordonado la zona y al mirar más allá, el hombre vio la fachada de su establecimiento prácticamente destruida y, a un costado, el carro que minutos antes la había chocado.
"El conductor del carro venía por la vía y cómo que se quedó dormido, primero le pegó al local del vecino y luego se montó al muro y se estrelló con la viga de aquí, los vidrios, y de ahí salió para la mitad de la calle", dijo Orozco.
El lugar quedó cubierto de escombros y, debajo de ellos, dos caninos que estaban en unas perreras bajo los cuidados de los veterinarios. La escena quedó registrada en el vídeo de una cámara de seguridad.
"Ahora mismo tengo dos perros graves. Ellos estaban en la parte de adentro, pegados a la fachada. El impacto fue muy fuerte", agregó.
El propietario y otras personas levantaron los escombros y llevaron a los caninos a una veterinaria vecina donde aún los están atendiendo.
Por fortuna, el conductor del vehículo resultó ileso y se quedó en el lugar de los hechos dando declaraciones a la Policía, la cual maneja la hipótesis de un posible microsueño.
Respecto a los daños materiales, Arnulfo indicó que ascienden a los 20 millones de pesos, pero que ahora está preocupado porque las paredes del establecimiento, que queda en un primer piso, quedaron débiles y teme a que se pueda venir abajo el edificio.
Ahora el propietario del local que lleva 10 años funcionando espera que la situación se resuelva, pues de él dependen cuatro trabajadores.