El Heraldo
Nelsy Cárdenas, madre del menor, junto a una prima, en las afueras de la clínica. Johnny Olivares
Judicial

Adolescente resulta herido durante altercado con policías en Polonuevo

El hecho ocurrió el sábado. Tío del herido asegura que la denuncia hecha el domingo ante la Fiscalía se extravió y tuvo que ser radicada otra vez. Salud del menor es estable.

Los disparos robaron el sábado por la noche la tranquilidad de los residentes de la calle 3, entre carrera 10 y 11, del municipio de Polonuevo. Los estruendos emergieron del arma de un oficial y Samuel León Cardenas, de 14 años, terminó en el suelo con una bala incrustada en el abdomen. El presunto caso de abuso de autoridad de la Policía se dio el pasado 2 de julio en el Atlántico, entre las 11 de la noche y una de la mañana.

Sucedió, cuenta un joven de la cuadra que prefiere la reserva de su identidad por seguridad, que “un man borracho estaba ahorcando a un perro, allá”. Señala con la mirada la esquina que colinda con la carrera 10, adonde dos policías llegaron a controlar al sujeto.

“¡Suelta el perro! Escuché que le dijo, pero el man les salió con groserías. Le pegó a uno y los policías reaccionaron”, relata el joven, sentado en el restaurante desde donde, dice, vio lo ocurrido.

La calle es de arena. Los establecimientos comerciales, como tiendas, droguerías y billares, se mezclan con las viviendas; y la mayoría de gente transita en motos y mototaxis. Cinco días después de los hechos, pocos en el lugar recuerdan  haber escuchado o visto algo.

Salían de fiesta

En Barranquilla, a 37 kilómetros de Polonuevo, Nelsy Cárdenas Martínez comenta en la puerta de la clínica Bonnadona Prevenir que su hijo se había ido a pasar el fin de semana con sus tíos de Polonuevo y que aquella noche del sábado, su primo lo invitó a un quinceañero.

Cuenta su versión de los hechos con la calma de una madre que sabe que su hijo ya está fuera de peligro.

“Cuando iban saliendo (de la fiesta) vieron el altercado de los policías discutiendo con un borracho, cuando empezaron los policías a desenfundar las armas y a hacer muchos disparos”, detalla la mujer, de 33 años, con prisa y ante la mirada de curiosos. Quiere aprovechar los últimos minutos que tiene para acompañar a su hijo, durante la jornada de visitas.

“Cuando sienten el primer disparo”, agrega, “salen corriendo y una de esas balas alcanza a mi hijo, ocasionándole una herida al lado del tórax izquierdo, que le recorrió parte del estómago, haciéndole laceraciones en el hígado, colon e intestino”, cuenta de memoria. Todo el día ha estado dando declaraciones para la prensa escrita, radial y televisiva.

En la calle 3 de Polonuevo,  el joven relator ahora señala con el índice el piso donde Samuel se tiró, cuando se dio cuenta que tenía una bala en su cuerpo. Es la terraza del restaurante.

“Las personas comenzaron a tirarles piedras a los policías. Gente que salió del billar también. Los policías venían, como ya no podían hacer nada, hicieron dos disparos primero y luego otros”, evoca, mientras gesticula con los brazos.

Dice que fue el primero en auxiliar a Samuel. Que le quitó la camiseta, le hizo presión en la herida y lo llevó al puesto de salud. Cree que los hechos ocurrieron como a la 1:30 de la mañana del domingo, pero Nesly afirma que fueron como a las 11:40 de la noche del sábado, según lo que le contaron familiares.

Ese sábado, el adolescente fue llevado primero al hospital de Polonuevo, luego fue remitido a Sabanalarga y de allí a la Clínica Julio Merlano, donde no lo recibieron porque “no atienden menores de 14 años”, cuenta la madre.

Nesly ingresó a su hijo el domingo a las 5:30 de la mañana a la clínica Prevenir.

El hombre, en aparente estado de embriaguez, fue identificado por familiares como Ciduar Rojas Suárez, de 25 años, quien fue remitido al hospital de Sabanalarga.

Denuncia

“El domingo hicimos la denuncia en la Fiscalía de Sabanalarga. Me encontré al agente y me dijo que en ningún momento quiso hacerlo. Pero no entendemos por qué sacó el arma, si aparentemente el otro joven estaba desarmado”, recuerda la madre de familia.

Una hora más tarde, su hermano Nilsón Cárdenas Martínez, de Polonuevo, afirma vía telefónica que la denuncia apenas fue radicada ayer, al mediodía, porque desde el pasado domingo se había extraviado en la Fiscalía.

Pese a todo, en la calle 3, entre carrera 10 y 11, en el Municipio, los disparos del sábado en la noche le robaron la tranquilidad a la mayoría de sus residentes. No en vano, muchos prefieren evitar hablar del tema y solo piden, desde el anonimato, que esto no vuelva a suceder.

“Realizamos investigación”

El coronel Raúl Riaño Camargo, comandante de Policía del Atlántico, afirmó, en diálogo con EL HERALDO, que realizan una “investigación detallada con testigos para esclarecer las circunstancias de tiempo, móvil y lugar” en el que ocurrieron los hechos.

“Hace parte de una investigación, no solo disciplinaria, sino penal porque allí hubo personas lesionadas”, indicó.

Enfatizó que dispuso la misma noche comenzar la investigación “porque hay que partir de la base de que el policía, efectivamente, disparó su arma, pero también lo hizo aduciendo un ataque a su integridad y la de su compañero”.

“Lo que hemos podido establecer es que hubo una agresión inminente y desproporcionada, que estaban en estado de embriaguez, y que agredieron, sin ningún motivo, por lo menos aparente, a los policías. Por ejemplo, hay un casco con una rotura de un machetazo, quiere decir que si no lleva puesto el casco, lo podrían haber matado”, manifestó el  coronel Riaño.

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