Ataúd se rompe y cuerpo cae al piso cuando iba ser sepultado
Familiares de Bertha Lara de Barreto señalan que el ataúd cedió por la parte de abajo y que el cuerpo quedó expuesto sobre el pavimento por casi una hora.
A la tristeza y el dolor de la familia Barreto-Lara por la muerte de su mamá Bertha Elena Lara de Barreto, ocurrida el Jueves Santo, se le sumó la impotencia de ver su cuerpo sobre el pavimento del cementerio luego de que el ataúd se rompió por la parte de abajo.
El insólito caso, que causó conmoción, indignación y susto al mismo tiempo entre los asistentes al cortejo fúnebre, ocurrió el sábado a las 10:20 de la mañana en el cementerio Jardines de la Eternidad del Norte, en la vía a Puerto Colombia.
Peter Barreto Lara, hijo de la fallecida, calificó el hecho como desafortunado y horroroso.
“Al momento de bajar la caja mortuoria de la carroza junto a dos hermanos y un amigo, sentimos que el cajón se desfondó y cuando vemos es a nuestra madre tirada en el pavimento”, narró Peter Barreto, quien asegura además que muchos quedaron conmocionados al momento del incidente.
Barreto relata que para ellos resultó igualmente triste el hecho de que tuvieran que esperar entre 45 minutos y una hora para que cambiaran de ataúd.
“Como pudimos, buscamos una carpa de las que el cementerio instala en los sepelios y con eso cubrimos el cuerpo de mi madre, pero ninguna persona de la administración vino a indagar sobre lo ocurrido”, añadió.
El hijo de Bertha Lara, quien falleció por causas naturales, responsabilizó del hecho a la funeraria Jardines de la Eternidad, a la que calificó de “negligente”.
“No se les movió ni una fibra de sensibilidad para atender el caso, como si hubiese ocurrido otra cosa menor, tampoco se han acercado a nosotros para por lo menos pedirnos disculpas”, dijo Peter Barreto.
Por su parte, Eduardo Barreto, hijo menor de la mujer y quien reside en Estados Unidos hace 18 años, señaló que lo ocurrido con su mamá será denunciado ante un juzgado al considerar que se tiene que sentar un precedente para que situaciones como la del sábado no se repitan.
“Como hijo menor exijo respeto ya que al ver a mi madre tirada en el piso revolcada fue un momento muy duro para mí. Se vivieron momentos de pánico, la gente corriendo, otros tapándose la nariz, fue demasiado horrible y un dolor doble”, puntualizó.