Enfundado en su uniforme rojo con cintas fosforescentes, casco amarillo, botas negras y una manguera enrollada fue hallado el cuerpo de Luis Eduardo Arrieta Causado, colgando de una ventana en las instalaciones del Cuerpo de Bomberos de esta capital.
Arrieta, de 50 años, había cumplido 20 al servicio de la institución. Por eso ayer, el compañero que debía relevarlo avisó de inmediato a los otros cuando llegó y no lo encontró en su puesto. Minutos después, se toparon con su cadáver.
“El desconcierto fue total para todos al ver esa escena a las seis de la mañana. El amaba a nuestra institución y hasta en su muerte lució el uniforme”, dijo sollozando uno de ellos.
¿Depresión?. Los colegas de Arrieta no recuerdan haberle conocido deseos de morir. Sin embargo, creen que los resultados médicos que le diagnosticaron problemas de colesterol habrían sido la causa.
Daniel Esquivel, director del Cuerpo de Bomberos, aseguró que Arrieta era uno de sus mejores hombres y siempre irradiaba alegría. De ahí su asombro por su fatal decisión.
El teniente Arrieta llevaba una vida normal en el seno familiar junto a su esposa Martha Álvarez, con quien residía en el barrio Nuevo Majagual cerca a las instalaciones del Cuerpo de Bomberos.
“Participó en muchas emergencias en Sincelejo y otros municipios sucreños, de dónde éramos llamados para socorrer o ayudar a resolver algún problema por inundación, incendió y hasta para recibir a los personajes de esta tierra”, recordó Esquivel. JVF
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