Apuntando a Bellingrodt El tiro que gana

Una pistola o un rifle que no hacen daño. Que tienen la diana en unos platos, en un blanco que no es huma­no. Un ojo clínico, un pulso inquebrantable y una pun­tería precisa. Todo en favor de una victoria, de un título, una medalla. Ese es el tiro que gana. Este no es un tiro que mata, es el tiro depor­tivo, también practicado en Colombia con pocos apo­yos porque es otro de esos deportes que sólo suenan cuando hay un éxito y que, por supuesto, llaman muy poco la atención de la gran masa social.

El tiro, además, tiene la fama de ser practicado por militares básicamente, que es el personal que puede tener más posibilidades de contar con un material que le permita entrenarse co­mo es debido. Es un depor­te, además, que necesita de una gran preparación, en la que hace falta una notable concentración. No es para cualquiera.

Hay quien cree que las medallas de plata de Hel­mut Belligrondt en los Jue­gos Olímpicos de Múnich y en Montreal 1976 no fueron lo suficientemente aprovechadas por los diri­gentes para promocionar más este deporte. En rea­lidad ningún colombiano, hombre o mujer, ha vuelto a subir al podio olímpico desde Bellingrondt, hoy vicepresidente del Comi­té Olímpico de Colombia (COC), y asesor de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranqui­lla 2018.

Pero tal y como es este país, de repente surgen fenómenos con talento que destrozan cualquier predicción y sorprenden agradablemente. Así fue la hazaña de Bernardo Tovar en los Centroamericanos de Ponce, en 1993, en los que sumó la friolera de cin­co oros. Y que lo convirtió en el tirador que ha estado más cerca de emular a Be­lligrondt. Tuvo la ocasión en Seúl 1988, pero acabó sexto en los Juegos.

Y ahora tienen la mira puesta en ese mismo ob­jetivo hombres como Diego Duarte Delgado, oro en los pasados Bolivarianos, y có­mo no, uno nacido por es­tos lares, de Soledad, Kevin Donado Bolívar. Este joven dice sólo estar pensando en la competición. Prácti­camente está dedicado a su deporte. Hijo del actual presidente de la Liga de Ti­ro del Atlántico, Kevin habla con mucha ilusión de lo que representaran los Juegos de Barranquilla para la Cos­ta y para el país.

“Estoy concentrado ex­clusivamente en mi carre­ra deportiva. Tengo ganas, muchas ansias de mejorar, deseos de participar en los Juegos de Barranquilla, de ganar medalla, porque eso incrementaría el apoyo en un 100 por ciento. Todos tenemos el nombre y la imagen de Helmut ahí. Lo suyo fue glorioso, y es­tamos trabajando para al­canzar algo parecido”.

El caso es que Kevin Donado está esperanzado en que Barranquilla 2018 deje una buena implemen­tación para el tiro del At­lántico. “Gracias al apoyo del alcalde y también de la gobernación estamos pre­parándonos para estar en estos Juegos, poder cla­sificarnos para los Pana­mericanos y luego ir a los Olímpicos”.

Kevin es consciente de lo rezagado que está el tiro en Colombia con respecto a Europa, pero cree que la población de practicantes ha ido en aumento. Sabe también que hay muy po­cos clubs de tiro donde se pueda practicar su deporte. “Como mucho en Colom­bia hay 6 canchas de tiro, y en Barranquilla hay dos y sólo una está en condicio­nes”. Pese a todo, él, Kevin Donado, sigue soñando en emular a Bellingrodt.

Un evento con 190 atletas

La competición de Tiro Deportivo en Barranquilla 2018 comenzará el sábado 21 de julio y finalizará el 31. Serán diez días de competición en el Club de Tiro de Barranqui­lla. En total participarán 190 atletas entre mujeres y hom­bres. La final la disputan los 6 u 8 mejor clasificados en todas las especialidades. Los hombres participan en diez modalidades individuales (10 de equipo), y las mujeres en seis (5 en equipo). El Club de Caza y Tiro de Barranquilla está en el kilómetro 13 de la vía a Puerto Colombia.

CARIBEÑADAS

Linda Lewis, la lanzadora de Belice que ganó 10 partidos seguidos
De Linda Lewis hay muy poco escrito en Google. Ni siquiera wi­kipedia tiene sus da­tos biográficos. Pero Linda Lewis está en el Salón de la Fama de su país, Belice, y es un icono del deporte beliceño, considera­da la deportista más grande de la historia. La leyenda de Linda Lewis se escribió bá­sicamente en los Jue­gos Centroamericanos y del Caribe de 1974, en Puerto Rico, los segundos en los que Belice participó. Lin­da era la única pitcher del equipo de softball. Lanzó 11 partidos. Per­dió el primero contra Puerto Rico 5-6, pero ganó los 10 siguien­tes, con un 14-2 en el último a las puertorri­queñas. La hazaña le valió el oro a Belice, el único de su historia en unos Centroame­ricanos y del Caribe. Todo un hito para es­ta isla que está en la mitad del continente, que fue el último país de las Américas que se independizó (1981), y que Madonna popula­rizó con la canción de “Isla bonita”.