El Heraldo
Familiares de víctimas piden a las autoridades celeridad en las investigaciones de presunto abuso sexual contra jóvenes deportistas. Archivo particular
Judicial

Abuso sexual en el deporte: Cuando el depredador es el que te enseña

EL HERALDO hace un recuento de los casos denunciados recientemente en la ciudad. Organizaciones locales piden intervención de autoridades del país. 

Bañarse de oro levantando pesas así como lo hizo Mari Leivis Sánchez durante su participación en los pasados Juegos Centroamericanos disputados en Barranquilla era el sueño de Laura*, una joven que cuando cumplió 15 años, ya sabía cuánto pesaba no tener recursos económicos para alcanzar sus metas. 

Su padre, consciente de las ganas de surgir de su hija, la motivó y a finales del año 2017. Laura* ya estaba metida de lleno en la práctica de este deporte. Con amor y dedicación su padre siempre la acompañó en el proceso de formación y durante siete meses se encargó de llevarla desde su casa en Soledad hasta el estadio de fútbol Roberto Meléndez para que asistiera las exigentes jornadas de entrenamiento.

Como padre se preocupaba por la seguridad de su hija, lo que no sabía era que en el tiempo que la menor quedaba bajo las instrucciones de su entrenador, la futura deportista de alto rendimiento se convertía en presa fácil de un depredador silencioso. 

“Me siento hasta un poco culpable porque siento que se la puse. Yo se la llevé y le presenté a ese profesor Pedro Julio Echeverría, sin saber lo que ocurriría. Ella se cambió de la lucha a las pesas. Él se aprovechó del entusiasmo de ella porque estaba muy motivada. Ella es alta y tiene potencial. La ilusión era salir campeona mundial y salir adelante para comprarle una casa a su mamá. Él gozaba de reconocimiento y todos decían que era buen entrenador por ser de la Liga de Pesas del departamento”.

Para ganar la confianza de su alumna, de acuerdo con el padre de Laura*, el profesor le metió en la cabeza a la joven que él la llevaría a lograr sus metas pero para alcanzarlas, debía cumplir con ciertas condiciones.

“Él la tenía engañada y amenazada, le decía que era su preferida y por eso debía tener relaciones sexuales con él. Le hacía masajes relajantes y ella debía desnudarse para eso”, afirmó.

Laura*, según su progenitor, guardó silencio y accedió varias veces a las pretensiones de su profesor, quien de acuerdo a las investigaciones judiciales, la sometió a todo tipo de vejámenes, los cuales, meses después terminaron alejándola de las prácticas y cambiaron su comportamiento.

“Ella dejó de ir a los entrenamientos, su comportamiento cambió, perdió nueve materias en el colegio y ya nos dijeron que el año estaba perdido. Nosotros no sabíamos qué le pasaba a ella, hasta que la mamá de una de sus compañeras en la Liga nos contó lo que había sucedido”, dijo.
 
Otra denuncia de peso

El testimonio de otra joven pesista que estuvo bajo las órdenes del entrenador Pedro Julio Echeverría lo volvió a subir al podio de los señalados. Se trata de María*, también de 15 años, quien compartía con Laura* en la disciplina.

La madre de María* recordó cómo se crearon lazos de confianza entre Echeverría y su familia. “Nosotros hablábamos mucho con el entrenador. Teníamos buena relación él y su familia, porque su hija entrenaba ahí mismo y entonces yo pensaba que él veía a mi hija como a la suya. Pero mi temor eran los muchachos que entrenaban con ella y yo se lo contaba al señor Pedro y él siempre decía -no se preocupe que yo se la cuido de estos gavilanes- siendo él el gavilán mayor” aseveró.

Junto con María* y Laura* entrenaba otra adolescente más, extrañamente, las tres jóvenes no podían conversar durante los ejercicios físicos. Así lo denunció la madre: “este tipo también abusó de esa compañera de mi hija con los supuestos masajes relajantes. Él no las dejaba hablar entre ellas de tal manera que no pudieran contarse lo que estaba pasando”.

El modus operandi era el mismo en los tres casos. El instructor Echeverría las exponía en los entrenamientos, haciendo molestas comparaciones en cuestiones de rendimiento. “El viejo, como le apodaban al entrenador, la humillaba delante de sus compañeros, le gritaba a mi hija que no estaba haciendo marca y que así no le servía, que si ella no se iba a comprometer con eso, que menor se retirara”, reveló la mujer.

Como si se tratara de una acción sistemática y premeditada, según la madre denunciante, su hija se puso triste y esto lo aprovechó Echeverría para brindarle una supuesta ayuda: “Un día mi hija llegó llorando y me contó que el entrenador le dijo que ella debía perder la virginidad para que pudiera rendir mejor en el levantamiento de las pesas. Cuando mi hija me contó eso, yo me espanté y cuestioné sobre las bases médicas por las cuales él decía que la virginidad no la dejaba rendir. Sin embargo, mi malicia llegó hasta ahí. No me imaginé las intenciones de este tipo”, dijo.

La llevó a un motel

A raíz de las constantes inconformidades con el entrenador, la adolescente bajó su asistencia a los entrenamientos hasta que un día dejó de ir. “Un día este señor le dijo por WhatsApp que fuera al entrenamiento y ella decidió ir, pero para su sorpresa no había nadie, solo estaba él. Entonces, le dijo que quería hablar sobre su rendimiento, que fueran en su camioneta a charlar en un parque y en realidad terminó llevándola a una residencia. Antes de entrar a ese sitio, él le pide que se esconda porque había un retén de la Policía y mi hija, inocentemente, se escondió, y cuando levantó la cabeza ya estaba dentro del garaje del motel. Mi hija contó que el tipo se sentó es una esquina de la cama y comenzó a hablarle sobre el coito, la lubricación femenina y que para esto era importante que vieran pornografía en el televisor de la habitación. Ante eso, ella comenzó a desesperarse y a decirle con fuerza que quería salir de ahí. Él la sacó de ese lugar”.

El viernes 24 de agosto de 2018, la madre de María* denunció en la Fiscalía al entrenador Pedro Julio Echeverría por el delito de acoso sexual. Así consta en acta de la noticia criminal que reposa en el despacho 26 del Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual, Caivas, de Barranquilla.

Esta denuncia fue la llave que liberó los desgarradores testimonios de las otras dos compañeras de María, quienes confesaron a sus padres que también eran víctimas del entrenador Echeverría.
Esa misma semana, otras dos denuncias, una por acto sexual abusivo y otra por acceso carnal con menor de 14 años fueron interpuestas en la Fiscalía.

Relato en contra de Echeverría

Pedro Julio Echeverría ya había sido denunciado por el delito de acceso carnal con menor de 14 años. En 2015, cuando fungía como docente de educación física de un colegio oficial de Barranquilla, el hombre habría abusado a un total de cinco menores de edad.

EL HERALDO tuvo acceso al documento en el que la misma víctima cuenta a puño y letra a lo que la sometió su profesor.

Textualmente dice el manuscrito “Él me dijo que tenía que hacerme más fuerte en el levantamiento de pesas y para eso él se inyectaría con unas víctimas y yo al día siguiente debía hacerle sexo oral y para eso debía ir a su apartamento”. El relato también evidencia lo que fue una conducta repetitiva del cuestionado profesor. “Muchas de mis compañeras hacían lo mismo. Así mismo me decía que me tenía que quedar callada y no decirle nada a nadie ya que él había sido policía y que todos los policías lo conocían porque había matado muchas personas”.

Una de las primeras víctimas de Echeverría dijo que su familia no vive en paz sabiendo que la justicia aún no llega a su puerta. “Me faltaron fuerzas para denunciar públicamente a este tipo. Yo confié en la Fiscalía porque me dijeron que si hablaba en los medios se volaba el profesor y se dañaba toda la investigación. Nada pasó con él hasta que se dieron a conocer este año nuevos abusos”, comentó la madre de la joven víctima, que en la actualidad tiene 18 años y aún no sana las heridas emocionales ocasionadas tras la agresión sexual.

Esta investigación no avanzó y su estado actual es inactivo. En total, al consultar los casos registrados en la base de datos del Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA), contra el profesor Pedro Julio Echeverría existen 8 denuncias por delitos sexuales.

*Los nombres han sido cambiados para proteger de los menores de edad involucrados en estos hechos.

Más casos en el deporte

A mediados del mes de mayo, EL HERALDO reveló graves denuncias en contra del entrenador de la Liga de Lucha del Atlántico Gilberto Berrío, realizadas por deportistas de esta disciplina, como Solangelis Ruiz, y que fueron desmentidas por el papá de Berrío. En ese momento, esta casa periodística también conoció que serían cinco las víctimas, entre ellas dos menores de edad. Tales acusaciones fueron acogidas por Enrique Vengoechea, director de Indeportes. Las investigaciones continúan.

Así mismo, este año se conocieron otros casos que involucraron a entrenadores de escuelas de fútbol, uno en el municipio de Soledad y otro en el barrio El Bosque.

El primero involucra a Geovannis Enrique Thomas, quien según la Fiscalía, citaba a menores de edad en su casa, con la excusa de probarles los uniformes y luego “aprovechaba para tocarlos en sus partes íntimas”. 

El otro caso es el de Jairo Alfonso Pedraza, entrenador de fútbol que fue señalado de haber abusado sexualmente de un niño de 9 años. Las investigaciones indican que este hombre habría engañado al menor de edad ofreciéndole juegos de mesa. Ambos entrenadores fueron enviados a prisión.

El papel de  las autoridades 

Indeportes, como ente regulador de las diversas ligas deportivas en esta zona del país, señala que le hacen seguimiento a estos casos con la certeza que los correctivos deben tomarse a tiempo. 

Así lo expresó Enrique Vengoechea, director es este instituto. “Cuando hallamos estas irregularidades, revisamos los procesos con miras a depurarlos y mejorarlos, y así evitar que estas cosas sigan ocurriendo. Esto desdice mucho de una labor que en materia de desarrollo deportivo hemos estado llevando. Hay que hacer unos correctivos, mesas de trabajo con entidades como el Icbf, la secretaría de la Mujer de la Gobernación, nos hemos reunido con los deportistas y con los padres de familia, les hemos brindado unas asistencias técnicas y jurídicas para que pongan en conocimiento de las autoridades competentes las situaciones”.

Frente a lo acaecido en la Liga de Pesas, aseveró que ya se dictaron las pautas pertinentes para adelantar las nuevas convocatorias de entrenadores haciendo énfasis en los perfiles psicológicos para prevenir estas irregularidades que se están dando. José Luis Álvarez, secretario de Deportes Distrital fue enfático al afirmar que son los padres quienes tienen que saber en manos de quién ponen a sus hijos. “Los padres tenemos que estar atentos a quiénes son las personas que los rodean, quiénes son sus profesores, sus entrenadores, sus compañeros, en qué entorno se desenvuelven y lo más importante, escucharlos cuando manifiesten situaciones anómalas”. Aclaró que por pedido de las federaciones nacionales se suspendió toda actividad que tuviera que ver las disciplinas de Lucha y Pesas en este escenario deportivo, por cuenta de las denuncias.

*Los nombres han sido cambiados para proteger de los menores de edad involucrados en estos hechos.

 

 

 

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