El 18 de agosto de 2014 se convirtió en una de las fechas más especiales para Ivanna Cárdenas, ese día su vida se partió en dos y su corazón empezó a latir a un ritmo cuatro veces mayor al normal gracias a la llegada de Julián, Francesca, Sebastián y Gabriel sus hijos, unos cuatrillizos que fueron concebidos de manera natural y que impactaron los medios de comunicación por su historia.


Hoy, un poco más de cuatro años después y de haber superado una prueba que le hizo demostrar a Ivanna que tenía todo el valor para afrontar los retos que conlleva el hecho de ser madre, esta mujer habla del significado que le ha dado a su vida toda esta lección y le manda un mensaje a todas aquellas mujeres que de una u otra manera sienten que algunas dificultades y condiciones de la vida les dificultan sentirse plenas y proyectar ese bienestar a sus hijos. 


Toda esta historia empezó en marzo de 2014 cuando Ivanna y su esposo, David Gutiérrez, se enteraron que estaban esperando un bebé, fueron a hacerse el sonograma para escuchar el latido del corazón de su primogénito y todo iba en orden hasta que el médico descubrió que no había solo una vida en el vientre de Ivanna sino que a ese primer retoño le acompañaba alguien más, hasta el momento todo indicaba que serían un par de bebés, pero la vida les tenía una sorpresa múltiple, aparecieron dos criaturas más y la pareja no podía creer lo que estaba sucediendo. 


Ante la situación tenían que ponerse en manos de especialistas que garantizarán que todo estuviera en orden, se trataba de un embarazo de cuatrillizos y realmente no es fácil enfrentarse a una situación así por lo que decidieron que sus niños nacerían en los Estados Unidos. Consultaron a un total de cinco médicos quienes al principio les decían que podrían atenderlos, pero al saber la cifra de bebés desistían de encargarse de los trabajos de parto.


La operación se tuvo que adelantar porque uno de los niños no estaba creciendo al ritmo de los demás, tenían que decidir a las 27 semanas si esperaban a que llegarán los 9 meses y que este último falleciera, pero les daba garantías de vida a los otros 3 o si se arriesgaban a que todos nacieran para darle esperanzas de vida al más pequeño, pero sin una garantía total para ninguno, optaron por la segunda opción.
En el Jackson Memorial de Miami fue donde se realizó el parto, en total fueron 60 personas las que estuvieron atentas a la situación, para cada niño hubo un grupo de 12 profesionales y también un grupo especial para atender a Ivanna. A pesar de que se puede pensar que las cosas no estaban saliendo bien, todo marchó de tal manera que Ivanna reforzará su fe y David aprendiera a no perder la esperanza, los niños tuvieron que estar en incubadora por varias semanas, pero cada uno a su manera salió victorioso, así fue, como con el paso de las semanas los niños fueron creciendo sanos y hoy son todos unos milagros de vida.


 

Para ella cada uno de sus hijos es un regalo de Dios. Orlando Amador.

Para Ivanna es “caóticamente hermoso” convivir con sus pequeños porque es consciente de que cada uno de ellos tiene su personalidad, sabe cómo hablarles para que se calmen y los ama a todos con sus particularidades. 
Definiéndolos a cada uno considera a Julián como el chistoso, es espontáneo y le encanta hacerse notar, Francesca es muy alegre y de vez en cuando tímida, es una niña muy dulce aunque a veces tiene un temperamento fuerte. 
Sebastían tambiés es muy extrovertido y es un amante de la música, Gabriel es muy cariñoso y siempre se porta bien, es muy dulce, pero cuando se enoja saca un temperamento fuerte.
Cada uno de ellos identifica sus cosas con un color, el verde lo tiene asignado Julián, el rosado es para Francesca, el amarillo para Sebastián y el azul para Gabriel. 
Para Ivanna lo más lindo de ser madre es el amor que recibe por parte de cada uno de sus hijos. “No hay nada más lindo que escuchar de unas personitas todos los días las palabras te amo, te adoro, te ves divina, eres la mejor mamá del mundo, eso me llena el alma”, reconoce esta joven madre a quien le gustaría repetir la experiencia de estar embarazada, en esta oportunidad le gustaría concebir a una niña.
Una de las recomendaciones que hace para las demás mamás es que amen a sus hijos por sobre cualquier cosa sin importar sus condiciones, para ella cuando a los bebés se les ofrece más amor ellos entienden este mensaje y responden superando las dificultades de salud que puedan presentar sin importar que sea. 
Otro mensaje que envía a las madres que tienen hijos en condiciones especiales es a que les hagan sentir bien, les brinden todos los apoyos necesarios para que se integren y que no vean su situación como un defecto porque no lo es.

 

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